Sabemos que los asteroides son cuerpos celestes rocosos más pequeños que un planeta y mayores que un meteoroide. También que, de los cercanos a nuestro planeta, la mayoría orbita entre Marte y Júpiter, en el llamado cinturón de asteroides, en nuestro Sistema Solar.
Ahora, expertos de la NASA reevaluaron "a través de topografía satelital digital de alta resolución el tamaño real de los cráteres originados por el impacto en nuestro planeta de objetos cercanos a la Tierra. A partir de este análisis, consideran que quizás podríamos haber estado malinterpretando los rastros de algunos de los impactos de asteroides más significativos ocurridos en los últimos millones de años", aporta Rt.
Hace unos días, en Texas, Estados Unidos, en la Conferencia de Ciencias Planetarias y Lunares de 2023, los especialistas consideraron que, de confirmarse estos nuevos cálculos, las probabilidades de ser golpeados por un asteroide gigante podrían ser más altas de lo que predicen las estimaciones actuales.
En esta línea de análisis, la revista Science publicó una nota en la que James Garvin, experto jefe del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, dijo que "la probabilidad estaría en el rango de cosas serias que suceden".
"El análisis en alta resolución de los restos erosionados de algunos de los cráteres de impacto más grandes reveló que estos presentan anillos tenues más allá de lo que normalmente se consideraban sus bordes exteriores. El nuevo cálculo de los diámetros de los bordes de estos cráteres reveló que su tamaño real ha sido subestimado y en realidad su diámetro es el doble o el triple de lo que se suponía anteriormente. La nueva estimación sugiere que objetos del tamaño de un kilómetro pueden impactar a nuestro planeta cada 10.000 años", sigue la agencia noticiosa.
Considera, al respecto, Garvin: "es una afirmación extraordinaria. No hemos probado nada". Así, pues, como hipótesis alternativa más probable, refieren que es posible que sean "escombros expulsados por el impacto que se distribuyen en un patrón concéntrico".