Un proyecto de ley busca prohibir que los perros participen en la caza de animales salvajes

Con la firma de la diputada Graciela Camaño, volvió a ingresar el proyecto de ley que busca prohibir y penar esa actividad. Esto es acompañado por la campaña de la agrupación Che Galgo que creó una petición en la plataforma Change.org, denominada Stop caza con perros.
  • Uno de los perros utilizados para cazar un jabalí Uno de los perros utilizados para cazar un jabalí
  •  El lamentable estado en que llegan los perros luego de la cacería  El lamentable estado en que llegan los perros luego de la cacería
  •  Un grupo de perros con la presa cazada  Un grupo de perros con la presa cazada
  • Galgo gravemente herido luego de una cacería Galgo gravemente herido luego de una cacería
  •  El entrenamiento de cachorros  El entrenamiento de cachorros
  • Entrenamiento de cachorros Entrenamiento de cachorros

Aunque es poco conocida la actividad, la caza con perros es frecuente en Argentina, sobre todo la de jabalíes, ideadas a modo de reducir la población de las consideradas “especies invasoras” y que acepta el uso de hasta ocho perros entrenados cruelmente para matar.

Los canes, que fueron domesticados como especie hace unos 14.000 años, ya no tienen el instinto que pudieron tener sus antepasados en la búsqueda de presas para sobrevivir por medio de la cacería, pese a ello hoy se los adiestra de manera poco amable para que acompañen el recorrido de cazadores.

Esto sucede en provincias como Río Negro que ahora busca cambiar la modalidad de la llamada “actividad recreativa”. Para ello, llamó a dos audiencias públicas en las que el 28 de febrero y 1° de marzo se puso en tablas el tema que contó con la participación de ochenta expositores, entre los cuales intervinieron científicos, veterinarios, abogados, proteccionistas y destacadas figuras públicas como el conductor Leo Montero.

Allí se explicó que lo que se busca en la provincia modificar la cantidad de perros utilizados: bajar de ocho a cinco el número. En respuesta, se desarrollaron sólidos argumentos legales, científicos, psicológicos, sociales y culturales, que demostraron que no sólo hay muchas maneras de abordar la problemática de la fauna foránea sino que es imperioso sacar de la ecuación a los perros, quienes desde que nacen son adiestrados y utilizados como herramientas, con la única función de matar o morir.

Con la firma de la diputada Graciela Camaño, el miércoles 1 de marzo volvió a ingresar el proyecto de ley que busca prohibir y penar esa actividad. Esa iniciativa había sido presentada en 2021, pero perdió estado parlamentario al no ser tratada en comisiones durante ese período legislativo ni en el 2022. “Volví a insistir, persuadida de que el tema retiene plena vigencia e importancia para la protección de los animales y la biodiversidad”, le aseguró la legisladora a Infobae.

Esto es acompañado por la campaña de la agrupación antiespecista Che Galgo que además creó una petición en la plataforma Change.org (Stop caza con perros). “No queremos la crueldad ni el maltrato que permiten estas aberraciones, en la que no sólo mueren animales de una forma atroz sino que se fomenta una sociedad cruel, violenta y sin empatía ni respeto hacia ninguna forma de vida. No se puede regular el maltrato, no se puede regular la crueldad. Necesitamos leyes que nos protejan a todos y que fomenten valores positivos”, dijo la coordinadora del grupo que busca que se prohíba la cruel actividad en territorio nacional la despiadada actividad.

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La propuesta que busca ser ley

Con esa consideración se presentó por segunda vez el proyecto de ley penal que establece: “Queda prohibido en todo el territorio nacional el uso de perros para la realización de cualquier actividad de caza” y que “el que por cualquier título organizare, promoviere, facilitare o realizare actividades de caza con el uso de perros será reprimido con prisión de tres (3) meses a cuatro (4) años y multa de veinticinco (25) a cien (100) veces el valor equivalente al diez por ciento (10 %) del valor del depósito establecido para la interposición del recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.

“Existe la necesidad de generar nuevas legislaciones que expresen el cambio de mirada respecto de la consideración ética hacia los animales no humanos que debemos tener en el mundo -uno solo- para todos los seres vivos que la habitamos”, argumenta Camaño y sigue: “El uso de perros para la caza conlleva el ejercicio de un grado de crueldad y de violencia que es feroz, porque se lo fuerza a participar en matanzas crueles, violentas, agónicas, bajo los eufemismos de tradición, deporte y cultura. Son estos mismos eufemismos que sostienen y justifican un lugar de poder que coloca al hombre sometedor de todo lo viviente, disponiendo a su antojo de vidas de seres únicos e irrepetibles que se encuentran incapacitados para defenderse por sí mismos”.

