La obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud, puede darse a cualquier edad, reduce la expectativa de vida y altera la calidad de vida de quien la padece.
“No es un aspecto meramente estético, es una condición de salud compleja, crónica y multifactorial, que requiere un abordaje serio y sin dilaciones”, señaló la doctora Juliana Mociulsky endocrinóloga (M.N. 95.300), especialista en diabetes y obesidad.
Mociulsky, quien es además jefa de Nutrición en el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA) e integrante titular de la Sociedad Argentina de Diabetes, añadió: “Esta enfermedad no tiene una sola causa y ciertamente no se debe solamente a la falta de voluntad o esfuerzo de la persona. Por el contrario, intervienen, en mayor o menor medida, condiciones biológicas, genéticas, metabólicas, emocionales, de salud mental, de hábitos, socioeconómicas y de políticas públicas”.
En nuestro país, la situación viene empeorando a lo largo de los años. De hecho, según las estadísticas del ministerio de Salud, entre 2013 y 2018, la obesidad pasó de afectar a 1 de cada 5 a 1 de cada 4 argentinos mayores de 18 años, situación que es menos alentadora entre niños y adolescentes. La especialista dijo que esto hace que estemos ante un verdadero problema de salud pública que debe ser adecuadamente abordado.
Cuándo se considera que una persona es obesa
Se considera obesidad a tener un índice de masa corporal a partir de 30. Este es un coeficiente que se extrae dividiendo peso por altura al cuadrado. Hoy muchos sitios web permiten calcularlo gratis y en pocos segundos, pero también se utilizan indicadores complementarios como el perímetro de cintura, porque además se sabe que la grasa abdominal tiene impacto metabólico muy negativo (se recomienda que no supere los 102 cm en el hombre y los 88 cm, en la mujer), y se mide también el porcentaje de grasa corporal.
Una persona con obesidad tiene 7 veces más riesgo de desarrollar diabetes, colesterol elevado, hígado graso y complicaciones cardiovasculares a largo plazo. Lo mejor que puede hacer una persona con obesidad para empezar a tomar medidas orientadas a controlar su peso, es consultar con un médico, recomendó la especialista.
El tratamiento de la obesidad, para ser eeso, pero sin comprometer la salud de la persona a través de dietas hipocalóricas extremas que impacten en su estado nutricional, la debilixitoso, debe obtener resultados en términos de descenso de pten y pongan en riesgo su salud. Es importante que los logros puedan sostenerse en el tiempo estableciendo patrones saludables que pasen a formar parte del estilo de vida de la persona.
Elegir los alimentos para nutrirse mejor
La médica señaló que es importante saber elegir los alimentos, priorizando siempre la ingesta de frutas y verduras por sobre opciones ultraprocesadas, eligiendo cereales integrales por sobre harinas blancas y agua o bebidas sin calorías por sobre cualquiera de las azucaradas o con alcohol, que no aportan nutrientes ni saciedad, sino solo calorías y otros potenciales inconvenientes.
Otras recomendaciones son:
* Determinar el tamaño de las porciones ayuda a comer por hambre y no solo por el hecho de tener el alimento ya en el plato.
* Está bien darse gustos ocasionales, pero midiendo el tamaño de lo que uno come y evitando el atracón.
* La identificación y el manejo de las emociones también es importante porque, a veces, uno come por ansiedad o aburrimiento y no por hambre real.
* Como parte del tratamiento, si el médico lo considera y así lo determinan en diálogo médico-paciente, existen opciones farmacológicas de probada eficacia que ayudan a bajar de peso en el marco de un plan de ejercicio y alimentación saludable.
Todos estos son temas que se deben abordar adecuadamente en el consultorio, por eso es tan relevante contar con apoyo profesional a la hora de querer bajar de peso y mejorar el estado de salud general.