Los terraplanistas son una pequeña comunidad que fue ganando un gran número de adeptos a través de Internet y que, como su nombre lo indica, asegura que la Tierra es plana.
De acuerdo con con sus adherentes, la Tierra no es más que una superficie llana que flota en el espacio sobre la que el sol y la luna se mueven de forma estacionaria, afirmación que contradice la creencia de que ésta gira sobre su propio eje.
El "loco" Mike Hughes era una gran exponente de esa corriente, que murió hace tres años en un terrible accidente. Justamente quería demostrar, con un cohete casero, que la Tierra era plana. Pero el plan falló y cayó en picada desde gran altura.
El accidente fue grabado porque iba a formar parte de Homemade Astronauts, una serie de televisión del Science Channel de EE.UU. sobre fabricantes de cohetes caseros. “Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia y los amigos de Mike Hughes durante este momento difícil. Siempre fue su sueño realizar este lanzamiento y nosotros estuvimos allí para hacer una crónica de su viaje”, comentaron en su momento.
El terraplanista tenía la intención de lanzarse a 1.524 metros de altura para demostrar su teoría. Pretendía sacar imágenes desde allí arriba porque defendía que no existe una curvatura en el horizonte, algo que según su razonamiento debía ocurrir si la Tierra es esférica. Por estos planes hace tiempo que se popularizó anteponer un “Mad” –loco, en inglés– a su nombre.
Este estadounidense sexagenario, conductor de limusinas de profesión y astronauta aficionado que pretendía llegar al espacio, perdió el paracaídas de su cohete al poco de despegar. En el video que fue compartido hace tres años se ve como la tela de protección se desprende al momento mientras la nave va cogiendo altura de forma descontrolada. Acto seguido, el aparato cae sin control contra el suelo sin que Mike Hughes pudiera escapar.
Mike Hughes se pasó los últimos años de su vida recaudando fondos para la construcción de su propio cohete. Tras varias "misiones" canceladas por dificultades técnicas y negativas burocráticas, el 25 de marzo de 2018 logró por primera vez su sueño de despegar. Avanzó verticalmente a una velocidad de 563 km/h y alcanzó los 571 metros de altura sobre el desierto de Mojave (California).
Tuvo un aterrizaje brusco, pero aquella vez sobrevivió a la sacudida. No pudo demostrar su teoría terraplanista, de ahí que quisiera subir más alto. En febrero de 2020 murió durante un nuevo intento.