¿Y si sigue creciendo Javier Milei? Es la pregunta del momento entre los dirigentes de Juntos por el Cambio, más allá de la espuma de las peleas y los codazos por las candidaturas. Es la pregunta, sobre todo, que causa alarma y pánico en la coalición opositora: en distintas encuestas reservadas, el líder libertario aparece con más del 20% en intención de voto e incluso en alguna aparece con el 24%. Si fuera así, en la Argentina irrumpiría un dato inédito: entre las dos fuerzas mayoritarias, que hoy representan cada una un tercio del electorado, el diputado de La Libertad Avanza tendría otro tercio.
El país de los tres tercios sería una novedad inquietante para la política tradicional. Para el larretismo, con un laboratorio electoral muy afiatado, un Milei que obtiene menos de 20% de los votos le sacará adherentes al Frente de Todos. Por encima de esa cifra, el más perjudicado es Juntos por el Cambio.
El dilema para los estrategas de JxC es cómo dirigirse al votante del libertario, que no es fácil de captar desde el discurso y las postulaciones de la dirigencia promedio. “Milei crece en la clase media baja, sectores vulnerables o pauperizados y monotributistas. Es decir, en la gente que tiene bronca contra ‘la casta’, a la que ve comprometida con los fracasos de los sucesivos gobiernos, o con apatía o rechazo hacia la política”, asegura un consultor que analiza a diario encuestas de todo tipo.
Para el politólogo Santiago Lacase, director de la consultora Agora, “el voto a Milei hay que entenderlo como un voto castigo, de enojo, un fenómeno transversal que le saca votos a todos porque está dirigido contra la clase política que no resuelve los problemas de la gente”.
Aun así inesperadamente, algunos movimientos opositores están relacionados con los intentos para penetrar en esa franja del electorado que hoy está eligiendo a Milei. Es difícil. Juntos por el Cambio sigue sin poder hacerse fuerte entre la juventud. Aun así, figuras del espectro liberal como Ricardo López Murphy y José Luis Espert subieron aún más sus acciones en el armado opositor. Por algo Patricia Bullrich cerró un acuerdo con el líder de Republicanos Unidos que implicará, por ahora, la integración de sus equipos políticos y técnicos. Los operadores larretistas, indignados, hablan por lo bajo de “la traición” del ex ministro de Economía de la Alianza: en ese sector se asegura que López Murphy ya había acordado con Horacio Rodríguez Larreta competir por la Presidencia para captar el voto liberal dentro de las PASO de JxC y que de manera repentina terminó con la titular del PRO.
De estas versiones seguramente se hablará este mediodía en la casa del economista liberal Gustavo “Lacha” Lazzari en un asado del que participarán Bullrich y López Murphy con dirigentes de ambos espacios. Habrá foto, documento conjunto y la confirmación de que trabajarán codo a codo.
López Murphy, quien siempre elogió a Bullrich y nunca ocultó su afinidad ideológica con ella, era considerado un aliado estratégico por el larretismo luego de que el jefe de Gobierno lo convenció en 2021 de que compitiera en las elecciones porteñas dentro de JxC para que no se fugara el apoyo liberal y así, con un muy buen desempeño en las PASO (quedó segundo con el 23,33% de los votos), accedió a su banca de diputado nacional en el cuarto lugar de la lista que lideró María Eugenia Vidal.
En Juntos por el Cambio hay dirigentes que admiten que el cambio de camiseta del “Bulldog” hizo que Rodríguez Larreta comenzara a fogonear la candidatura presidencial de otro exponente del liberalismo como José Luis Espert. El diputado de Avanza Libertad lanzó su postulación a gobernador bonaerense y, con una intención de voto de entre el 8 y el 10%, era visto por la coalición opositora como una pieza clave para intentar sumar a su armado político: en un escenario parejo entre el kirchnerista Axel Kicillof y el larretista Diego Santilli, el candidato de JxC que mejor mide en el distrito, ese porcentaje será determinante en una provincia donde no hay ballotage y se gana por apenas un voto. Como las picardías siempre existen en política, las versiones indican que el supuesto compañero de fórmula de Espert sería Roberto García Moritán, el principal perjudicado por la apuesta de López Murphy a la ciudad porque ya tenía preparada su candidatura a jefe de Gobierno por Republicanos Unidos.
“Lo de Espert no es una idea sólo de Horacio. Para JxC sería muy bueno ampliarse, renovarse y tener una oferta liberal clara y potente, algo que hoy no tiene, desde donde se enarbolen las banderas de libertad y eso ayude a trabajar sobre el electorado de Milei”, dijo un asesor estrella de Rodríguez Larreta, que deslizó algo más: Bullrich también auspicia la candidatura del economista liberal.
