No es una novedad que las cárceles de la Argentina están en estado de sobrepoblación, ya que es una problemática que viene arrastrándose desde hace décadas. Sin embargo, un reciente informe oficial confirmó que la cantidad de personas detenidas en unidades penitenciarias federales va en aumento. A eso se le suma una gran número de denuncias de hacinamiento, malos tratos y muertes.
Según describió la Procuración Penitenciaria de la Nación (PPN), para fines del 2022 había detenidas 11.349 personas, a pesar de que el cupo declarado por las autoridades fue de 10.932. De ese total, la mayoría de los presos se encuentran en el AMBA, más específicamente en Marcos Paz y Ezeiza, los dos complejos con más capacidad.
En tanto, en comisarías de la Ciudad hubo una ocupación de un 104%. Estas sedes policiales, desde el principio de la pandemia, cumplieron la función de alcaldías judiciales y contuvieron a los detenidos al máximo de su capacidad, generando una situación de “colapso”.
Hacinamiento y hambre: así viven los presos
El informe de la Procuración relevó distintas denuncias que se hicieron en el último año sobre la alimentación deficiente que padecen los presos en las cárceles federales, la falta de salud, abusos y torturas, pero además por la “alarmante situación de hacinamiento”.
Según describieron, las personas detenidas en celdas colectivas equivalen al 73 por ciento de la población carcelaria, mientras que solo el 27% está en una celda individual. Esto refleja que muchas personas viven amontonadas en los calabozos, incluso en climas de extremo calor. Muchas de las celdas no cuentan con ventilación, ni le llega la luz del sol.
En relación a las condiciones materiales de los pabellones colectivos, en general no tienen separación entre la zona dormitorio y la zona comedor, o directamente carecen de un espacio de comedor. Las mesas y sillas están ubicadas al lado de las camas cuchetas y se usan tanto con funciones de escritorio como para preparar alimentos y comer. En algunos espacios de alojamiento está todo tan apretado que, según identificaron, en el 54% de los pabellones colectivos relevados no había espacio libre para circular.
Además, manifestaron que los colchones están deteriorados, algunos de ellos ya son solo tela de tanto uso. Incluso, en varios casos se detectaron personas durmiendo en cartones.
Según el informe, las condiciones de alojamiento son las siguientes: “encierro de 24 horas de 3 o 4 personas en una celda individual o de 11 o 13 personas en celdas pensadas para 4, en celdas secas –es decir, sin agua, ni bacha ni inodoro–, conviviendo con botellas de orina y materia fecal, sin ventanas y consecuentemente, sin luz natural y sin ventilación, y mucho menos privacidad”.
Con estos datos, se deja ver que existe un alojamiento en “condiciones inhumanas de detención”. “Es usual que el Servicio Penitenciario Federal duplique el cupo carcelario mediante el solo hecho de agregar camas en un espacio determinado, pero sin modificar la infraestructura que hace al acceso a derechos fundamentales de las personas detenidas”, informaron desde la Procuración.
Malos tratos, tortura y muerte
Por otro lado, señalaron que los detenidos denunciaron en los últimos años que sufrieron agresiones físicas, amenazas, requisa personal vejatoria, robo o daño de pertenencias. Pero lo más grave es que se registraron muchas muertes violentas.
Durante el 2022, se investigaron 316 casos de torturas y malos tratos por parte del personal penitenciario hacia los presos, y en más de la mitad de los casos las víctimas decidieron denunciar.
Hasta la fecha, están imputados 265 agentes penitenciarios (35 condenados, 130 procesados, 100 llamados a indagatoria o formalmente imputados) por denuncias de torturas o malos tratos.
“Este informe muestra que las prácticas de tortura y las muertes en custodia de personas jóvenes por problemas de salud o por diversas circunstancias violentas, aún se extienden a lo largo de las unidades penitenciarias federales”, se dejó asentado en el informe.
Por otro lado, informaron que se produjeron 41 muertes bajo custodia del SPF, 13 registradas como violentas y 28 por enfermedades. También hubo 18 muertes de personas detenidas por la Justicia nacional o federal en distintas jurisdicciones del país que se encontraban bajo custodia de fuerzas de seguridad.
Para realizar este diagnóstico, la Procuración visitó entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 todas las unidades carcelarias. En cada una, tomaron una muestra de una cantidad de pabellones y realizaron las mediciones específicas de las condiciones materiales de detención. Además, hicieron recorridas y registros en los espacios comunes, y conversaron con las personas privadas de libertad y personal penitenciario.
El estado de las cárceles en cifras
- El 74% de las personas detenidas son varones
- El 26% son mujeres
- Solo el 0,2% son personas travestis o trans
- El 88% de los detenidos no terminó la escuela
- El 95% son ciudadanos argentinos
- La población carcelaria aumentó un 54% en 9 años
- Argentina se ubica en el 6° puesto de Latinoamérica con más presos