Economía 08/06/2023 13:31hs

El campo podría dar empleo a un tercio de los desocupados, según un proyecto presentado en Diputados

La Fundación FADA definió 4 claves necesarias para lograr un incremento del 56% en la producción de granos y un millón de toneladas más de carne bovina en 10 años. Quita de retenciones y unificación cambiaria, entre las prioridades.

El economista jefe de FADA, David Miazzo, al exponer sobre la situación impositiva del campo y cuáles serían las claves para lograr un crecimiento de la producción de granos y carnes de cara a los próximos 10 años.
El economista jefe de FADA, David Miazzo, al exponer sobre la situación impositiva del campo y cuáles serían las claves para lograr un crecimiento de la producción de granos y carnes de cara a los próximos 10 años.
El campo podría dar empleo a un tercio de los desocupados, según un proyecto presentado en Diputados El campo podría dar empleo a un tercio de los desocupados, según un proyecto presentado en Diputados El encuentro fue encabezado por el presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería, Ricardo Buryaile.
El encuentro fue encabezado por el presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería, Ricardo Buryaile.
El campo podría dar empleo a un tercio de los desocupados, según un proyecto presentado en Diputados El campo podría dar empleo a un tercio de los desocupados, según un proyecto presentado en Diputados

La producción de los principales granos puede crecer un 56% en la próxima década, lo que significarían unos US$30 mil millones extras por año. También podrían producirse un millón de toneladas más de carne bovina y una cantidad similar de porcina. También se propiciaría un aumento gradual del corte de biodiésel hasta llegar al 15%, y de bioetanol hasta alcanzar el 20%. De ese modo, podrían generarse más de 544.000 nuevos empleos, lo que es equivalente a un tercio del total de los desocupados en Argentina.

Así lo señaló este miércoles el economista jefe de la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de la Argentina (FADA), David Miazzo, al exponer, en la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, un análisis sobre “Políticas para el crecimiento del país y sus familias”.

El trabajo elaborado por FADA propone “4 claves y una forma concreta de implementación para no desfinanciar al Estado”, entre las que se encuentran la quita de retenciones, la unificación cambiaria, la eliminación de restricciones para exportar y reglas de juego claras. El trabajo también cuenta con el apoyo de la Fundación Barbechando, conformada por productores agropecuarios que siguen la agenda legislativa del campo.

En ese marco, el presidente de la Comisión de Agricultura, Ricardo Buryaile, agradeció la gran presencia de diputados, tanto de la oposición como del oficialismo. Incluso, hizo una mención especial a la asistencia del presidente del bloque del Frente de Todos, Germán Martínez.

En ese marco, también disertaron el presidente de FADA, Gustavo Vitelli, quien expuso los objetivos de esta entidad sin fines de lucro que se creó hace 14 años en la ciudad cordobesa de Río Cuarto. Lo propio hizo su par de Fundación Barbechando, Germán Paats, quien invitó a todos los presentes al “1° Congreso de Políticas Públicas para la AgroBioIndustria”, que se realizará el 27 de junio en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

A su turno, Buryaile también destacó el perfil técnico y apartidario de FADA. “Quiero contar una anécdota. Les ofrecí a sus integrantes que fueran mis asesores cuando asumí como diputado y me dijeron que no, porque no querían que se los vinculara políticamente y preferían preservar la independencia. Se puede acordar o no con lo que proponen, pero expresan libremente lo que piensan”.

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Las claves para crecer y efectos positivos

Al exponer las claves para lograr un repunte del 56% en la producción de granos, con lo cual se llegaría a un total de 213 millones de toneladas, Miazzo explicó que además de las 4 claves referidas también se suman otras medidas complementarias como apertura de mercados, quita de impuestos distorsivos y una mayor inversión en la infraestructura de transporte, entre otras.

En este contexto, se podrían generar más de medio millón de nuevos empleos, sólo contando el resultado de aumentar la producción de las cadenas de granos (aportaría el 80%), de carne de vaca y cerdo, más biocombustible (representarían el 20%).

