El miedo ordena. Urgidos por un sostenido deterioro de su intención de voto como marca, los líderes de Pro alcanzaron en la mañana del lunes un primer acuerdo de "reglas de juego" para evitar una deriva negativa del duelo por la candidatura presidencial entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Una “mesa chica”, con los dos candidatos más Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, resolvió en 90 minutos y sin fotos un compromiso que había sido imposible de alcanzar en reuniones previas repletas de asistentes, pero carentes de definiciones. El comunicado final es tan sintético como sustancioso. Sus cuatro puntos habilitan una profusa lectura entre líneas. Ante todo transmiten al mundo político un mensaje contundente: la cúpula del Pro decidió desescalar el conflicto antes de asomarse al abismo de una ruptura.
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¿Qué cedió Bullrich y qué Larreta para llegar a este acuerdo?
Los dos se comprometieron a que haya un solo candidato del Pro a jefe de gobierno porteño, seleccionado a partir de encuestas de acá a dos semanas. Eso marca un límite al juego de Larreta de instalar a Fernán Quirós en detrimento de Jorge Macri. Con esto pone un freno a la ansiedad de Mauricio Macri, que le reclamaba no haber gestionado correctamente la sucesión de la Ciudad, el bastión que considera vital para el destino de Pro. Su gran temor es que ese juego acabe por abrirle la puerta de un triunfo al radicalismo de Martín Lousteau.
Un pedido no escrito que hizo Larreta fue ser él quien anuncie al elegido cuando esté resuelto, en su condición de jefe de distrito. Horas después organizó una recorrido con foto acompañado de los dos participantes del casting demoscópico.
Bullrich tuvo que asumir que en la provincia cada uno deba anotar a su propio candidato a gobernador. Larreta se resistió a que Diego Santilli, que aparece primero en las encuestas, quede como único postulante.
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¿A quién encargarán las encuestas para definir al elegido en la Ciudad?
El comunicado habla de "encuestas que se realizarán en los próximos días" y que se anunciará el ganador hacia fines de mayo. No aclara quién hará los sondeos, cómo se financiarán y con qué metodología. Fuentes del Pro relativizan este punto. "El termómetro de las encuestas está roto desde hace tiempo. Lo vimos en 2019, cuando pensábamos que Macri peleaba las PASO y perdimos por 15 puntos. Se van a analizar distintos estudios, cuantitativos y cualitativos, pero no esperen una gran encuesta que dé un resultado a todo o nada. Será una cuestión de sentido común", explica uno de los asistentes a la cumbre de la cúpula opositora. En el búnker bullrichista señalan: "Lo de hoy (por el acuerdo anunciado) fue la forma elegante de admitir que el candidato va a ser Jorge, porque en 15 días Fernán no se va a instalar lo suficiente como para imponerse". El larretismo lo relativiza. “Hay tiempo y ahora todos están más tranquilos”, dicen.
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¿Cómo afecta lo acordado a Martín Lousteau y los demás candidatos opositores?
El candidato radical espera la definición del Pro para saber a quién enfrentará en las PASO de JxC. Su acuerdo con Larreta incluye las reglas de competencia -la elección con boleta única electrónica le quita el problema del arrastre presidencial-, pero sabe que el jefe porteño tendrá que mojarse en la campaña en favor de su rival interno. En el radicalismo hay quienes suponen que le conviene competir contra Jorge Macri, ya que Quirós tiene un perfil ideológico más cercano. "Es un punto a mirar con detalle -dicen en el larretismo-. Hay que medir quién está mejor en relación a Lousteau, porque está claro que de ellos tres va a salir el próximo jefe de gobierno".
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¿Por qué, en cambio, se decidió que haya competencia interna en la provincia de Buenos Aires?
