La historia del hombre que se camufló, sacó un arma y le pegó un tiro en la cabeza al violador de su hijo de 11 años

Lo hizo frente a las cámaras de TV. El caso ocurrió hace casi 40 años y volvió a viralizarse.
  •  El abusador asesinado era profesor de karate del niño abusado.  El abusador asesinado era profesor de karate del niño abusado.
  •  Jody, hoy adulto, con el libro que presentó sobre su propio sufrimiento.  Jody, hoy adulto, con el libro que presentó sobre su propio sufrimiento.
  • Jeff Doucet, el profesor abusador. Jeff Doucet, el profesor abusador.

En los últimos días se hizo tendencia en las redes sociales el video de un caso policial de Estados Unidos que ocurrió hace casi 40 años pero que dejó una de las imágenes más impactantes captadas por cámaras de televisión:  el asesinato del pedófilo Jeffrey Doucet por el padre de una de sus víctimas, Gary Plauche.

Leon Gary Plauché asesinó de un disparo y delante de las cámaras a Jeff Doucet, quien había secuestrado y abusado sexualmente de su hijo. El video del impactante momento se volvió viral tras ser publicado en estas semanas.

El hecho tuvo lugar el 16 de marzo de 1984 en el aeropuerto Baton Rouge, en el Estado de Louisiana. A pesar de que Pauché disparó y mató a Doucet, recibió una sentencia en suspenso de siete años con una probation de cinco años y 300 horas de servicio comunitario por el tiroteo, y no recibió una sentencia de prisión. Solo pasó un fin de semana en la cárcel.

En aquel entonces, el caso generó polémica ya que hubo gente que cuestionó si a Plauché se le debió acusar de asesinato. El hombre indicó que estaba en su derecho, y que ellos en su misma posición hubiesen hecho lo mismo.

 
La historia

En 1984 el niño Jody Plauché hacía karate con un profesor, Jeffrey Doucet, de 25 años. Justamente ?Doucet secuestró al menor, lo llevó a un hotel en California y lo violó. Después de una semana de su desaparición, el pequeño pudo llamar a su madre, lo que permitió que la policía lo rescatara y detuviera al Jeffrey.

Luego de dos semanas de que Jody regresara junto a su familia, Doucet llegó al Aeropuerto Metropolitano de Baton Rouge, en California, para enfrentar su juicio. Sin embargo, mientras caminaba a paso lento, escoltado por policías y grabado por las cámaras de televisión, recibió un tiro en la cabeza, que le provocó la muerte. 

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Su atacante era Gary Plauche, el padre del menor abusado, quien lo estaba esperando para hacer justicia por mano propia y vengar los delitos cometidos contra uno de sus hijos.

Inmediatamente después del disparo, los policías lo desarmaron y al reconocerlo le comenzaron a preguntar “¿Por qué Gary? ¿Por qué?", frase que luego de convirtió en el título de un libro que Jody Plauche publicó para contar su versión. 

El caso generó gran revuelo en Estados Unidos. Mientras algunos querían ver a Gary Plauche en la cárcel por el asesinato, otros lo defendieron. Gary recibió una condena de siete años en suspensión, con una probatoria de cinco años y 300 horas de servicio comunitario, pero nunca fue a prisión. 

En varias ocasiones se le preguntó si estaba arrepentido de haber asesinado a Jeffrey Doucet, ante lo que él siempre dijo que no. En 2014, falleció debido a problemas cardíacos. 

 
La palabra del hijo

Jody, quien ahora bordea los 50 años, contó que en un primer momento se sintió enojado por la decisión de su padre, pero después comprendió que era un verdadero héroe. "Creo que para muchas personas que no estuvieron satisfechas con el sistema de justicia estadounidense, mi papá es un símbolo de justicia", dijo a The Sun Online. 

"Mi papá hizo lo que todos dicen que harían, pero solo unos pocos hicieron. Además, no fue a la cárcel. Dicho eso, no puedo y toleraré su comportamiento. Entiendo por qué hizo lo que hizo", resaltó.

El asesinato en realidad fracturó la relación entre Jody y su padre, pero, aunque Gary se arrepintió de todo el episodio, no se arrepintió de dispararle a Doucett. "Me dijo que pensó que iba a morir, así que sintió que no tenía nada que perder. También me dijo que uno de ellos, si no los dos, moriría esa noche", dijo Jody a The Sun Online.

Pasaron algunos meses antes de que las cosas volvieran a la normalidad.

"Siendo católico, creo que, habiendo quitado una vida humana, sus primeros pensamientos fueron que iría al infierno... y estaba de acuerdo con eso. El sacerdote local le lavó los pies y le dio la absolución y el perdón de Dios, así que creo que eso lo ayudó mentalmente a lidiar con el evento", dijo Jody.

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