El 29 de julio de 2017 la vieron por última vez. Anahí Benítez había salido de su casa de Parque Barón, del partido bonaerense de Lomas de Zamora, para dar un paseo y nunca más apareció. Cinco días después su cuerpo fue encontrado desnudo, con lesiones cortantes, golpes en la cabeza, y enterrado en la Reserva Natural Santa Catalina. La autopsia determinó que había sido estrangulada, drogada y abusada.
Se inició un juicio que apuntó a dos personas: Marcelo Villalba y Marcos Bazán. El primero porque se encontró ADN suyo en el cuerpo de la víctima y el segundo porque Anahí había sido encontrada muerta a metros de su casa. Ambos fueron condenados a prisión perpetua. Sin embargo, el 28 de diciembre de 2021, la Cámara de Casación decidió anular la condena, disponer la realización del nuevo juicio y, medio año después, la libertad de Bazán.
El 1° de marzo de 2023, casi seis años después del femicidio, comenzó el segundo juicio por el crimen de la joven que en ese momento tenía 16 años. Pasaron once audiencias, decenas de testigos e infinidad de pruebas que acusan a los imputados, mientras que otras se perdieron por el paso de tiempo.
Este miércoles tenía fecha de inicio la etapa de alegatos en el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora. Sin embargo, se suspendió la jornada porque los jueces llegaron excesivamente tarde debido a la protesta piquetera en los diferentes accesos.
De esta manera, se programaron para el 19 de abril los alegatos de la fiscal Marisa Monti y luego el abogado del particular damnificado, Guillermo Bernard Krizan. En tanto, el 25 de abril será el turno de Manuel Garrido, defensor de Marcos Bazán y director de Innocence Proyect Argentina, la organización que apoyó desde un primer momento al acusado.
Esa organización es la principal apuntada por Silvia Pérez Vilor, la mamá de Anahí Benítez. “Nunca en mi vida escuché tantas mentiras juntas. Fue horrible este juicio, peritos comprados, la fiscal no valora las pruebas y tienen muchas ganas de ocultar las cosas”, dijo a TN la mujer, que espera el desenlace final con muy pocas expectativas.
Claro, Silvia había encontrado una condena para dos de los acusados -asegura que hay otras cinco personas más implicadas en el femicidio- y hace poco más de un año le quitaron eso. No se la nota preocupada por el futuro de Marcelo Villalba- del que dijo que “está muy comprometido”-, pero sí se la nota pendiente de lo que pueda decidir el tribunal sobre Marcos Bazán.
El abogado de Pérez Vilor, Guillermo Bernard Krizan, reconoció que si bien hay una serie de “pruebas indiciarias” que complican al dueño de la casa en la que estuvo Anahí antes de ser asesinada, difícilmente se pueda llegar a una condena a prisión perpetua como se determinó en el primer juicio.
Durante la última audiencia del juicio, Marcos Bazán declaró por primera vez. Aceptó sólo preguntas por parte de su defensa y se negó a contestar cualquier interrogante que pudiera proponer el abogado del particular damnificado o la fiscal. “Dijo que no estaba, que no sabía y que fue inocente. No dijo nada nuevo, no aportó nada ni a favor ni en contra”, señaló a TN el abogado Guillermo Bernard Krizan.
El letrado fue claro con respecto a la situación procesal de los imputados: “La prueba contra Villalba es contundente: el ADN en Anahí, tenía el celular de ella y dos o tres jóvenes declararon que fueron abusadas por él. Tiene un perfil de abusador. Vamos a pedir la perpetua por robo, privación de la libertad, abuso sexual agravado y homicidio”.
Mientras que para Bazán, la situación parece ser distinta. “No hay que olvidarse que en el juicio anterior fue condenado por prueba indiciaria y no existió la prueba de ADN. Había muchos indicios, pero el tiempo diluye prueba. En el juicio anterior teníamos prueba más importante que me habilitó a otra calificación legal y el pedido de una pena más alta”, aclaró el abogado, quien probablemente pedirá que lo condenen por encubrimiento agravado, un delito cuya pena máxima son los seis años, con lo cual Bazán podría quedar en libertad.
Tanto el abogado como la mamá de Anahía coinciden, por lo visto durante las once audiencias que desarrolló el juicio, en que la fiscal probablemente desistirá de acusar a Bazán. “No estoy muy contenta con su actitud porque no hace hincapié en las pruebas. Me parece tendenciosa”, apuntó Pérez Vilor.
