Peligro de depredación: la maniobra oculta que ideó China para adueñarse de la pesca en el mar Argentino

Los buques poteros están instalados desde hace tiempo en el límite de la zona económica exclusiva local, en la Patagonia. Sin embargo, hace 10 años que Beijing compra empresas argentinas y se queda con el negocio interno.
  • Peligro de depredación: la maniobra oculta que ideó China para adueñarse de la pesca en el mar Argentino
  • Imagen satelital de la actividad por fuera de la zona económica exclusiva. La concentración de luces son entre 500 y 600 buques extranjero que pescan calamar. Imagen satelital de la actividad por fuera de la zona económica exclusiva. La concentración de luces son entre 500 y 600 buques extranjero que pescan calamar.
  • Vista aérea de un potero pescando de noche en el sur de la Argentina. Vista aérea de un potero pescando de noche en el sur de la Argentina.
  • Peligro de depredación: la maniobra oculta que ideó China para adueñarse de la pesca en el mar Argentino
  • Un potero chino en plena pesca de calamar en el sur de la Argentina Un potero chino en plena pesca de calamar en el sur de la Argentina
  • Quiquinte murió a bordo de un barco chino con bandera argentina porque no fue atendido a tiempo. Quiquinte murió a bordo de un barco chino con bandera argentina porque no fue atendido a tiempo.

En la milla 200 del mar Argentino, justo donde termina la zona económica exclusiva de la Argentina, una luz intensa ciega momentáneamente a quienes se acercan en barco de noche. Cuando la vista se acostumbra, lo que se ve son miles de lámparas que entre 500 y 600 buques extranjeros sostienen sobre el agua.

Son barcos poteros que se dedican a capturar calamar illex, una especie que, durante el verano del hemisferio sur, abunda en el mar patagónico. Los costados de los barcos están chorreados de una sustancia marrón, viscosa. Es la tinta de millones de calamares que son depredados en ese ecosistema cada día. En una buena noche de pesca, las capturas pueden ser de hasta 50 toneladas.

INFORME ESPECIAL

Según datos de la ONG Oceana, el 70% del tiempo de pesca en la zona pertenece a buques chinos. El resto se divide entre Corea del Sur, Taiwán y buques de pesca arrastrera de España o Portugal. Argentina apenas cubre entre el 1 y el 3% de las horas de pesca.

Por legislación internacional, toda actividad que ocurra detrás de la milla 200 está completamente desregulada. Son aguas internacionales de libre pesca. La Argentina solo puede actuar si los barcos cruzan a la zona económica exclusiva local, donde solo pueden pescar navíos con bandera argentina. Sin embargo, el ecosistema no reconoce fronteras.

La depredación en la milla 200 acumula denuncias desde hace años que van desde condiciones de esclavitud arriba de los barcos y pesca ilegal hasta captura de especies protegidas.

PUBLICIDAD

Sin embargo, según el análisis de documentos oficiales y entrevistas exclusivas, TN comprobó que en los últimos 10 años empresas chinas fueron ingresando al país a través de la compra de pesqueras locales. Es decir que hoy, quienes pescan irregularmente por fuera de la zona económica exclusiva, también lo hacen adentro con tripulantes extranjeros, barcos propios, pero bandera argentina.

¿De dónde salen las luces flotantes?

Cada año, entre noviembre y mayo, la gran flota pesquera extranjera se posa en el mismo lugar: el Agujero Azul. Justo fuera de la zona económica exclusiva argentina, este espacio marino que está frente al golfo de San Jorge, entre Chubut y Santa Cruz, es donde se alimentan especies como el calamar, la merluza y la merluza negra.

Pese a su riqueza biológica y ecosistémica, la zona no tiene ningún tipo de protección internacional o local. Y como son aguas internacionales, la Argentina no tiene injerencia en esa actividad.

Dos tipos de barcos pescan en el lugar: poteros (que sacan calamar ayudados por unas potentes luces) y arrastreros (que pasan sus redes por el fondo marino para capturar merluza).

Según datos de la organización Global Fishing Watch, en 2017 los poteros pescaron 130.789 horas en la temporada alta de calamar del Agujero Azul. En 2022, cinco años después, ese número llegó a 354.367. Casi el triple.

Cientos de barcos con sus potentes lámparas depredando el océano sin control. La intensidad de la actividad es tal que las luces de los buques son captadas por satélites desde el espacio.

“Las dos principales artes de pesca que se usan son la de arrastre y la de calamar. La de arrastre, que es la más destructiva, es como una deforestación del fondo marino. Se usan grandes redes que son muy poco selectivas. Destruyen bosques corales y también se llevan muchas veces pequeños mamíferos”, explicó a TN Luisina Vueso, coordinadora de la campaña de océanos de Greenpeace.

Esta actividad es ilegal porque el fondo marino de la plataforma continental sí le pertenece a la Argentina. Sin embargo, al no permitirse inspectores extranjeros a bordo, es imposible probar que las redes no están pescando en la columna de agua sino en el fondo.

