Una petrolera chica arrancó con una suba de 4% en los combustibles e YPF se sumó más tarde
Así se acordó tras la reunión del Gobierno con las petroleras: suben los combustibles y habrá impacto en la inflación. La suba ya estaba prevista, pero se atrasó dos días.
Las petroleras habían acordado con el Gobierno un incremento mensual del 4% en el precio de los combustibles. Eso iba a suceder el día 15 de cada vez, entre abril y agosto. La secretaría de Energía, Flavia Royón, convocó el martes a una reunión a las petroleras para abordar este tema. Se suponía que podía venir un congelamiento.
La primera en dar el puntapié inicial fue PUMA, YPF tardó en definirse, pero finalmente, poco antes de ajustar sus valores en las estaciones de servicio de la compañía, envió un comunicado a la prensa: "YPF comunica que, a partir de las 08:00 del miércoles 17 de mayo aumentará el precio de sus combustibles un 4% promedio país por tipo y grado de combustible".
Ante la demora en la confirmación de la petrolera estatal, en el mercado consideraban que YPF podía dar marcha atrás con el aumento. "Es el único que, por participación de mercado, puede frenar esto", deslizó un competidor.
Entre petroleros circulaba una versión sobre un supuesto semáforo verde oficial a los incrementos. En general, cuando una marca aumenta los precios, el resto la imita. Una sola vez YPF fue en contra de esa tendencia y obligó al resto a retroceder. Fue la excepción a la regla.
Aunque Puma es la cuarta empresa en participación de mercado (detrás de las marcas YPF, Axion y Shell), en los privados había mayor predisposición a imitarla que a dejar los precios quietos. "A menos que el ministro (Sergio Massa) comunique algo, los importes de los combustibles subirán entre miércoles y jueves", aseguraron en otra empresa.
"A menos que Massa salga con un anuncio 'para frenar la inflación', las compañías entienden que pueden aplicar los aumentos antes hablados, que están por debajo de la inflación", contaron las refinadoras.
Las compañías siguen creyendo en la necesidad de recomponer los precios. “Un 4% de aumento, con un 8% de inflación es poco”, razonan en una petrolera que prefiere no dar su nombre. “El aumento del 4% promedio es ficticio. Después, los incrementos en algunas provincias del interior terminan siendo muy superiores”, refutan desde el Gobierno. Quizás haya acuerdo en un punto medio al respecto, especulan en el sector. "En lo que va del año los combustibles aumentaron 18% frente a una inflación de 32% y una devaluación de 25%", justificaron en otra marca.
Aunque los economistas suelen cargar contra la suba de los combustibles como un causante de la inflación, expertos del sector aseguran que talla en cerca del 0,4% del IPC.
Los precios de los combustibles subieron entre 60% y 122% en 2022. Durante los primeros 8 meses de este año, el incremento rozará el 36%, en caso de cumplirse con lo acordado. Es menos de la mitad de la inflación general proyectada para ese período.
Durante este año, se pactaron dos tandas de “precios justos” para los combustibles. El primero fue entre diciembre de 2022 y marzo de 2023. Una corrección mensual del 4% y una última de 3,2%. La segunda tanda de aumentos, desde abril hasta agosto, implica una remarcación mensual del 4%, que sucederá todos los días 15 de cada mes (abril, mayo, junio y julio). En agosto, cuando se celebren las elecciones primarias abiertas (PASO), ya no habrá aumentos.
El acumulado de los aumentos de combustibles para el período enero-agosto de 2023 está entre 36% y 37%, si se cumplen con las previsiones de los dos acuerdos de precios anunciados hasta ahora. Aunque no se puede determinar cuál será la inflación de esos meses, los analistas calculan una suba en el costo de vida que superará el 120% anual.
El precio de la nafta "súper" está entre $ 175 y $ 190 en Buenos Aires, dependiendo de la bandera. En el caso de la súper, está más cerca de los $ 225, aunque también hay fluctuaciones según la marca. El gasoil está a $ 190 y el "premium" a $ 270. En el último invierno, conseguir gasoil fue una tarea dificultosa.
"Con este desfasaje no podemos pagar los aumentos de salarios acordados con el gremio”, aseguraron en la principal cámara de estaciones de servicios.
Con este acuerdo, Energía delega en la próxima administración la responsabilidad de ajustar los precios de los combustibles. Las petroleras dicen que aceptaron este acuerdo a cambio de correcciones en materia de impuestos.