Una semana atrás apareció una misteriosa esfera gigante en una ciudad costera de Japón y desde entonces desató una gran ola de especulaciones.
Este hallazgo despertó más sospechas de lo común debido a preocupaciones sobre ovnis avistados en los Estados Unidos y en otras partes del mundo, además de las tensiones políticas entre China y los Estados Unidos por los globos espías desde principio de febrero, sospechas a las que también se sumó Japón tras haber detectado globos espías sobre sus cielos al menos tres veces desde 2019.
Incluso se barajó que podría tratarse de una mina submarina ya que tenía dos puntos de enganche, uno en cada polo.
La enigmática bola gigante fue avistada por una mujer que alertó a las autoridades sobre su presencia y la policía y el escuadrón anti bombas se dirigieron a la playa para analizarlo. Una vez allí acordonaron el área y llevaron a cabo exámenes de rayos X, aunque éstos no revelaron demasiado y sólo confirmaron que el objeto no planteaba riesgos y que era hueco.
Luego las autoridades locales indicaron que retiraran el objeto de la playa.
Misterio resuelto
Luego de varias teorías y sospechas, las autoridades japonesas revelaron oficialmente qué es la bola gigante de metal de un metro y medio de diámetro. Lo primero que descartaron es que no se trataba de una bomba ya que su interior era hueco.
Las pistas indicaban que el objeto provenía del mar ya que tenía percebes pegados.
A través de unas declaraciones al New York Times, el jefe de la Oficina de Gestión de Costas y Ríos de la prefectura de Hamamatsu, Hiroyuki Yagi, afirmó que esta bola gigante era una boya perdida. Además, el objeto va a ser convertido en basura dada su inutilidad.