    
“La otra arte de pesca son los barcos poteros, que son bastante más selectivos, pero por la intensidad de la pesca están haciendo realmente un desastre a nivel ecosistémico”, agregó Vueso.

Los poteros pescan de noche y utilizan sus potentes luces para atraer al calamar. Permanecen en la Patagonia durante toda la temporada y el abastecimiento de mercadería, relevo de tripulantes y traslado de la captura a puerto se hace por medio de reefers.

Son barcos con grandes cámaras frigoríficas que llevan y traen desde puertos cercanos. Por la laxitud en los controles, los de uso más frecuente son el de Montevideo y el de Panamá.

Según el reporte del Departamento de Estado de Estados Unidos, entre 2013 y 2020 “un promedio de un marinero muerto por mes se ha asociado a barcos chinos y taiwaneses que atracaron en el puerto de Montevideo y en aguas de Uruguay. Los trabajadores extranjeros a bordo de estos buques suelen ser sometidos a abusos, esclavitud y trabajo forzoso”.

“Estos buques extranjeros comparten el recurso con los argentinos, pero no cumplen ninguna regulación que nosotros sí. No cumplen con la temporada de pesca que en la Argentina comienza en enero, no tienen sindicatos y reciben grandes subsidios de parte de sus países. Su producto va a parar al mismo mercado que el nuestro y termina siendo una competencia desleal”, explicó a TN Darío Socrate, director de la Cámara de Armadores de Poteros Argentinos.

“Se necesita algún un tipo de reglamentación especial para la actividad pasando la milla 200, cosa que la Argentina no ha hecho hasta acá”, sumó.

¿Cuándo es ilegal la pesca de estos poteros? Cuando traspasa la zona económica exclusiva argentina sin permiso. En este punto, Prefectura puede intervenir. En la última década se capturaron 13 barcos que incursionaron ilegalmente en el mar Argentino. En 2016 la Prefectura hundió al buque chino Lu Yuan Yu 10 que pescaba ilegalmente a la altura de Puerto Madryn.

Sin embargo, según datos de la ONG Oceana, entre 2018 y 2021 los rastreadores satelitales (que permiten conocer su localización exacta en todo momento) de más de 450 naves estuvieron apagados por 600.000 horas. Así, es imposible verificar por donde navegan.

uentes de Prefectura reconocieron que, con más recursos, la tarea de patrullaje y control podría ser más exhaustiva.

Hoy, China tiene la mayor flota pesquera del mundo y el 61% de los incidentes vinculados a la pesca de calamar entre 2015 y 2019 ocurrieron en la zona económica exclusiva de la Argentina, según datos de Environmental Justice Foundation (EJF).

La estrategia china para coptar el mercado pesquero argentino

En los últimos 10 años, a raíz del fortalecimiento de los vínculos que la Argentina priorizó con China, Beijing fue extendiendo sus redes en el mar Argentino.

Como solo buques con bandera argentina pueden pescar legalmente en la zona económica exclusiva, China fue adquiriendo empresas locales a las que nutrió luego con sus barcos y sus tripulantes. Los mismos que reciben cada año denuncias de pesca irregular o violación de los derechos humanos.

Hoy operan en la Argentina más de una docena de empresas chinas. También las hay taiwanesas y españolas.

El viaje del Lu Qing Yuan Yu 280


Un caso testigo es el del barco Lu Qing Yuan Yu 280. Hasta 2019 este buque pescaba fuera de la milla 200 con bandera china. A fin de ese año, el mega grupo empresario chino Shandong Bodelong Group adquirió a la pesquera argentina Patagonia Fishing y el Lu Qing Yuan Yu 280 comenzó en 2020 sus actividades en nuestro país con bandera argentina. Desde 2021 pesca en la zona económica exclusiva.

Shandong Bodelong Group acumula una considerable cantidad de denuncias tanto en el Atlántico Sur como en Ghana, donde también opera. Por ejemplo, uno de sus barcos, el Lu Qing Yuan Yu 206, descargó tres tripulantes muertos en Montevideo entre 2017 y 2021. En ese tiempo, la misma embarcación capturó -y grabó- un ejemplar de elefante marino, especie protegida.

“Como la legislación argentina prohíbe que haya capitanes y marineros de alto rango de nacionalidad extranjera, de cualquier nacionalidad que no sea argentina, las empresas chinas lo que están haciendo es subir en puerto a un grupo de pasajeros entre 6 y 7 tripulantes chinos que van en la embarcación como consultores. Pero cuando salen del puerto, toman el mando de la embarcación y controlan lo que pasa adentro”, denunció a TN Milko Schvartzman especialista en Conservación Marina del Círculo de Políticas Ambientales.

De acuerdo a las más de 100 actas de despacho a las que accedió TN, en la mayoría de los buques de empresas chinas con bandera argentina hay un 25% de la tripulación de origen chino que sale de puerto. Nunca hay inspectores a bordo.

TN hizo un pedido de acceso a la información pública al ministerio de Seguridad para obtener la totalidad de los registros, pero fue denegado por las autoridades.