A menos de un mes para que se conozca la sentencia -según pudo saber TN sería en los primeros días de mayo- la mamá de Anahí ya no guarda ilusión: “No tengo expectativas, tengo esperanzas. Antes tuve expectativas cuando creí que lo que se había demostrado era suficiente y no lo fue. Ahora también creo que es suficiente, pero no quiero tener expectativas porque esto viene con muchos puntos oscuros”.
“Yo pongo una vez más una ficha en la Justicia. Apelo al gran criterio de los jueces que hasta ahora lo han tenido, los noté muy coherentes y objetivos. Vamos a ver qué pasa. Las cosas que yo veo ellos también la ven”, agregó la mujer, que ya no encuentra justicia por su hija: “La Justicia lerda no es justicia. Mi hija ya no lo necesita porque no está”.
Del perito estadounidense a la prueba del perro Bruno
Uno de los momentos más resonantes del segundo juicio por el crimen de Anahí Benítez fue la aparición de Jeff Schettler, un policía y adietrador de canes estadounidense contratado por la defensa que apuntó contra el trabajo de Diego Tula y el perro Bruno, quienes siguieron el rastro de Anahí hasta encontrarla. “Esto no parece un trabajo profesional, parece un show”, señaló Schettler, quien también dijo que “no se tuvo el menor cuidado en el levantamiento de las pruebas”.
La mamá de Anahí Benítez criticó la declaración del adiestrador y acusó: “No le quedaban más peritos acá. Todos los que estaban acá saben como se trabaja y ninguno iba a decir las barbaridades que dijo este. Dijo tantas pavadas que no se podía creer lo que estaba diciendo. Estaba intentando defender las mentiras. Me da impotencia porque sé cómo pasaron las cosas y mienten”.
Guillermo Bernard Krizan, por su parte, realizó una crítica más técnica: “Lo que me llama la atención de lo extraterrenal de este hombre es que explicaba lo que pasaba en Estados Unidos y acá no hay ni guantes de latex para levantar una prueba. La realidad es totalmente diferente”.
“Él critica que había muchas personas en la casa de Bazán, pero acá nuestro código dice que vos tenes que entrar con dos testigos, un personal de la policía científica, con el dueño de la casa o algun familiar, que en este caso era el primo, y con el adiestrador. Menos de cinco personas no pueden entrar en un procedimiento con nuestro código”, dijo.
En ese sentido, Silvia Pérez Vilor destacó el trabajo de Diego Tula y el perro Bruno: “Las marcaciones que hizo Buno son perfectas. ¿Cómo pueden decir que el perro trabaja mal con todo lo que hizo? Me parece que ya es hablar de más”.
Las pruebas claves que complican a Marcos Bazán
- El lugar donde encontraron a Anahí Benítez. La joven de 16 años fue enterrada a metros de la casa donde vivía Marcos Bazán. “Si no conoces bien la reserva no podes llevarla a ese lugar sin que nadie se diera cuenta”, señaló Guillermo Bernard Krizan.
- La comida. La perito que analizó el cuerpo de Anahí remarcó que en su cuerpo había arroz con zanahoria, mismo alimento que se encontró en la olla que estaba dentro de la casa de Marcos Bazán.
- La víctima tenía naftaleno en sangre y en el pelo. “Si una persona estuvo tirada en una honguera recién pintada puede llegar a tener naftaleno en el pelo”, destacó Krizan. Silvia Pérez Vilor, por su parte, agregó: “El lugar donde marcó Bruno estaba impregnado de naftaleno por todos lados”.
- La tijera que apareció en la casa de Bazán. El artículo escolar que se encontró en el lugar era del mejor amigo de Anahí, Lautaro Morales, quien reconoció que le pertenecía.
- La llave. Anahí contaba con una llave que, casualidad o no, abría una reja externa de la casa de Marcos Bazán.
- La Pala. La tierra que estaba en la pala que se encontró dentro de la casa de Bazán coincidía con la tierra del terreno en el que estaba enterrada Anahí Benítez. “Se allanaron todas las casas de Santa Catalina, y se incautaron todas las palas y la única que dio positivo fue la que tenía Bazán”, remarcó Silvia Pérez Vilor.
“La prueba fundamental es el ADN de Villalba, acá hay todos indicios. Hay un montón de doctrina y jurisprudencia que dice que la conjunción de indicios deriva en una prueba directa. ¿Tanta mala suerte tuvo Bazán? Vos podés explicar varias, pero no todas. Es justificar lo injustficable”, aseguró Bernard Krizan.