Larreta ve a Santilli como un activo de su campaña. Apostó por él en 2021, cuando cruzó la General Paz y le ganó al kirchnerismo como candidato a diputado nacional. Pese a la presión de Macri, se resistió a negociar que su boleta de gobernador fuera pegada a los dos presidenciables del Pro. Bullrich analizó la conveniencia del candidato único aunque nunca estuvo del todo convencida. Vidal, que promueve la candidatura de Cristian Ritondo, opinó que lo ideal es que cada candidato presidencial lleve un armado propio en Buenos Aires. Argumenta que eso mejorará la movilización proselitista. Y exhibe los números de 2021, cuando JxC organizó unas PASO en la Provincia y obtuvo los mejores resultados históricos de la coalición en el distrito. La clave, insiste, es que la competencia sea "civilizada", como fue la de Santilli y Facundo Manes.
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¿Qué candidatos tiene Patricia Bullrich para su boleta y cuándo decidirá?
La candidata recorre la provincia con tres aspirantes a la boleta principal: Javier Iguacel, Néstor Grindetti y Joaquín de la Torre. Además, Ritondo pulsea por quedarse con ese lugar, apoyado por Vidal. En el entorno de Bullrich dicen que ella tomará la decisión después de que se desate el nudo de la Ciudad de Buenos Aires. Suponen que todavía puede haber "una vuelta más" en la discusión que obligue a revisar los planes.
Sobre todo, porque todavía no se sabe la fecha de las elecciones generales. Kicillof convocó las PASO para el 13 de agosto, junto con las presidenciales, pero advirtió que podría separar los comicios decisivos para gobernador. En un escenario de desdoblamiento podría crecer la presión sobre Larreta para investir a Santilli como "el candidato de todos".
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¿Qué pasará con la incorporación de nuevos dirigentes a Juntos por el Cambio?
Un punto medular del acuerdo dice que habrá "una posición única del Pro en relación a la incorporación de nuevas fuerzas políticas a Juntos por el Cambio". La traducción tiene dos nombres: José Luis Espert y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. Con ambos negocia Rodríguez Larreta, ante la suspicacia de Bullrich. El liberal Espert anunció el sábado que quiere ser candidato a presidente por JxC. A partir del acuerdo, ese proyecto entra en zona de dudas: Bullrich lo ve como una estratagema de Larreta para restarle votos a ella. Y Macri quedó herido por un mensaje de Espert en redes sociales donde habló de corrupción en el gobierno de Cambiemos.
Schiaretti blanqueó la semana pasada que dialoga con Larreta la conformación de un "frente de frentes por fuera de la grieta". Es una idea que no seduce ni a Macri ni a Bullrich y que hace un ruido fuerte en el frente cordobés, donde Luis Juez busca arrebatarle la gobernación al peronismo.
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¿Hay posibilidad de que al final del camino quede una sola candidatura presidencial del Pro?
Hoy lo descartan tanto Bullrich como Larreta. Ambos creen que las PASO son el mejor instrumento para fortalecer su liderazgo y que el acuerdo de este lunes es un movimiento decisivo para establecer reglas de convivencia que eviten una interna dañina de cara a las generales. Macri y algunos dirigentes opositores han abierto la puerta a la idea de una oferta unificada como vía de encolumnar a toda la coalición y frenar el crecimiento de Javier Milei. "No se puede cerrar esa puerta al menos hasta que sepamos quiénes serán los candidatos en Ciudad y en Provincia, pero hoy parece lejano", dice un dirigente que trajina todas las orillas de JxC.
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¿Cuánto influyó el crecimiento de Milei en el acuerdo?
Mucho. En JxC son conscientes de que las peleas internas envían un mensaje delicado hacia el electorado en estos momentos de zozobra económica y desdibujan cualquier propuesta a futuro que pretendan instalar. Lo explica una de las figuras centrales del Pro: "Nosotros nacimos como herramienta para combatir al kirchnerismo. Hoy el kirchnerismo se está derrumbando solo y nosotros quedamos obligados a reinventarnos. Milei vende otra cosa: habla de dolarización y de casta, que son conceptos simples que seducen a una porción de la población, harta de los fracasos colectivos. Tenemos que empezar por ordenarnos. Si nos peleamos, nos ven como 'casta' y además no escuchan qué ideas superadoras y cumplibles tenemos para el futuro".