Fueron tres veces en cinco días. El robo más grande el jueves a la noche, el lunes que se hizo peritaje nos habían robado de nuevo, y ese mismo lunes a la noche, nos cortaron alambres, rompieron cadenas y candados para entrar a cazar”.
Las palabras de Ramiro Conte sobre esta sucesión de hechos delictivos en el campo que arrienda su padre, Sergio. En dirección a Reserva y a pocos kilómetros de la ciudad, fueron víctimas de la acción de la delincuencia y hoy se encuentran haciendo guardia, armada, por temor a que vuelva a suceder, hasta que se tome alguna acción al respecto.
“En 28 años que estamos en Pringles, nunca nos pasó. La última fue la rotura de cadenas, candados, alambre, se escaparon los animales. Había caballos en la calle y si alguien los choca es responsabilidad nuestra” agregó.
En el establecimiento La Ñata, el jueves por la noche los delincuentes rompieron el candado de una tranquera y portón, para luego, con una camioneta trasladar diversas herramientas, que fueron valuadas en más de 2 millones de pesos.
La familia Conte al llegar al lugar el viernes, constató que la tranquera estaba abierta, y había animales fuera del establecimiento. Luego, en el interior del casco encontraron el portón abierto y el faltante de varias herramientas.
Los delincuentes se alzaron con un generador Honda, otro generador Sensei, una soldadora Inverter color naranja, una soldadora y compresor Gamma, los dos de color celeste, una hidrolavadora Dowen Pagio, color naranja, una amoladora Bosch, otra más chica marca Black & Decker, un taladro eléctrico Bosch de color azul y otro marca Hamilton de color naranja, 28 llaves y un juego de tubos Bahco, dos llaves de caño, dos llaves francesas Bahco, dos pinzas pico loro, tres pinzas de distinto tamaño, una caja plástica de herramientas, negra y azul, una motosierra Husqvarna, y una motosierra Poulan, una motobomba NIWA, un criquet botella de 20 toneladas; un criquet botella chico, una máscara de soldar
Otro robo de herramientas
En otro establecimiento rural, en cercanías a Reserva y a su vez cerca de la ruta 51, también robaron herramientas varias.
Fue en el lugar donde Fabián Azanza es empleado rural, y los delincuentes ingresaron a su vivienda.
“Esto pasó el domingo a la noche –dijo Fabián- El patrón tiene el campo arrendado, y robaron mi casa. Descalzaron una ventana balcón, entraron por ahí, y todo lo que se llevaron es lo que uso para trabajar”.
Los delincuentes sustrajeron una motosierra, generador de energía eléctrica Yamaha, y dos garrafas, valuadas entre 500 mil a 1 millón de pesos.
“En 20 años que estoy, es la tercera vez que entran, pero es la primera que hago la denuncia” finalizó.
ElOrden