Una mujer paraguaya canjeó a su hija de tres años entregándola a su pareja, un narcotraficante, por US$ 13 dólares en crack (30 dosis). Los agentes del Departamento de Investigación de Homicidios de Paraguay detuvieron a dos involucrados con antecedentes uno de los cuales convivía, desde hace dos años, con la hermana de 12 años de la víctima.
Ocurrió en el Departamento del Amamba (Paraguay). Luz Maida, una nena de tres años, dormía en su cama cuando a mitad de la noche Aurelia Salinas, su mamá, Aurelia Salinas, de 42 años, la despertó para entregarla a los brazos de un hombre a cambio de las dosis de crack.
En las imágenes de CCTV incautadas por la policía se puede ver al novio de Aurelia Salinas caminando a primera hora de la mañana del viernes llevando en andas a Luz, que todavía estaba viva.
Al día siguiente, vecinos de la zona encontraron el cuerpo sin vida de la pequeña en una casa abandonada del asentamiento Romero Cué, de Pedro Juan Caballero -capital del Departamento del Amamba- límite este con Brasil.
Según los informes preliminares de los agentes del departamento de investigación de homicidios de la policía nacional paraguaya, la niña habría fallecido por asfixia o ahogamiento.
Las imágenes difundidas en los medios se la pueden ver a Luz Maida, de pelo lacio, mirada tímida y con su vestido azul con los personajes de Forzen impresos.
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Capturados
Según trascendió el medio última hora de Paraguay, los agentes del departamento de investigación de homicidios detuvieron a Jorgelino Guanes Benítez (28), con antecedentes por violencia familiar y coacción; y a Milciades Javier Cristaldo Mongelós (32), quien tenía una orden de captura por abuso sexual a niños. Este último convivía en concubinato, desde hace dos años, con la hermana de 12 años de edad de la víctima.
Según la declaración del propio Mongelós fue hasta el asentamiento donde vivía Luz Maida para comprar drogas. Allí se encontró con varias personas, entre ellas con la madre de la pequeña Aurelia Salinas.
Mongelós reconoció que acompañó a Aurelia Salinas a su casa para continuar tomando bebidas alcohólicas y fumar. Luego ambos se habrían ido a la casa abandonada donde, al otro día, encontraron Luz Maida.
Según relató el comisario: “Allí uno de los sujetos le habría ofrecido dinero y unas dosis de crack a la mamá, quien accedió a la coacción, al abuso sexual contra la niña”.
“Del acto participaron tres personas, en presencia de la madre, dos de las cuales ya están detenidas y una aún se encuentra prófuga”, según mencionó un testigo.
Según trascendió desde la propia investigación, consumado el crimen, la propia madre habría ido a su casa a buscar un balde con agua para limpiar a la víctima y los indicios del abuso.
El jefe policial señaló que la persona buscada “está plenamente identificada”. Además, especificó que son cuatro personas las que participaron directamente del homicidio junto a la madre.
El fiscal José Luis Torres, a cargo de la investigación, espera los resultados de la autopsia realizada a la niña para ver modificar la carátula de la causa. Según informaron las autoridades intervinientes, en los próximos días sabrán con exactitud la causa del fallecimiento de la pequeña.
El médico forense del Ministerio Público de Pedro Juan Caballero, Pablo Lemir, indicó que las pruebas de laboratorio que ayudarían a determinar la causa de la muerte. Según la agencia brasileña top mídia news los resultados estarán disponibles en los próximos 20 días.
Lemir adelantó que ya se realizaron las pruebas de toxicología y anatomía patológica. El profesional reconoció que también se encuentran a la espera de los resultados del laboratorio para identificar si las lesiones ocurrieron antes o después de la muerte de la niña.
Otros casos similares
En Paraguay, durante el 2022 se recibieron 3.800 denuncias por abuso sexual en niños en las fiscalías. “El 85% de las víctimas fueron mujeres; mientras que el 95% de esas denuncias comprobadas fueron cometidas por hombres. De esos abusadores, el 85% pertenecían al círculo familiar”, explicó Aníbal Cabrera Echeverría, de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia.
Para el experto, más allá de lo alarmante de las cifras señaló que las autoridades no tienen un seguimiento adecuado. Y denunció que “el abuso sexual está naturalizado y que a los niños se los ve como objetos de placer de los adultos”.