“Cuando en su momento se quitaron las retenciones y las restricciones a la exportación de maíz y trigo, en solo 3 campañas la producción se incrementó un 68% y 40%, respectivamente. Acá estamos hablando de 10 años”, contextualizó Miazzo.

El economista reconoció la dificultad que hoy significa quitar las retenciones, y para eso expuso un plan para amortiguar el impacto fiscal.

Allí, se propone una baja inmediata del 12% de las retenciones a todas las exportaciones del agro, lo que en la práctica significa la eliminación de estas alícuotas en todos los productos del campo, que pagan un monto similar o menor a ese porcentaje, menos en soja, que bajaría del 33% al 21%.

A su vez, ese pago del 21%, que quedaría solo para la soja, dejaría de ser un derecho de exportación (DEX) como tal para transformarse en un crédito de certificado fiscal, hasta su eliminación total en 4 años.

Esta documentación funcionaría como un pago a cuenta de impuestos en soja. “El productor recibiría $79 cada $100 con esa baja inicial, y $21 en esos certificados, que en el futuro les servirían para pagar impuestos”, ejemplificó.

Si bien en los primeros 8 años se genera un perjuicio impositivo, Miazzo aseguró que sería “muy limitado” respecto a la recaudación total y al Producto Bruto Interno (PBI). Pero, sobre todo, es muy limitado en comparación con los “efectos positivos” que podrían conseguir, según argumentó.

Al respecto, ejemplificó que, en los primeros 4 años, el costo fiscal de caja acumulado sería de US$ 11.100 millones, mientras que el aumento del valor de la producción alcanzaría los US$31.000 millones.

Entre los otros resultados que se lograrían por estas políticas, también mencionó un incremento de la producción de granos de 76 millones de toneladas en 10 años, cuyo valor pasaría de US$55.000 millones a US$85.000 millones por año.

En esa década también se acumularía un incremento de producción de US$190.000 millones, el mercado de insumos sería US$7000 millones más grande y se requeriría una inversión en maquinaria nueva de al menos US$1000 millones. El incremento del gasto en fletes crecería hasta un máximo de US$2291 millones por año y acumularía US$14.000 millones en una década. Mientras que en los 4 años del próximo Gobierno se aportarían 2,9 puntos extra de crecimiento directo del PBI.

En cuanto al efecto que tendría la quita de los DEX en trigo y el maíz en el precio de algunos alimentos, aseguró que sería muy bajo y lo comparó con el actual contexto económico. En leche, el encarecimiento sería del 0,7%, lo que equivale a 3 días de inflación, y en carne de 2,1%, lo que representa menos de una semana de la inflación actual, según señala el análisis, entre otros ejemplos.

 

Retenciones y comparación con otros países

Si la producción de granos hubiese crecido al mismo ritmo que Brasil en los últimos 20 años, Argentina produciría US$ 34.000 millones de dólares adicionales por año en exportaciones, lo que representaría un repunte del 66% en la producción. “Gran parte de las discusiones económicas que hoy tenemos, no las tendríamos si la Argentina hubiese generado ese adicional durante 2022”, aseveró Miazzo.

Sobre eso, agregó que en sólo 5 países las retenciones representan más del 10% del total de impuestos que recaudan: Argentina, Bielorrusia, Costa de Marfil, Kazajstán y las Islas Salomón.

 Mientras que apenas otros 5 cobran entre el 1% y 10% en retenciones de lo que recaudan: Rusia, Papúa Nueva Guinea, Bahamas, República del Congo y Camerún. El resto de las naciones no cobran esta alícuota o es mínima.

Bajo estas circunstancias, aseguró, el crecimiento del PBI per cápita de los últimos 30 años en Argentina fue sólo del 56%, un porcentaje muy bajo comparado con Uruguay (324%), Paraguay (252%), Brasil (257%), Estados Unidos (176%), Canadá (149%), Australia (225%), Nueva Zelanda (314%), Ucrania (241%) y Rusia (294%).

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