“La pésima conducta humana ha llevado que en la zona de Río Negro haya jabalíes, que no son fauna autóctona, el hombre la introdujo y por supuesto cuando el hombre introduce fauna exótica provoca desvaríos en la naturaleza. Vieron como la mejor solución a la proliferación de los jabalíes, autorizar la casa con perros y comprometen a una especie sintiente y domesticada hace más de 14 mil años. O sea que los adiestran para el ataque y eso implica también un enorme sacrificio para el perro porque se lo entrenan por medio de maniobras, con instrumentos de tortura para que se acostumbre a atacar. Y no solamente los someten al cambio de su carácter y a todas las vejaciones sino que después pasan cosas que son no se están contemplando. Por ejemplo, si el perro queda herido y se pierde, comienza a buscar comida y ataca a otros animales de pastoreo y también a la fauna silvestre porque hay un porcentaje alto de animales de estas características que son abandonados por los cazadores”, explica la legisladora que espera que esta vez su propuesta sea analizada en las comisiones correspondientes.

Los tres puntos de la propuesta de norma: el tipo de entrenamiento al que son sometidos los perros; el daño que sufre el perro durante la cacería y el animal cazado que termina despedazado y, por último, las consecuencias de perros heridos que son sacrificados o lo que son abandonados y se forman en jaurías asilvestradas y no discriminan a la hora de buscar alimentos.

Por el lado del proteccionismo, aseguran que “en nuestro país, la caza con perros es una práctica común que causa un gran sufrimiento animal.

“Como sociedad, tenemos la responsabilidad de proteger a los animales y de establecer un paradigma de derechos animales que reconozca a los animales como individuos sintientes e importantes en sí mismos. No podemos permitir que se justifiquen las acciones de uso, opresión y violencia hacia los animales. La caza con perros es una actividad violenta, dañina y cruel, que causa un gran sufrimiento tanto a los perros como a los animales silvestres”.

 

Qué pasa en Río Negro

La caza de jabalí con armas de fuego está abierta todo el año y la de jauría de marzo a fin de agosto. Esto es igual con todas las especies consideradas “invasoras” y que las categoriza la resolución de 2022, “Estrategia Nacional sobre Especies Exóticas Invasoras” que dice que además del jabalí, el ciervo colorado, el ciervo dama, el visón, conejo silvestre y codorniz de california lo son.

Entonces, con este tipo de cacería, aseguran desde la Secretaría de Medio Ambiente de Río Negro, lo que hacen es “mantener el ambiente sano” y, por esto, hace más de 20 años la actividad está reglamentada, tanto la caza mayor y menor, como con perros. “Desde el año pasado, desde la Secretaría se piensa en dar por terminada la modalidad de caza de jabalí con jauría, no la caza en sí porque somos una provincia que caza especies foráneas, que no tienen la culpa de haber sido introducidas en nuestro ambiente, pero el ser humano y lo hizo, y en la provincia utilizamos la caza deportiva para controlar esas especies”, explica Fabián Llanos, subsecretario de Biodiversidad y Cambio Climático.

Esto, según cuenta, se practica campo adentro y la modalidad de caza con jauría implica el entrenamiento y uso de perros para matar a los animales que hasta los triplican en tamaño, cosa que choca con la letra de ley 14.346, que pena el maltrato animal porque durante la caza el perro recibe mordidas del jabalí que, lógicamente, se quiere defender y que muere tras una larga agonía. Por esto, la provincia buscan disminuir el número de perros utilizados: “Aunque se busca reducir la especie por medio de la cacería, no se busca hacerlo sufrir. Por esto, se habló con clubes de caza y se resolvió hacer una audiencia pública por Zoom para tratar el tema, los cazadores no participaron porque algunos entendieron que solo ellos debían participar y no el resto de la sociedad, como proteccionistas”, contó.

Además, agregó: “Desde la provincia entendemos que finalizar la caza de un día para el otro puede ser contraproducente porque muchos cazadores tienen perros entrenados y creemos prudente es que no entrenen más cachorros, por eso la propuesta es bajar el numero de ocho a cinco ya que ellos mismos han manifestado que con ese número se manejan bien. El sentido de bajar esa cantidad es que no puedan entrenar nuevos perros y en unos tres o cinco años se daría por finalizada este tipo de cacería. La decisión queda en la titular de la cartera, Dina Lina Migani”.

Durante la próxima semana puede salir una resolución sobre la caza de jabalí con perros, la modalidad con armas está abierta.

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