El dueño de una panadería de Villa Ressia puede decir que está vivo de milagro. El sábado fue atacado por cuatro personas que, además de golpes de puño y patadas, utilizaron un martillo para agredirlo y provocar importantes destrozos en el local.
Blanco del ataque resultó David, un hombre de 36 años que realizó la denuncia en la comisaría Primera, donde además pidió una restricción de acercamiento para los victimarios (los identificó con nombre y apellido) y botón antipánico.
Ayelén, actual pareja del comerciante, se contactó con la redacción de La Brújula 24 para dar cuenta de lo ocurrido. David está en reposo, con yeso en una pierna, luego de ser atendido en el Hospital Municipal por la rotura del tendón de Aquiles. También, según contó la mujer, quisieron ahorcarlo con un cinto, situación que le dejó marcas en el cuello.
“A mi actual pareja la dejaron inconsciente y al borde de la muerte. Eran cuatro personas, entre ellas su ex mujer”, expresó Ayelén, quien manifestó la preocupación que tienen por lo que consideran una incomprensible lentitud de los responsables de investigar el hecho, en manos de la UFIJ N° 8.
“Entraron al local, hicieron destrozos, robaron plata y un celular y todavía no sabemos si no perdió audición de un oído. Sí tenemos probado que a martillazos le rompieron el tendón de Aquiles”, afirmó.
“Nuestro único ingreso es la panadería y la tenemos cerrada desde el sábado. Luego del ataque se acercaron a mi domicilio, que vivo a la vuelta, para amenazarme con que me iban a matar”, agregó.
Ayelén dijo que la situación tiene antecedentes también violentos. “Hay denuncias previas por provocaciones y nosotros siempre tratamos de evitar los conflictos. Los vecinos y comerciantes saben qué clase de personas somos, que sólo nos dedicamos a trabajar sin molestar a nadie”, explicó.
La mujer apuntada en la denuncia por estar a la cabeza del ataque tiene dos hijas con el hombre, de quien lleva ocho años separada. “No sé qué esperan las autoridades para actuar, ¿a que haya un muerto?”, se preguntó.