Deseo sexual: por qué disminuye y cómo recuperarlo
La disminución del deseo sexual puede tener su origen en causas muy diversas. La sexóloga Romina Barraza explica los distintos abordajes según la razón del problema.
La disminución del deseo sexual puede tener su origen en causas muy diversas. En consecuencia, también el abordaje es distinto según la razón del problema.
Hay dos grandes líneas donde buscar la raíz de este descenso: lo orgánico y lo conductual. Así lo explicó a Clarín la médica y sexóloga Romina Barraza, tras aseverar que “la falta de deseo sexual es multifactorial y hay que evaluar cada situación particular”.
Entre las cuestiones orgánicas que pueden afectar el deseo, la especialista mencionó las alteraciones en los niveles hormonales, ya sea por estar muy altos o muy bajos. Por otra parte, añadió, algunos medicamentos y tratamientos también pueden generar complicaciones en este sentido.
El estrés atenta contra el deseo sexual. Foto ilustración Shutterstock.
Respecto a lo conductual, la médica destacó que es importante tener en cuenta el contexto y determinar si la persona está volcando su energía en otro lugar o pasando por una situación de estrés o preocupación.
“El estrés, en general, hace que el deseo baje porque el cerebro detecta que la persona está en una situación de peligro. Ese contexto no predispone a un encuentro sexual”, aseguró.
La especialista se refirió también a la discronaxia sexual, algo que se da cuando una pareja no coincide en los tiempos, la intensidad o la frecuencia del deseo. "En ese caso hay que ver las causas; lo que se intenta es negociar, aunque suele ser difícil", dijo.
Por último, Barraza afirmó que otra razón va de la mano de la ausencia de estímulos adecuados. Al respecto -y contra todo lo que enseñó el porno mainstream- resaltó que el deseo es dinámico pero no espontáneo. Por eso, para que esté despierto hay que trabajarlo.
El deseo de desear
Muchas veces el deseo sexual se vuelve un mandato, una orden, una exigencia más. Si la persona no tiene deseos de desear no hay ningún tratamiento que hacer”, afirmó.
Pero si la persona anhela aumentar el deseo varios son los pasos que se pueden dar y cada tratamiento dependerá de la causa del problema. Entonces intervendrán profesionales de distintas ramas de la salud.
“El abordaje es multidisciplinario”, anticipó la médica. En ese contexto, una de las primeras indicaciones será realizar los análisis clínicos correspondientes para poder evaluar, por ejemplo, si los valores hormonales están por fuera de lo normal.
“Desde la terapia sexual vamos a abordar todo lo que tiene que ver con lo conductual, todo lo que tiene que ver con la pareja, qué estamos haciendo para estimular el deseo”, explicó Barraza.
En ese marco, destacó el rol de las fantasías, a las que describió como un “sinónimo del deseo”. Dentro de las herramientas existentes para incentivar la imaginación al servicio de la sexualidad destacó tanto el papel de la literatura como de la lencería erótica. Y, fundamentalmente, recomendó generar espacios para la pareja que rompan con la monotonía.
“Hay que potenciar el erotismo, hacer las cosas que nos gustaron en algún momento o agregar algo novedoso”, cerró la sexóloga.