Patricia Bullrich se llevó de Expoagro una marea de abrazos y fotos mientras aguarda cerrar un acuerdo con parte de la UCR
La precandidata a presidenta cosechó saludos que demoraron su caminata; además de los visitantes de la muestra, se mostraron con ella dirigentes de Juntos por el Cambio; Manes estuvo minutos antes, pero no se cruzaron.
SAN NICOLÁS (Enviado especial).- Cuando Patricia Bullrich ingresó a la muestra Expoagro desde el stand de la Municipalidad de San Nicolás escoltada por el intendente local, Manuel Passaglia, dos mujeres mayores la abordaron para pedirle una foto que tardaron bastante en tomarse, entre sus nervios y la demora que generó el pase de mano en mano del teléfono celular, que terminó en poder del diputado Pablo Torello, quien tampoco logró ser efectivo para conseguir la instantánea. Esa demora se multiplicó a lo largo del recorrido de la precandidata a presidenta y titular de Pro, que tardó 15 minutos en recorrer unos 50 metros que separan el puesto del municipio de la carpa institucional de la exposición, donde la esperaban las autoridades de la feria y varios dirigentes de Juntos por el Cambio, también ávidos de fotografiarse con ella.
El paso de Bullrich por Expoagro 2023 estuvo marcado por los constantes pedidos de fotos que recibió al ingresar y el revuelo que generó en visitas como las que realizó en el stand de Bayer o en la carpa institucional de la muestra. Pero también tuvo su condimento político, con el objetivo explícito de la exministra de Seguridad de sumar a un sector del radicalismo a su espacio, un punto que remarcó y que sobrevuela desde la semana pasada, cuando se fotografió con dirigentes de la UCR en Mendoza, durante la Vendimia.
En el camino desde su llegada a la muestra hasta la carpa institucional, Bullrich estuvo varios minutos detenida para tomarse fotos, hasta que sus colaboradores pidieron que los saludos de la gente se dieran mientras la precandidata caminaba hacia la carpa institucional. La acompañaron en esa caminata Javier Iguacel (precandidato a gobernador de Buenos Aires), Sebastián García De Luca (diputado), Silvana Giudici (extitular del Ente Nacional de Comunicaciones) y Eduardo Amadeo (exdiputado), entre otros.
En la carpa institucional, desde algunas horas antes de la llegada de Bullrich, estaban dos de sus asesores en temas agropecuarios, Guillermo Bernaudo (exsecretario de Agricultura nacional) y Jorge Srodek (exjefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria bonaerense). En la carpa, uno de los dirigentes que la recibió fue el extitular de la Sociedad Rural y exministro de Agricultura Luis Miguel Etchevehere. También, intendentes de Pro como Pablo Petrecca (Junín) y Mariano Barroso (9 de Julio), que ayer habían recibido a Horacio Rodríguez Larreta, uno de los competidores de Bullrich por la candidatura presidencial.
Después de su ajetreado y demorado ingreso a la carpa institucional, la precandidata tuvo un breve diálogo con autoridades de Expoagro. Luego, hizo declaraciones a la prensa. Antes de ponerse frente a las cámaras, una integrante de su equipo repasó su peinado, que se había alborotado después de los abrazos recibidos.
Bullrich dijo que al campo hay que ofrecerle “un solo tipo de cambio y sacar el sesgo antiexportador de las retenciones”. Y, sobre la sequía, planteó: “A corto plazo, hay que sacar todos los impuestos a aquellos que han perdido gran parte de su cosecha, porque tienen que reinvertir y necesitan acumular algo de capital. A largo plazo, hay que hacer un uso racional del agua”.
La interna se impuso y Bullrich blanqueó su deseo de que la apoye un sector de la UCR (dirigentes como Alfredo Cornejo, Gustavo Valdés, Rodolfo Suarez y Facundo Manes, que se fotografiaron con ella en Mendoza). “Juntos por el Cambio se está ordenando por ideas, por convicción de lo que hay que hacer y por el coraje y la valentía que hay que ponerle al cambio. Se están armando equipos. Yo estoy avanzando con una parte muy importante del radicalismo en las ideas y en las convicciones. Vamos a ir a unas PASO y veremos quién gana”, afirmó Bullrich, quien no dio por hecho el apoyo radical: “Paso a paso. Yo no quiero definir, ellos son los que tienen que hablar. Quisiera que todos me acompañen, pero son ellos los que tienen que hablar”.
Minutos antes de que Bullrich llegara a Expoagro, el diputado Facundo Manes recorría la exposición. No llegaron a cruzarse. Manes declaró durante su paso por la feria que sostiene su intención de ser candidato a presidente. “Vamos a ir a competir a las PASO, eso nunca se puso en duda. A veces, lo ponen en duda los rivales, son operaciones mediáticas y políticas. La Argentina necesita algo nuevo y disruptivo y, dentro de nuestro espacio, tenemos lo nuevo y disruptivo”, afirmó Manes. Su hermano Gastón (presidente de la Convención Nacional de la UCR), lo acompañó.
Luego de las declaraciones de Bullrich, comenzó el desfile de dirigentes que buscaron su foto con ella y el banner de Expoagro como fondo. El senador bonaerense Joaquín de la Torre fue uno de ellos. “Ver todas las innovaciones y la fuerza del campo nos llena de esperanza, es el modelo productivo que necesitamos. De la ruta 6 para afuera está la provincia pujante y productiva que tenemos que seguir como ejemplo, de los argentinos que se levantan bien temprano y salen a trabajar”, dijo De la Torre, que busca ser el candidato a gobernador bonaerense en la boleta de Bullrich, anhelo que también tiene Iguacel.
Después de las fotos y la rueda de prensa, Bullrich visitó el stand de Bayer, que también se revolucionó con su presencia. Al salir con su comitiva de la carpa institucional, coincidió con el gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto, que también recorría la muestra, pero no hubo contacto entre la titular de Pro y el mandatario peronista.
En Bayer, Bullrich siguió la rutina de fotos, habló con los responsables del lugar y utilizó por unos momentos un simulador de una máquina pulverizadora. Pronto se aprestó para una nueva conferencia de prensa, más nutrida y con medios especializados en el sector agropecuario como protagonistas mayoritarios. La precandidata tomó su peine y se volvió a acomodar el flequillo, después de otro momento de intensos saludos hasta llegar al auditorio de prensa.