Todo un país lo conocía, perdió una fortuna en el “corralito” y se alejó de la TV: así está hoy Roberto Parra

El ganador de Gran Hermano, de ahora 53 años, se dedica al rubro textil; supo ser “el chico del momento” pero, pese a su insistencia, no pudo seguir en los medios de comunicación
  • A más de 20 años de ganar GH, Roberto Parra habló sobre su paso por el reality A más de 20 años de ganar GH, Roberto Parra habló sobre su paso por el reality
  • Roberto Parra ganó la segunda emisión de GH Roberto Parra ganó la segunda emisión de GH
  • Roberto hoy tiene 53 años Roberto hoy tiene 53 años
  • Roberto se alejó de las cámaras tras su triunfo en GH Roberto se alejó de las cámaras tras su triunfo en GH
  • Roberto Parra junto a su madre Roberto Parra junto a su madre

Hace 22 años, la vida de Roberto Parra cambió completamente. Había tomado la decisión de dejar su trabajo para ingresar a la segunda edición argentina de Gran Hermano, tras el éxito de la primera. Entre los 14 participantes, fue quien apagó la luz de la casa al ser el elegido de la gente como el campeón. Un aislamiento crudo, un país devastado y un contrato rescindido marcaron sus días en aquel entonces. Hoy, lejos de las cámaras, vive días tranquilos con su familia y un imborrable recuerdo del momento más popular de su juventud.

A dos meses del final del primer Gran Hermano Argentina, con Marcelo Corrazza como ganador, y con un rating arrasador, la segunda emisión salió al aire. La apuesta era similar, con 14 participantes y diversas pruebas que debían atravesar para llegar a la final. Silvina Luna, Gustavo Conti, Ximena Capristo, Alejandra Martínez y Pablo Heredia aún mantienen aquella fama que ganaron al ser participantes del reality y, aunque no lograron ganar, sus nombres hoy forman parte de la farándula argentina.

No así el caso del ganador del juego, Roberto Parra, que tras un shock de fama repentina se alejó de las cámaras. “Siempre dije que yo las bases las tenía. Tenía 30 años y una buena educación y nunca me la creí porque te la hacían creer”, recordó en una reciente entrevista en Mañanísima (Ciudad Magazine) el hombre de ahora 53 años, que tuvo una reaparición en los medios tras la nueva versión de Gran Hermano, que finalizó en marzo de 2023.

En la actualidad, Roberto se dedica al rubro textil con la fabricación de indumentaria laboral. Este trabajo lo comenzó luego que la fama que le había brindado su exposición en el reality comenzara a disiparse, luego de 10 meses de haberse consagrado campeón.

“Nunca me sentí explotado. Lo que me dolió es que (tenía) un contrato de tres años con la posibilidad de dos más, yo me moví para ver si podía incursionar en todo lo que es los medios y el teatro y a los diez meses te rescinden el contrato y te ponés un poco mal”, recuerda lo sucedido tras una exitosa temporada de verano de teatro, que lo impulsó a seguir por ese camino. Pero las puertas se habían comenzado a cerrar, con la combinación de la llegada de la crisis económica del país.

En ese entonces, como otros miles de argentinos, Parra fue víctima del corralito, una medida que impidió que quien tenía dinero en dólares en entidades bancarias de todo el país pudiera acceder a ellos.

PUBLICIDAD

“El día que salí (de la casa), Cavallo estaba dando las medidas económicas. Gané 200.000 pesos que eran 200.000 dólares. Yo salí el 1° de diciembre del 2001 y mi abogado me hizo los papeles el 11 de diciembre y se cobraba a los 60 días. Para el 11 de febrero el dólar estaba $4″, recuerda sobre aquel entonces. En principio, al estar ocupado con los destellos de la fama no intentó hacer el cambio monetario con la moneda extrajera, pero más tarde lo hizo y obtuvo 50 mil dólares. Con diversas ganancias que hizo en aquellos meses pudo invertirlo en fabricar ropa, su actual empleo.

En sus redes sociales se muestra con su familia, a quien describe como el pilar más grande de su vida, algo que siempre tuvo presente al ser lo que más extrañó durante su aislamiento por el juego, tal como lo recordó. Ahora, agradece haber ingresado al reality, también, por haber sido una solución para su padre, a quien le cedió el trabajo que él dejó para entrar a la casa, ya que estaba desocupado al quebrar su fábrica, un escenario frecuente en la época por la crisis.

“Me la jugué, no estando bien anímicamente, lo fui superando y el encierro me probó”, recuerda sobre su paso por el formato más famoso del mundo, que le dejó diversas enseñanzas al enfrentarse a sus propias batallas. Lejos de las cámaras, dejó atrás aquellos días de popularidad y exposición.

Comentar esta nota
Más de Sociedad