Un paciente con cáncer avanzado eliminó signos tumorales con una terapia innovadora
Ocurrió en Brasil y después de un mes, el paciente logró la remisión de la enfermedad. Sin embargo, enfatizan que aún no es un tratamiento de rutina y que se deben realizar estudios adicionales.
Un tratamiento de algunos tipos de cáncer, desarrollado por el Instituto Butantan, la Universidad de São Paulo (USP) y el Centro de Sangre de Ribeirão Preto en Brasil, mostró buenos resultados y su uso en el Sistema Único de Salud (SUS) fue estudiado con éxito.
Llamado terapia de células CAR-T, el procedimiento ya se adopta en los Estados Unidos y otros países para tratar linfomas y leucemias avanzadas como último recurso. El término CAR se refiere a un receptor de antígeno quimérico. En esta forma de tratamiento, las células T del paciente (un tipo de célula del sistema inmunitario) se alteran en el laboratorio para reconocer y atacar las células cancerosas o tumorales.
“Los linfocitos T son células sanguíneas responsables de combatir infecciones y algunos tipos de cáncer”, explica Vanderson Rocha, profesor de Hematología, Hemoterapia y Terapia Celular de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP), también coordinador nacional de terapia celular de la red D’Or.
El cáncer es muy “inteligente”, dice Rocha. “Las células T ‘escapan’ un poco del reconocimiento de las células cancerosas. En el tratamiento, tomamos estas células del paciente, a través de la sangre, y las ponemos en el laboratorio para modificarlas genéticamente y ‘armarlas’ contra las células cancerosas”.
En el programa de tratamiento, uno de los pacientes tenía linfoma no Hodgkin. “Aproximadamente un mes después de la producción de estas células, podemos infundirlas en la sangre. Entonces, las células se dirigirán contra las células tumorales, porque son capaces de hacer esto, para poder combatir los tumores, en el caso de este paciente, el linfoma. Hubo una remisión completa un mes después de la inyección de estas células”, agrega el experto.
Quiénes participaron de las pruebas contra el cáncer
Como la terapia celular todavía está en fase experimental en Brasil, los pacientes hasta ahora han sido tratados de manera compasiva, es decir, por decisión médica, cuando el cáncer está en una etapa avanzada y no hay alternativas de terapia.
Los pacientes comenzaron el tratamiento en el Hospital das Clínicas da Faculdade de Medicina de Ribeirão Preto, en el interior de São Paulo, en 2019. En los Estados Unidos, la FDA (la agencia reguladora de salud del país) hizo la autorización para su uso por parte de la industria farmacéutica en 2017.
El desafío brasileño es hacer que la terapia sea accesible a gran escala a través de la salud pública, pero todavía hay un camino por recorrer para que esté disponible de forma gratuita.
“Las células son sacadas, enviadas a los Estados Unidos y devueltas a los pacientes. En el caso específico del grupo de estudio, toda esta producción fue realizada en Brasil, a través de la investigación y la ciencia, por la FAPESP (Fundación de Apoyo a la Investigación del Estado de São Paulo), por el CNPq (Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico), por el Instituto Butantã, por la Fundación Hemocentro, Facultad de Medicina de la USP, en la capital y en Ribeirão Preto. Fue todo un equipo de científicos el que permitió la fabricación de estas células”, dice Rocha.
Respuesta inmediata
Hasta la fecha, 14 pacientes han sido tratados con células CAR-T con fondos de la FAPESP y del CNPq. Todos los pacientes tuvieron remisión de al menos 60% de los tumores. La recuperación fue en la red del SUS.
“Las respuestas que estamos teniendo aquí, por supuesto en un pequeño número de pacientes, son muy similares a las que tenemos fuera de Brasil. Esto es muy importante”, señala Rocha.
El caso de una remisión de la enfermedad
Para uno de estos pacientes, Paulo Peregrino, la respuesta fue inmediata, dice el profesor de hematología. “En este caso, lo que llama la atención es la respuesta inmediata de un paciente que tenía muchos tumores. Luego, las imágenes muestran que desaparecen por completo en un mes. Recientemente repetimos las imágenes, y todo continúa en remisión. Quiero decir, él está libre del tumor en este momento. Sin embargo, para hablar de una cura, se necesitan algunos años, porque incluso haciendo esto, la enfermedad puede volver”, enfatiza.
Ante la noticia de la remisión completa del cáncer, Peregrino dijo estar sorprendido. Para él, la voluntad de participar en el estudio no era solo por la posibilidad de curación.
“Cuando me decidí por Car T Cell, sabía que era un estudio compasivo que podría usarse, y debería usarse, para que otras personas en el futuro pudieran tener un tratamiento con una mejor calidad de vida. Ese, para mí, fue uno de los objetivos desde el principio. En el momento en que me preparo para ser parte del estudio y dejo algo de conocimiento que pueda ayudar a otros en el futuro, lo estoy haciendo bien”, dice el publicista, que tiene 61 años.
Paul había estado tratando el cáncer durante 13 años
Primero, fue el cáncer de próstata en 2010, que trató hasta 2014. Luego, en 2018, descubrió el linfoma no Hodgkin, recuerda el profesor.
“Pasó por seis ciclos de quimioterapia, pero la enfermedad regresó después de unos años, por lo que se sometió a un trasplante autólogo de médula ósea. Sin embargo, en Paulo, la enfermedad regresó después del trasplante, entonces no había más posibilidad terapéutica y el cáncer estaba aumentando. Pudimos infundir la célula T, y tuvo esta maravillosa respuesta, ya está dado de alta”. Paul se recupera en casa.
El médico dice que fue emocionante ver la respuesta del paciente. “Es un tratamiento desarrollado en Brasil, relativamente reciente, y hemos tenido experiencia con otros casos, pero este realmente impresionó a todos. El equipo se sorprendió por la respuesta de este paciente, al que no teníamos mucho más que ofrecerle y que hubiera acudido a cuidados paliativos”, admite Rocha.