Un 100% de compatibilidad. Eso fue lo que unió a Paloma y a Sophie a pesar de los 12 mil kilómetros de distancia que las separaba. La más pequeña de las mujeres se enfermó de leucemia a los 7 años y recién cuando cumplió 11 llegó su alma gemela, que le donó su medula y la salvó.
Sin embargo, la burocracia y el vivir en distintos continentes les impedía conocerse en persona, hasta que un milagro ocurrió y este viernes ambas finalmente se vieron en persona y pudieron darse ese abrazo que estuvo pausado durante cuatro años.
La música como puente
Oriunda de Córdoba, Paloma vivió durante años con una enfermedad que la alejó de su rutina y hasta de su familia. Fanny y Carlos, los papás de nena, hicieron lo imposible, junto al resto de la familia, para que la chiquita no bajara los brazos. “Cuando empezó todo no teníamos dinero, entonces nuestros amigos organizaron un evento para ayudarnos a solventar los gastos. Ahí mi hija cantó por primera vez y comenzó su sueño”, contó Carlos Savid a TN.
Pero todo fue empeorando. De nueve ciclos de quimios que debía realizarse la pequeña, solo llegó a terminar tres y su cuerpo empezó a decir basta. Hasta que un milagro llegó. Desde Alemania venía una posibilidad de mejora.
Una joven de 22 años llamada Sophie se había ofrecido como donante unos meses antes y fue 100% compatible con la urgencia de la nena. Ese trasplante tan deseado finalmente se dio y comenzó la nueva vida de la pequeña.
Ya con la recuperación en marcha, la familia de Paloma solo anhelaba poder encontrar al ángel que la había salvado, aunque algo se los impedía. “Después del trasplante no te dejan saber ningún dato del donante, solo te dicen de qué nacionalidad es y esta chica era alemana pero vivía en Malta. Recién después de ese tiempo nos dieron los datos y la empezamos a contactar a través de una carta donde le preguntamos si ella quería contactarse conmigo. Firmó una autorización, nosotros también, y luego de eso empezamos a contactarnos vía mail y Skype”, detalló Paloma.
En su tiempo de recuperación, la ahora adolescente dio sus primeros pasos en la música. “Dejamos todo, hemos pasado en el transcurso de su enfermedad cosas muy feas, y su sueño era comer y viajar, entonces su padrino nos propuso anotarla en el Festival de la música italiana. Lo hicimos y ella fue pasando las etapas y ganó”, contó su papá. El premio era un viaje a Italia para cantar en el Parlamento y ese fue el primer paso para conocer a Sophie.
“Le conté que iba a hacer este concurso y me dijo que podíamos encontrarnos ahí. En el medio pasaron muchas cosas, el festival se canceló hasta que volvieron a reactivarlo y confirmaron que se iba a hacer en Roma”, explicó la adolescente.
La familia, que después de tantos años solo deseaba que Paloma pudiera cumplir sus sueños, armó las valijas y emprendió viaje para comenzar una nueva vida en Europa. Instalados, finalmente ocurrió el esperado encuentro entre Sophi y Paloma, que quedó plasmado en un emotivo video. “Ella nos estaba esperando en la puerta del hotel y mi primera reacción fue abrazarla y agradecerle. Se aprendió la palabra ‘te amo’ y solo me repetía eso”, contó la protagonista de esta historia.
“Fue algo muy lindo, muy especial, me acuerdo y me sigue explotando el pecho y el alma a cada rato. Vuelvo cuatro años para atrás, que fueron tremendos en nuestra familia, donde sentíamos todo oscuro y volvería y me diría que todo va a pasar, que el milagro llega”, recordó Fanny.
“Encontrarnos en un paisaje bellísimo y estar sentados todos juntos en una mesa comiendo, no se me iba la alegría, los nervios, le agradecía tanto. He estudiado inglés un tiempo y ese día no me salía ni decir gracias, lo decía en italiano”, agregó. “Le repetía que era un ángel, la aplaudimos y todas las personas que estaban ahí se emocionaron. Fue impensable que a cuatro años exactos del trasplante la conocimos”, señaló la mamá de Paloma.
Para la familia, “Sophie le salvó la vida a Paloma”. “Ella tenía que hacer 9 bloques de quimio y en el tercero ya no daba más, estaba en terapia, había pasado por una apendicitis, una neumonía, tantas cosas graves, que realmente la salvó”, sostuvo.
“Fue el sueño cumplido, la meta. Primero que mi hija se sane y después encontrar a su alma gemela, porque ella es 100% igual a Paloma, a través del ADN, y es muy difícil conseguir una persona 100% igual a vos, que encima tenga la voluntad de donar sus células madres, alguien con la capacidad de dar ese amor como lo hizo ella. Yo la siento como una hija, incluso le presentamos a mis otros hijos y ella les dice ‘mis brothers’ e insiste en que tiene dos mamás y dos papás”, contó entre risas Carlos.
Una nueva vida en Italia
Luego de la llegada a Italia, la familia apostó por un nuevo futuro. Hoy Paloma se encuentra cursando la secundaria y comenzó a estudiar en el liceo de música donde terminó el año con el promedio más alto, aunque todavía extraña la Argentina. “Fue un cambio muy grande pero este es mi sueño”, sostuvo la adolescente.
Es que en el país aún quedaron tres de los cinco hermanos que componen la familia, porque no podían costear los pasajes de todos. “Estamos viendo cómo hacer para traerlos, hace poco conseguimos trabajo, muy lejos de la docencia a la que nos dedicamos desde hace años, pero que nos permite vivir aunque no llegamos a pagar los vuelos”, lamentó Fanny, la mamá de Paloma.
“Estamos poniendo mucho esfuerzo en estar todos juntos”, destacó. “Fueron momentos duros donde no veíamos la hora que se termine y ahora solo vemos la luz y sabemos que vamos a conseguir traerlos”, concluyó.