“Esto lo saben algunos funcionarios. Lo saben sindicatos y esto es lo que es más grave en este momento; ya no solo tenemos que luchar contra la depredación china de la pesca en aguas internacionales o pesca ilegal, sino que ahora están realizando pesca ilegal encubierta en nuestro país”, completó Schvartzman.

Sobre esta situación, Miguel Ángel Reyes, director de Tráfico Marítimo Fluvial, reconoció que hay tripulantes extranjeros pescando en mar nacional. Sin embargo, aseguró que nunca se pudo constatar que tomen el control de las naves.

Respecto de la falta de inspectores dijo: “Todos los barcos presentan una declaración jurada al salir del puerto. No se hacen inspecciones en todos los barcos porque tenemos alrededor de 200 o 300 barcos todos los días pescando en distintos lugares y generalmente salen uno o dos guardacostas”.

La muerte de Manuel Quiquinte, un caso testigo

El 13 de abril de 2021 zarpó del puerto de Mar del Plata el potero chino de bandera argentina Xin Shi Ji 89 de la empresa china Fénix International SA. Entre los tripulantes (75% argentinos, 25% chinos) se encontraba el jefe de máquina Manuel Quiquinte (67). Esta iba a ser una de sus últimas salidas de pesca antes de jubilarse, pero se convirtió en la última.

Días después de zarpar, parte de la tripulación, entre ellos Quiquinte, se contagió COVID19. Su cuadro se agravó, pero el capitán, por orden de la empresa, prohibió volver a puerto para trasladarlo a un hospital. “Todos tienen que tener gripe”, dijo y mandó a todos a tomar paracetamol.

Manuel murió el 5 de mayo de 2021 después de días de agonía y respiración entrecortada.

 “Todos los que declararon afirmaron que el barco, que tiene una capacidad de más de 600 toneladas, solamente había recolectado poco más de 150 toneladas de pescado. Y que el objetivo para regresar era precisamente alcanzar las 600 toneladas. El capitán tomó la decisión de no regresar porque aún no se había alcanzado ese objetivo, priorizando la parte comercial sobre la parte humana”, contó a TN Daniel Reoyo, abogado de la familia de Manuel.

Uno de los tripulantes que se contagió de covid gravó la conversación -a la que accedió TN- que tuvo con el capitán del barco, Alejandro Di Rollo, cuando le comunicó que no tenía olfato ni gusto, al igual que varios compañeros. “No, no, eso no existe. Cuando baje a puerto hace el comentario. Lo que hay ahora es gripe, gripe es una semana. Todos tiene que tener gripe”, le contestó Di Rollo.

La causa que se abrió a raíz de la muerte de Quiquinte tiene como único imputado al capitán del barco. Solo los tripulantes argentinos fueron interrogados, según confirmó el abogado de la familia Quiquinte. Tampoco se citó a declarar a directivos de la empresa.

Políticas para cambiar la situación

Por el momento, la milla 200 permanece desregulada. Sin embargo, un gran paso para la protección de ese ecosistema se alcanzó el 5 de marzo en Nueva York cuando los países miembros de la ONU aprobaron un tratado de regulación de altamar que contempla la protección del 30% de los océanos del mundo para 2030. La pesca ya no sería libre, sino con estricto control y previo estudio de impacto ambiental. Incluso áreas con prohibición pesquera.

Aún resta una revisión final (menor), la traducción del tratado a seis idiomas y luego cada país que quiera suscribirse deberá ratificar el acuerdo internamente.

Al mismo tiempo, en el Senado descansa un proyecto para declarar al Agujero Azul como área marina protegida, lo que podría terminar de sellar la protección del lugar y permitir la recuperación del ecosistema.

“Hoy estamos viviendo una crisis climática y de biodiversidad terrible y es muy importante proteger los océanos porque prestan servicios esenciales para el planeta y para las personas. Literalmente permite que estemos viviendo en este planeta”, enfatizó Vueso de Greenpeace.

Al respecto, Schvartzman agegó que mientras se aprueba el tratado internacional, la Argentina podría activar una comisión para la conservación de los recursos del Atlántico Sur. “Argentina, Uruguay y Brasil comparten el calamar y podrían buscar un organismo que regule la pesca en esa zona e implementar inspectores a bordo que sean obligatorios”.

TN consultó a la embajada argentina en China al respecto del ingreso de las pesqueras al país pero no obtuvo respuesta. En tanto, la embajada china en nuestro país aseguró que Beijing “aplica un control estricto a la pesca en altamar y respeto a la soberanía nacional”.

Hoy, el 61% de los incidentes con barcos chinos en el mundo ocurren dentro del mar Argentino.

Por Agustina López

Créditos
 

TN

Producción periodística: Gonzalo Báñez

Portada: Benjamín Dato

Mapas e infografías: Cristián Werb

Diseño gráfico, edición de fotografía: Lucila Stolar

Cámara: Agustina Ribo

Edición: Tamara Ferro

Edición visual: Ana Rivas

Imágenes cortesía de Greenpeace, Prefectura Argentina y Solidaire

Comentar esta nota
Más de Economía