Más de 600 aves en peligro de extinción fueron rescatadas: así operaba la red de tráfico de animales
Solo quedan cerca de 2.000 ejemplares de cardenales amarillos adultos en América Latina.
A lo largo de los últimos años, la natalidad de los cardenales amarillos disminuyó exponencialmente y en la actualidad solo quedan 2.000 ejemplares adultos en América Latina. Esta caída está relacionada al tráfico de animales que ve como un producto exótico a estas aves. Sin embargo, las graves consecuencias de su comercialización para esta especie son altísimas.
En los últimos días, luego de un megaoperativo, los investigadores del Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina (PFA) desbarataron una red de tráfico de fauna silvestre y detuvieron a quince personas.
Como resultado de distintos allanamientos en varios puntos de Santiago del Estero, Tucumán, Entre Ríos, Gran Buenos Aires y Capital Federal, lograron rescatar más de 600 animales y, entre ellos, 69 cardenales amarillos, una cantidad muy importante para la biodiversidad y que se encuentra en peligro de extinción.
En medio del contexto de la emergencia sanitaria por la gripe aviar, fueron destinados a un recinto especial en el predio del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
Rescate histórico de cardenales amarillos: el comienzo de la investigación
A partir de una denuncia de venta irregular de animales exóticos, en 2021 comenzó la investigación y desde allí se realizaron diferentes tareas de campo, escuchas telefónicas y seguimientos. Así, se logró establecer la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico de especies protegidas.
Luego de que estos animales eran capturados, con una variada logística entre autos, micros de larga distancia y camiones, los escondían entre equipajes y cargas para no ser detectados en los controles. Así llegaron a proveer a otros intermediarios, que abastecían a quienes comercializaban por redes sociales y otros métodos.
A lo largo de todo este proceso, se sumaron serios hechos de maltrato y crueldad animal que en muchos casos terminaron con la muerte de innumerables especies, llegando a sobrevivir solo un 30% de los animales transportados. Esto se debía a la falta de agua, comida y los lugares donde eran ubicados para ser trasladados.
Los animales fueron destinados a distintos recintos para su recuperación, pero los cardenales amarillos, de manera particular, se encuentran en un recinto del Senasa, que posee un proyecto de conservación específico con esta especie en peligro de extinción y una vez que sean testeados y se verifique que no posean gripe aviar, podrán ser trasladados a las instalaciones del Centro de Recuperación de Especies Temaikèn (CRET), en Escobar, para completar su recuperación sanitaria y comportamental.
Los cardenales amarillos: el triste símbolo del tráfico de fauna silvestre
Actualmente, estas aves son tomadas como el símbolo del tráfico de fauna silvestre, por ser una de las principales víctimas. “Están perdiendo su hábitat por el corrimiento de la barrera económica pero además, por este accionar; se roban muchos de estos animales de la naturaleza porque es un ave hermosa, canta muy lindo y resulta atractiva para quienes los buscan como aves de jaula”, explicó Alicia de la Colina, coordinadora de investigación de la Fundación Temaikén, a TN.
A causa de tanta extracción, solamente quedan 2.000 ejemplares adultos en toda su distribución, que incluye al sur de Brasil, centro de Uruguay y, en su gran mayoría, el centro de Argentina, de acuerdo a la estimación que hizo la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en el 2018.
“Encontrar en un decomiso casi 70 animales es un impacto tremendo al tráfico y para la población, son muchos animales que habían sido sustraídos de la naturaleza, pero es posible reinsertarlos nuevamente”, destacó la coordinadora.
Además, explicó que en la fundación actualmente trabajan en el Proyecto Cardenal Amarillo desde hace más de cinco años y señaló que no es un proceso simple. “No es solo abrir una jaula, tienen que pasar por un periodo de cuarentena, suelen estar en muy malas condiciones físicas, con mucho o bajo peso porque están mal alimentados, falta de plumas, falta de capacidad de vuelo. Prácticamente no tienen musculatura porque están en jaulitas muy chiquitas”, resaltó.
La vuelta a la naturaleza
Luego de los chequeos correspondientes, se los ubica en espacios para realizar la cuarentena. “Es un animal muy territorial, entonces es muy fácil de capturarlo porque se defiende muy agresivamente cuando uno pone un llamador y eso hace que no pueda convivir en una jaula con otras especies, ni con otros individuos de la propia. Es por eso que se necesita mucho especio para recuperarlo y al momento tienen asignados una jaula grande de ocho metro para cada uno para que de esa manera puedan mejorar la musculatura y así poder volar”, aclaró de la Colina.
La especialista también insistió la importancia de su recuperación comportamental. “Estuvieron encerrados mucho tiempo, a veces se pasan meses desde que los roban hasta que la Policía los rescatan, entonces es como que apagan su respuesta frente a los predadores”, explicó.
“Una vez que tenemos elegido el sitio de liberación, la aprobación de todas las autoridades para poder reinsertarlos y tenemos garantizada gente que pueda colaborar con el monitoreo para después supervisar que todo haya salido bien, les hacemos unos ejercicios de reconocimiento de depredadores donde evaluamos su capacidad de respuesta, y si no es buena trabajamos hasta que conseguimos una mejor”, aclaró la mujer.
En la actualidad, el cardenal amarillo perdió tanto hábitat que está muy fragmentada la población natural. Es por esto que empezó a diferenciarse genéticamente: los que son del Litoral no son los mismos que los del oeste, cantan distinto, las hembras responden distinto, tienen diferente brillo. “Te llegan animales a Buenos Aires y no sabes de dónde son, es por eso que hacemos los análisis genéticos para determinar el origen y con toda esa información programamos la liberación”, detalló.
“Después de cinco años de trabajo, en todas las liberaciones que hicimos que fueron mas de diez, hemos logrado un éxito de reinserción garantizada, animales que seguimos monitoreando casi el 50% con registro de descendencia, que es la mejor noticia: que los animales que vos liberás puedan dejar pichones da la pauta de que les estás haciendo bien y es muy satisfactorio ver que le pudimos dar una segunda oportunidad a cada uno de ellos y que quizás, si seguimos trabajando así, articuladamente entre tantas instituciones, realmente podamos revertir la situación de esta especie tan amenazada”, resaltó la coordinadora de investigación de Temaikén.
En el mismo sentido remarcó que en este tipo de investigaciones, como sucedió en esta oportunidad, comienzan cuando un ciudadano comprometido se involucra y denuncia.
El rescate, producto de un trabajo articulado entre el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, a través de la Brigada de Control Ambiental (BCA), Dirección de Flora y Fauna de la provincia de Buenos Aires, SENASA y la Policía Federal significó un fuerte golpe para la cadena del tráfico.
Cómo denunciar el tráfico de animales silvestres
En la Unidad Fiscal de Investigaciones en Materia Ambiental (UFIMA): 25 de Mayo 179, 3° piso, CABA.
Teléfono: (011) 4342-9886/4342-9887
Mail: ufima@mpf.gov.ar
Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible www.argentina.gob.ar/ambiente/buzonverde