Desde el bullrichismo lo desmienten a coro: creen que la posible candidatura de Espert a la Presidencia es una maniobra del larretismo para sacarle votos en las PASO a Milei y, sobre todo, a la jefa del PRO, que tiene predicamento en el mismo electorado duro y cercano al liberalismo.
Algunos colaboradores de la ex ministra de Seguridad dejaron trascender que tuvieron un encuentro reservado con Espert para sondear la posibilidad de un acuerdo político, pero la firme negativa del diputado liberal los hizo sospechar de que el jefe de Gobierno les había ganado de mano.
Fuentes cercanas a Espert dijeron a Infobae: “Hemos tenido algunas conversaciones con referentes de JxC que quieren sumar a José Luis a esa coalición. Sin embargo, él pretende formar un nuevo y más grande espacio opositor al kirchnerismo que incluya a todos los liberales. Como no es contra Milei sino con él, José Luis lo invitó a Javier a que se sume a este nuevo frente y compita como buen liberal para derrotar a los Kirchner y a La Cámpora y que, de esa manera, el populismo no vuelva a gobernar más en la Argentina. Espert lo viene proponiendo desde las elecciones legislativas de 2021, cuando propuso una megaPASO opositora en la provincia de Buenos Aires. En 2023, año de elecciones ejecutivas, cobra más sentido todavía conformar un espacio donde las ideas de la libertad y el sentido común que propone desde hace más de 30 años finalmente se concreten para sacar adelante al país”.
Según Lacase, las tres figuras que se disputan en el PRO no representan lo mismo: “Una cosa son los liberales como López Murphy y Espert y otra son los libertarios como Milei, donde hay exponentes que captaron el voto por fuera del sistema convirtiéndose en anti-sistema, como (Donald) Trump en Estados Unidos y (Jair) Bolsonaro en Brasil, que poco tenían que ver con el liberalismo clásico”.
¿Qué le aconsejaría este especialista a Juntos por el Cambio para frenar el ascenso de Milei? Lacase admitió que es muy difícil, pero que primero la coalición debe definir “qué perfil quiere tener” porque sus precandidatos presidenciales son muy distintos. “En el imaginario colectivo -señaló-, una Patricia Bullrich está más cerca de Milei y compite por ese voto, mientras que Rodríguez Larreta tiene más afinidad con el espacio liberal clásico y moderado. En las elecciones uno tiene que trabajar por el camino del medio, que es donde hay votos indecisos. Tanto a la derecha como a la izquierda los techos son muy bajos. El que gana las elecciones es el que logra penetrar todos los espacios y principalmente el del medio, que es el mayoritario. Rodríguez Larreta tiene mejor perfil para eso”.
Eso sí: este politólogo consideró que “Juntos por el Cambio tiene que definir rápido su interna y determinar qué modelo quieren presentar electoralmente porque eso va a condicionar el voto a Milei”.
Quizá ayude a definir con más rapidez esa interna el regreso de Mauricio Macri al país. Por un problema de la aerolínea, hace 48 horas no pudo tomar el avión que lo iba a llevar de Madrid a Santiago de Chile para participar de la primera reunión del Grupo Libertad y Democracia, piloteado por Sebastián Piñera y que integran otros ex presidentes de centroderecha de Iberoamérica.
El fundador del PRO habló en el evento desde su celular en el aeropuerto de Barajas y cuando tuvo que responder preguntas dejó algunas definiciones sugestivas sobre su futuro político, un misterio casi tan insondable como el Triángulo de las Bermudas. “Yo estaré ahí colaborando en el lugar que me parezca que puedo agregar más”, afirmó. Y resaltó: “Estoy en una coalición que tiene que aprender a competir. Tiene que demostrar que la competencia hecha con altura es algo sano y nos mejora”. Dejó sin responder (¿por olvido?) la consulta de una periodista sobre cómo veía el ascenso de Milei.
Poco antes, como un anticipo de lo que dirá este lunes en Rosario, opinó que “el narcotráfico es socio del populismo” y que en la Argentina los narcos “han avanzado como nunca en estos últimos tres años”. En la ciudad santafesina se mostrará casi como un presidenciable: presentará su libro, visitará al intendente Javier Javkin, se mostrará con dirigentes propios como Federico Angelini (hoy, clave en el armado bullrichista) y radicales como Carolina Losada y Maximiliano Pullaro, y recorrerá instituciones que luchan contra las adicciones y sufrieron ataques narco en los últimos meses.