A su vez, el abogado reconoció: “No tengo pruebas de que él la haya abusado y matado. Hoy no. Pero sí prestó una colaboración, aunque sea mínima, como para que los últimos dos días haya pasado lo que pasó. Incluso sin la participación de él. Porque el iba y venía o prestó la casa. Él prestó su consentimiento. Incluso pudo haber dado indicaciones para sacarse de encima a Anahí”.
En esa misma línea, la mamá de Anahí agregó: “Él tiene la responsabilidad de que las cosas pasaron en su casa. Si él no habla es culpable de todo. Si dijera la verdad sería distinto. Se mantiene en la postura de que él no la conocía a Anahí.
La crítica a Innocence Proyect y las sospechas de la mamá de Anahí Benítez: “Se compran voluntades y testigos”
Desde un primer momento Marcos Bazán fue apoyado por la organización Innocence Proyect, que se dedica a defender personas presuntamente inocentes que se ven involucradas en juicio donde no tuvieron ninguna responsabilidad. La mamá de Anahí apuntó contra la fundación.
“Son cinco abogados los que están ayudando a Bazán, cuando yo tengo uno que está trabajando gratis. Pusieron mucha plata, trajeron un perito de Estados Unidos”, señala Silvia. Según acusaron desde el entorno de la madre de la víctima, Jeff Schettler -el perito que apuntó contra Diego Tula- cobró alrededor de US$20.000.
Pérez Vilor señaló que muchas organizaciones de Derechos Humanos lo apoyan al acusado y que eso le genera “rabia e impotencia porque ellos no estuvieron ahí y no saben lo que pasó”. “Cuando la plata y el poder están en el medio nunca sabés con qué te pueden salir porque se compran voluntades y testigos”, señaló.
La crítica hacia Innocence Proyect por parte de Silvia Pérez Vilor viene acompañada por algunas sospechas con respecto a la investigación. Una de ellas relacionada con las pruebas: “Se encontraron tres cabellos de 60cm de largo. Uno se encontró en el borceguí de Bazán, otro en el tacho de basura de su casa y otro en el pasto. Se mandaron a analizar los tres cabellos y el genetista declaró que le llegaron dos de los tres sobres vacíos, pese a que el acta decía que tenían contenido, y en el tercero no se pudo encontrar ADN”, denunció.
Por qué se hace un segundo juicio por el femicidio de Anahí Benítez
El 28 de diciembre de 2021, la Cámara de Casación anuló la condena a prisión perpetua para Marcos Bazán y decidió que debía realizarse un nuevo juicio para los acusados debido a que el jurado había demostrado “parcialidad” durante el juicio. La decisión llegó a raíz de una nota que presentó la defensa cuando llegó el momento de apelar.
La mamá de Anahí dijo que la nota “estaba plagada de mentiras” y que “la persona que la firmó tachó su firma”. Para ella, “Casación compró todas esas mentiras” y por eso decidió que se realizara un nuevo juicio. Incluso, reveló a TN que tuvo una reunión con el juez que dictaminó el segundo juicio.
“Me dijeron que el fiscal era un corrupto y que Diego Tula un payaso. Me empezó a contar cosas que no concordaban, y le dije que vimos juicios distintos. Yo le conté lo que realmente había pasado en el juicio, y parecía que el buen hombre lo escuchaba por primera vez. El juez se enteró por mí de las pruebas que incriminan a Bazán. En un momento miró por la ventana, se agarró la cabeza y dijo ´menos mal que no lo absolví´, dijo Pérez Vilor. Sin embargo, medio año después dejaron en libertad a Bazán.
A diferencia de Silvia Pérez Vilor, Krizan se mostró de acuerdo con la anulación del primer juicio. “Lo que critica Casación del Tribunal es que fue arbitrario. Me llamó la atención que el tribunal anterior preguntaba como si fuesen algunas de las partes y ese era el trabajo de la fiscalía o de la defensa. Eso los tilda de poco objetivos porque ellos no pueden preguntar. Hacían preguntas que no se habían formulado por ninguna de las dos partes. Ellos tendrían que haber escuchado y dictar la sentencia”.
“La libertad de Bazán desde el punto de vista constitucional no me parece incorrecta, porque hay un principio constitucional de que no podes tener a un tipo indeterminadamente en prisión preventiva. Los procesos tienen que durar dos años, en casos excepcionales tres”, agregó.