Los detalles que se van conociendo de lo que sucedía en la casa del horror de Punta Alta son a todas luces escalofriantes. Es evidente que los responsables son algunos más que los cuatro detenidos.
La investigación seguirá adelante con el rastreo de aquellos que pasaban por el lugar para abusar de las niñas.
Hasta el momento no hay datos firmes pero se cree que fueron decenas de individuos que se “servían” de los “servicios sexuales” y de las “preparaciones” que hacía la abuela, como la de disfrazar a sus nietas a pedido del abusador de turno.
Las víctimas comenzaron a contar el horror cuando llegaron a una iglesia. Allí las ayudaron a relatar los hechos, que incluía el sometimiento del padre de las niñas que les hacía “practicar” para adquirir “conocimientos sexuales” tocando los genitales de su propia madre drogada.