La mala noticia es que Macri llegará a Rosario pocas horas después de que Elisa Carrió pateó el tablero político provincial al anunciar que la Coalición Cívica no formará parte del frente opositor que enfrentará al peronismo de Santa Fe porque existen vinculaciones de dirigentes con el narcotráfico.
“Santa Fe está tomada por el narcotráfico y por el lavado de dinero. Hay que limpiar Santa Fe. Si no se limpia, la provincia no tiene destino. Yo no puedo recorrer ni avalar un Frente de Frentes en el que yo sé que hay muchas personas vinculadas con el narco”, disparó. La falta de precisiones, incluso de las correspondientes denuncias judiciales, representa un duro golpe a toda la oposición, que estaba más cerca que nunca de ganar las elecciones ante la ola de violencia narco que sacude la provincia.
Para triunfar en las urnas a nivel nacional, creen algunos referentes de JxC, debería apurarse la definición de las principales candidaturas del PRO para evitar el desgaste ante el electorado y unificar los esfuerzos en menos postulantes. Por eso todos lo miran a Macri: la expectativa es que revelará si competirá o no para volver a la Casa Rosada y, a partir de ahí, podrá ordenarse la interna.
Cerca del ex presidente se enojan por la presión para que se defina el ex jefe del Estado: “Los mismos dirigentes que criticaron su gobierno y querían jubilarlo antes de tiempo hoy se quejan de que todavía no anuncia su decisión y que así complica la suerte electoral de Juntos por el Cambio”. Son las mismas voces macristas que advierten que el ex presidente demorará al máximo cualquier anuncio.
Aún así, en la coalición opositora se acumulan los reclamos para definir cuanto antes las candidaturas, sobre todo en distritos decisivos como el porteño o el bonaerense, y fijar reglas de juego para evitar unas PASO feroces que acentúen el riesgo de la división de JxC. En provincia comenzaron a pesar más los intendentes del PRO, divididos entre quienes reclaman el esquema de “y griega” para las boletas (que todos los candidatos a intendente vayan en las listas de todos los candidatos a gobernador y a presidente), de la “v corta” (un solo candidato a intendente con varios candidatos a gobernador y varios a presidente) y de la “i latina” (cada candidato a presidente con su propio postulante a intendente y a gobernador). Esta última opción es la que prefieren Larreta y Bullrich, decididos a extremar la competencia interna y que los jefes comunales se jueguen por alguno de ellos.
La Mesa del PRO bonaerense deliberó el jueves pasado sin ponerse de acuerdo y anunció encuentros con Macri, Larreta, Bullrich y María Eugenia Vidal, por separado, para resolver este dilema. El que pegó un portazo fue el intendente de Campana, Sebastián Abella: “En política no se puede ser tibio ni especular. Lo que está en juego es el futuro del país y no un concejal más o menos. La mejor estrategia es competir en todas las categorías para ampliar. Yo me la juego @horaciorlarreta”, dijo en Twitter.
En CABA, por ahora se mantiene la pelea en el PRO entre Jorge Macri (apoyado por su primo y por Bullrich) y los larretistas Fernán Quirós, Soledad Acuña y Emmanuel Ferrario. Allegados al ex intendente de Vicente López aseguran que “Mauricio quiere cerrar la definición de la ciudad como primer paso para ir despejando las demás” y que la decisión de que haya un solo candidato del PRO para enfrentarse al radical Martín Lousteau “no puede estirarse más allá de fin de mes”.
Hay un dato que pasó inadvertido, pero puede dar una pista de lo que vendrá: el miércoles pasado, Jorge Macri habló ante más de 90 funcionarios porteños y dirigentes del PRO que fueron convocados por Maximiliano Corach, el hijo del ex ministro de Carlos Menem que es subsecretario de Asuntos Interjurisdiccionales del gobierno de la ciudad. En un local ubicado en Larrea y la avenida Córdoba, que fue una unidad básica del PJ regenteada por Carlos Corach, llena de fotos de Juan Domingo Perón y su esposa Eva, había referentes del “jorgismo” como Ezequiel Sabor, César Torres, Sergio Iaccovino, Victoria Hassan y Karina Spalla y larretistas de pura cepa como Eduardo Macchiavelli, Ezequiel Jarvis e incluso Augusto Rodríguez Larreta, el influyente hermano del jefe de Gobierno.
Fue una señal evidente de distensión en la pelea del PRO porteño, donde el estribillo que entonaron los presentes pone en duda que Rodríguez Larreta mantenga sus tres candidatos para competir con el primo del ex presidente: “Horacio presidente, Jorge a la ciudad”. ¿Qué habrá dicho Bullrich?