La posibilidad de reinserción social de un violador es un tema que genera distintas opiniones, a favor y en contra. Algunos creen en la recuperación. Otros, ven esa cuestión de imposible cristalización. La sentencia que en las últimas horas dictó la justicia local permite abonar, con pruebas más que contundentes, la segunda de las hipótesis.
El 31 de marzo pasado, un jurado popular declaró culpable a Gustavo Andrés Suárez por abuso sexual en perjuicio de una nena, hecho ocurrido en Tres Arroyos. Y, en las últimas horas, la jueza Verónica Vidal le impuso a Suárez una pena de 20 años de prisión.
La magistrada condenó al violador por abuso sexual simple y abuso sexual con acceso carnal agravado por el daño ocasionado a la salud de la víctima.
Según la investigación de la UFIJ Nº 6 de Tres Arroyos, a cargo de la fiscal Natalia Ramos, los hechos ocurrieron en 2011 cuando Suárez le tocó las partes íntimas a una menor de 7 años en un domicilio de aquella ciudad.
El depravado estuvo preso cumpliendo condena por delitos contra la integridad sexual hasta 2011 y, a la vista de lo ocurrido, el estar privado de la libertad no sirvió para su recuperación.