Hace poco más de una década, Victoria Villarruel araba en las piedras con su prédica "contramemoria" de recordación de las víctimas militares y civiles de la guerrilla de los 70. Era parte de agrupaciones de retirados y de la "familia militar", que muy lejos del poder de otros tiempos, se oponían a los juicios por lesa humanidad que volvía a impulsar el gobierno de Néstor Kirchner. Ahora, de la mano de Javier Milei que la ha elegido como su compañera de fórmula presidencial -como informó este domingo Clarín- Villarruel podría ser la presidenta del Senado, si las cosas se dan como las piensa el ascendente economista de derecha.
Villarruel, 48 años, graduada en la UBA, ya había sido la "elegida" de Milei cuando en 2021 lo secundó en la lista de candidatos a diputados por la Ciudad. Es su compañera de bancada de La Libertad Avanza en Diputados, pero ha mantenido bastante el bajo perfil. No es su estilo la polémica estruendosa, aunque sus ideas sí puedan levantar polvareda: sostiene que "no hubo 30 mil desaparecidos" y que "los terroristas que hicieron atentados en los 70 tomaron el poder, reescribieron la historia y se garantizaron la impunidad".
"Con Milei siempre decimos, se van a tener que tomar medidas incómodas y políticamente incorrectas. Somos los únicos dos diputados que votan en contra de leyes que son para pagar favores políticos o contentar a colectivos de la sociedad, todas leyes que deben ser derogadas", sostiene.
Después de 2003 cuando se derogaron las leyes de perdón y los militares de la represión volvieron a ser juzgados, Victoria fundó el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas (CELTYV). Simplificando, una suerte de CELS "de los militares", buscando darle un perfil "académico" dentro de un mosaico de agrupaciones castrenses reactivadas ante las políticas del kirchnerismo, que tenían amplia aceptación. El CELTYV, que nació en 2006, era un desprendimiento de AUNAR, una agrupación nacionalista que había sido fundada en 1993 por el ex jefe de Inteligencia de Campo de Mayo en 1976 y último jefe de la Policía Bonaerense en al dictadura, el general Fernando Verplaetsen.
Villarruel es hija del teniente coronel retirado Eduardo Marcelo Villarruel, fallecido en 2021, veterano de Malvinas donde fue el segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, que comandaba Aldo Rico. El militar nunca ocultó su participación en el controvertido Operativo Independencia en 1975 (ordenado por el gobierno constitucional), siendo teniente, y su "lucha contra la subversión", diploma incluido; en 1987 el entonces ministro de Defensa Horacio Jaunarena ordenaría su arresto por negarse a jurar la Constitución, una actitud que adoptaron muchos cuadros medios de las FF.AA. en esa época efervescente de alzamientos carapintada.
A su vez, por parte de madre Villarruel es nieta del contralmirante Laurio Hedelvio Destéfani (fallecido en 2017), historiador naval autor entre otras obras, de los diez tomos de la Historia Marítima Argentina, y que fue miembro de número de la Academia Nacional de Historia.
Una vieja historia familiar tendría incidencia sobre la vida política de Victoria. A principios de los 60 el abuelo Destéfani fue destinado un año a España a investigar en el Archivo Real. En un hotel de vacaciones trabó amistad con Manuel Aznar Acedo (1916-2001), falangista que había participado de la Guerra Civil como oficial franquista en tareas de propaganda. Su hijo por entonces de 9 años era José María Aznar, futuro presidente del gobierno español por el Partido Popular.
Para las navidades las tarjetas de saludos nunca dejaban de llegar a Buenos Aires a casa de los Destéfani. La madre de Victoria contactó a Aznar en una visita a Buenos Aires y en 2007, Aznar recibió a Victoria en Navacerrada, donde tenía la sede de su fundación. Y le abrió la puerta de la poderosa AVT, la Asociación de Víctimas del Terrorismo fundada en 1981 y que nucleaba a familiares y víctimas de la ETA.
Esos lazos de prolongaron en el tiempo, con el muy modesto CELTYV, dándole una instancia de legitimación internacional.
Los más recientes contactos de Milei en España, con la derecha de Vox, se atribuyen en parte a la red de contactos de Villarruel.
En Los otros muertos (2014), que escribió con Carlos Manfroni, sitúan en más de 1.000 las víctimas de la guerrilla. Y ponen acento particular en las víctimas civiles. Una "contramemoria" o una memoria incómoda para el relato kirchnerista de los 70, que dominó la escena en los últimos lustros.
Aunque pueda pensarse lo contrario, "Vicky" no integra el círculo íntimo de Milei -que sigue reducido a su hermana Karina "El Jefe" Milei, y el armador nacional Carlos Kikuchi-. Aunque ellos cuentan que se conocieron por twitter, sigue siendo un secreto celosamente guardado cómo fue que ella llegó a la lista de diputados en 2021, secundando a Milei.
Si Villarruel va de vice, queda abierto el casillero de la candidatura a gobernador/a. Victoria había dado pasos en ese sentido el año pasado al asumir como presidenta del Partido Demócrata de la Provincia. ¿Y ahora?
“Me tildan de genocida, me tildan de facha, de negacionista, los mismos que justifican los crímenes del comunismo en todo el mundo", había dicho en el cierre de campaña hace dos años. "Si robarse todo en nombre de los pobres es ser de izquierda, soy de derecha", desafió y elogió la campaña "más rebelde" de los últimos años. Las coordenadas de la rebeldía, parte del debate que genera el mileismo en este tiempo.