Estados Unidos: un estudio identificó que varios productos de uso diario contienen sustancias tóxicas
Uno de los químicos detectados en 40 artículos es la dietanolamina, que está clasificada como un posible carcinógeno y cuya utilización en cosméticos está prohibida en Canadá y la Unión Europea
NUEVA YORK.- Más de 100 tipos de productos de consumo corriente contienen al menos una, y a menudo varias, sustancia química que están vinculadas con el cáncer o con problemas reproductivos o de desarrollo, según una investigación publicada el martes en la revista Environmental Science & Technology.
Muchas de estas sustancias químicas se encontraron en productos de cuidado e higiene personal, como esmalte de uñas, champú, lociones y jabones. Los productos de limpieza, sobre todo los que sirven para limpieza de uso general, detergentes para ropa y jabón para platos, también contienen muchas sustancias químicas. El grupo más numeroso de estos productos fue el que se usa en lugares de trabajo como fábricas o construcciones, los cuales incluyen adhesivos, desengrasantes, lubricantes y selladores.
Con el propósito de elaborar la lista de los productos dañinos, un grupo de investigadores del Silent Spring Institute y la Universidad de California, campus Berkeley, cotejaron dos bases de datos alimentadas por el estado de California. La primera fue la lista que creó la Junta de Recursos del Aire de California de los productos vendidos en ese estado que emiten compuestos orgánicos volátiles (o VOC, por su sigla en inglés), los cuales son sustancias químicas que fácilmente se convierten en gas y se liberan en el medio ambiente. La segunda fue una lista de sustancias químicas identificadas como carcinógenas o tóxicas para la salud reproductiva o el desarrollo por la Propuesta 65, conocida oficialmente como la Ley de Agua Potable Segura y Protección contra Sustancias Tóxicas de California.
Al comparar ambas bases de datos, los investigadores descubrieron 33 VOC identificados por la Propuesta 65 como nocivos para la salud. Estas sustancias aparecieron como ingredientes en 105 categorías de productos de consumo diferentes.
“Lo que en realidad nos alarmó fue el nivel de exposición”, señaló Kristin Knox, la científica de planta del Silent Spring Institute que encabezó la investigación. “Las personas pueden estar expuestas a la misma sustancia química en varios productos distintos”. Algunos productos también contienen muchas sustancias químicas diferentes.
Uso diario
Kurunthachalam Kannan, profesor de investigación en el centro médico Langone Health de la Universidad de Nueva York que estudia la exposición de los seres humanos a las sustancias tóxicas y que no participó en el estudio, comentó que los resultados no le sorprendían. “Estos compuestos orgánicos volátiles se encuentran en casi todos los productos que usamos: los productos de consumo, los de higiene personal y los cosméticos”, afirmó.
Los investigadores también identificaron 11 de las sustancias químicas y 30 de las categorías de los productos “como objetivos inmediatos de restricciones regulatorias o de reformulación por parte del fabricante”. Cerca de dos terceras partes de los productos eran de higiene personal o de limpieza que la gente usa en sus hogares. Muchos de ellos también son utilizados por profesionales de la limpieza, mecánicos, trabajadores de la construcción o empleados de salones de belleza y manicura, quienes posiblemente están expuestos a niveles más elevados de estas sustancias químicas que el consumidor promedio.
Es común que los trabajadores no tengan mucha autoridad “para controlar los productos que usan en su lugar de trabajo y a lo que están expuestos”, aseveró Megan Schwarzman, médica y científica de salud ambiental en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de California, campus Berkeley, y coautora del artículo. Como consecuencia, señaló, se requieren medidas regulatorias que protejan a los empleados de estas sustancias químicas.
Según los investigadores, una de las sustancias químicas identificadas más preocupantes fue la dietanolamina, la cual está clasificada como un posible carcinógeno por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer y cuyo uso para cosméticos está prohibido en Canadá y la Unión Europea. La dietanolamina aparece como un ingrediente en 40 artículos, entre ellos jabones, lociones, productos para el cabello y productos de limpieza en el hogar.
El formaldehído, el cual se usa como conservante, también estuvo en los primeros lugares de la lista. Es un conocido carcinógeno que también está prohibido en la Unión Europea para su uso en cosméticos y que se encontró en diecisiete categorías de productos. El formaldehído ha sido objeto de varios estudios que evalúan la calidad del aire en los salones de manicura. (Aunque muchos productos de consumo no tienen la obligación de mencionar sus ingredientes, los productos de cuidado e higiene personal sí deben hacerlo, por lo que en sus etiquetas aparecen tanto la dietanolamina como el formaldehído).
El hecho de que estas sustancias químicas sean liberadas al medio ambiente las hace especialmente preocupantes, afirmó Knox. “Si estás usando un producto que tiene muchos VOC, el problema no es solo que untes ese producto en tu cuerpo, sino que también lo liberes en el aire”. Como resultado, dijo, otras personas en el hogar, como por ejemplo niños pequeños, podrían estar expuestas incluso si no están usando el producto.
Población vulnerable
Los niños y las mujeres embarazadas son especialmente vulnerables a estas sustancias químicas. “Durante el periodo intrauterino, el organismo en desarrollo es mucho más sensible al efecto de la exposición química que nosotros como adultos”, afirmó Schwarzman. “Entonces, el mismo nivel de, digamos, una exposición a solventes causa efectos muy diferentes cuando dicha exposición ocurre prenatalmente que cuando ocurre en la edad adulta”.
Según los investigadores, una manera de limitar la exposición a algunas de estas sustancias químicas es elegir productos de higiene personal y de limpieza en el hogar que no tengan fragancia. Debido a que el aroma tiene que ser liberado en el medio ambiente para que podamos olerlo, las fragancias son una fuente habitual de VOC. Los investigadores también recomendaron usar estos productos en áreas lo más ventiladas posible.
Una pregunta que aún no tiene respuesta es en qué nivel de exposición comienzan a surgir los problemas de salud. Es muy probable que en dosis pequeñas y poco frecuentes el riesgo que plantean la mayoría de estas sustancias químicas sea bajo. Sin embargo, según Kannan, en el caso de las sustancias químicas encontradas en los productos de uso común, incluso pequeñas cantidades de exposición pueden acumularse con el tiempo.
“¿Qué efectos son los que vemos cuando, por ejemplo, el producto se usa diariamente durante 70 años sin interrupción?”, preguntó Kannan. Durante todo ese tiempo, “estamos expuestos a cientos, si no es que a miles, de este tipo de sustancias químicas”.