La abogada de Thelma Fardín realizó hoy un embate contra la credibilidad de Carla Lescano, cuyo testimonio mina la credibilidad de todas las pericias ofrecidas en la denuncia. No importa que Carla sea hermana de la actriz. No importa que su madre la haya entregado desde los 7 hasta los 12 años a la voracidad del papá de Thelma, para que la torturara y la abusara sexualmente. No importa que haya pasado un calvario hasta ver a su victimario en prisión. No importa que la caza de brujas iniciada por las actrices haya golpeado a su hijo de 15, escrachado por una acusación que luego fue retractada. A Carla Lescano no hay que escucharla, o no hay que creerle, porque toda la viabilidad de la denuncia depende de que ella se calle.
Lo que haya sucedido hace 10 años en un cuarto de hotel de Nicaragua, entre una joven que no dominaba su poder de seducción hipertrofiado y fetichizado por el mundo de la farándula, y un hombre de 45 años, padre de familia y padrino artístico de todo el reparto, nunca será esclarecido por un tribunal. Siguiendo el relato de Thelma, ella no supo negarse ni oponer resistencia frente al arrebato sufrido en una relación asimétrica y, quizás por ese motivo, durante muchos años se sintió responsable. Estos hechos pueden ser gravísimos, sin embargo, palidecen frente a los espantosos ultrajes que frecuentemente sufría la hermana de la actriz cuando ambas eran niñas.
Carla Lescano es hermana de Thelma Fardín por parte de madre. Desde los 7 a los 12 años fue abusada sexualmente por José Luis Fardin, el papá de Thelma.
En su momento la prensa referenció que la niña fue sometida a “golpizas y todo tipo de torturas“. Durante la investigación judicial, la joven fue sometida a innumerables pericias que permitieron determinar una condena de 15 años de prisión para su violador, José Luís Fardín.
Carla y Thelma
La mamá de Thelma perdió la tenencia de Carla, pero no fue condenada. Sin embargo, según expresó el Juez interviniente, Carlos Rozanski: “nunca he percibido una actitud tan perversa como la de esta mujer, que respondió con agresiones a la preocupación de la docente que comunicó los abusos, advirtiéndole que no se metiera“, “no sólo se trata de una madre que entregó a su hija, sino que lo hizo con un grado de sadismo difícil de comparar“.
Carla salió del infierno, y se fue a vivir con su tía, la reconocida bailarina Lidu Caggiano. Thelma no tuvo la misma suerte, siguió viviendo con su madre agresiva, entregadora, perversa y corruptora, que la ayudó a iniciar una temprana carrera en la farándula.
Nadie en el mundo tenía más motivos que Carla para mantenerse alejada de los Fardín y sus dramas, hasta que su hijo de solo 15 años, cayó presa del furor justiciero iniciado por la Colectiva de Actrices a partir de la denuncia de Thelma. Las acusaciones contra joven patagónico fueron retractadas, y pudo sobrellevar los escraches mejor que Agustín, el adolescente de Bariloche que se suicidó en medio de la persecución #miracomonosponemos. En ambos casos, las acusadoras retractadas eran adolescentes que se dejaron llevar por el ejemplo de las actrices.
A partir de entonces Carla empezó a hablar, primero en su muro, luego en grupos de organización y difusión de escraches, finalmente brindó una entrevista cuya versión completa será emitida por Radio del Centro (de La Falda, Córdoba) el próximo sábado.
“La persona de la que están hablando, la hermana de la que abusaron, soy yo” reconció Carla al aire. “Yo no tengo relación con mi mamá desde los 12 años, cuando me sacaron de mi casa y le dieron la tenencia a mi tía, la hermana de mi mamá“. “Tratamos de recomponer el vínculo (con Thelma) porque fue siempre muy difícil porque es una chica que tiene bastantes problemas psicológicos y psiquiátricos“. “Yo estoy segura de que él (Darthés) no la violó“. “Mi mamá estuvo acá en Bariloche con su hermana (Lilí Caggiano), y mi hermana (Thelma) la llamó diciendo que se iba a suicidar 20 veces. Yo sé que ella hubiese contado esto y hubiese hecho de esto algo mucho más popular, mucho tiempo antes si hubiese sido verdad. Está claro que no es verdad lo que está diciendo, que es una mentira“.
Carla pone en duda las declaraciones de su hermana “Me refiero al colectivo y a la mentira de, después de 10 años, salimos a decir que nos violaron. Cuando a mí me pasó de verdad yo pasé por 800 pericias médicas, me revisaron 20 médicos, me investigaron hasta la uñas del dedo gordo del pie, tengo un montón de pericias médicas y psicológicas, me hicieron cámaras Gesell, un montón de cosas. Y ahora parece que la moda es salgo, digo: ‘Hola, me violaron hace diez años’, y está buenísimo“.
La sororidad selectiva de La colectiva
Esas declaraciones cayeron como balde de agua fría en el seno de La Colectiva. Su abogada, Sabrina Cartabia, emitió un comunicado que fue rápidamente viralizado por una militancia radicalizada que le cree a todas las mujeres que se animan a hablar, excepto a Carla. En los tweets, la letrada se refiere a la hermana de Thelma como “entorno familiar”, y sostiene que son puras creencias sin validez, con objeto de desprestigiar la lucha por “las mujeres”.
La abogada de Fardin fue consultada por la prensa respecto a los dichos de Lescano. “Es la creencia de una persona que no estuvo en el lugar de los hechos ni cuenta con un conocimiento sobre lo ocurrido” sentenció Cartabia “Y esto no se define judicialmente por creencias, se define con pruebas“. Extraño argumento por parte de alguien que asegura que siempre hay que creerle a las víctimas.
La querella de Fardín, que sostuvo su acusación ofreciendo pericias psiquiátricas que demostrarían la existencia de traumas compatibles con el padecimiento de abusos sexuales, omitió mencionar que Thelma era hija de un pedófilo que violaba y torturaba a su hermana con anuencia de su madre.
Y Carla, por su parte, tuvo que cerrar sus redes sociales para esquivar las entusiastas agresiones propinadas en nombre de la sororidad con Thelma, porque cuando una mujer se anima y habla, hay que creerle…