Familiares y amigos de víctimas de la tragedia de Once realizaron este miércoles un acto homenaje para "mantener viva la memoria" y "trabajar para que no vuelva a pasar lo mismo", al cumplirse un nuevo aniversario del siniestro ferroviario ocurrido en la estación cabecera del tren Sarmiento en 2012.
"Para recordar y conmemorar los 11 años de la masacre previsible vamos a hacer un acto a las 8.32 en el andén 1 de la estación de trenes Once, en el memorial de los corazones, donde lo hacemos todos los años. Desde antes de la pandemia que centralizamos las actividades de los aniversarios en una sola, va a ser un único acto a la mañana", dijo a Télam uno de los principales referentes, Paolo Menghini.
"Encendemos la sirena para despertar a la memoria. El camino judicial no marcó un final, sino que fue un paso más en un largo camino que creemos nunca va a acabar. Siempre vamos a estar presentes para señalar las cosas que son importantes para que nadie más tenga que atravesar lo que pasó con nosotros", agregó el padre de Lucas Menghini Rey (20), la última víctima fatal en ser hallada, casi 60 horas después del impacto.
El accidente ferroviario conocido como la tragedia de Once conmocionó hace más de una década al país. Ocurrió en la mañana del miércoles 22 de febrero de 2012, cuando una formación de la línea Sarmiento que estaba arribando a la plataforma número 2 de la estación terminal de Once, no detuvo su marcha y embistió contra los paragolpes de contención, con un saldo de 51 personas fallecidas, entre ellas una mujer embarazada.
El siniestro tuvo lugar a las 8.33 y los primeros tres coches se comprimieron, con decenas de personas en su interior, por lo que 110 ambulancias del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME), una dotación de carros de bomberos, efectivos policiales y dos helicópteros, acudieron al lugar.
Se logró rescatar a 702 personas heridas con distintas gravedades, de los cuales 200 fueron trasladados a 13 hospitales de la Ciudad. Uno de ellos fue el conductor del tren Marcos Córdoba, que fue retirado de entre los escombros con múltiples heridas y trasladado en ambulancia.
A las 18, y tras la remoción de gran parte de los escombros, el anuncio oficial fue que habían hallado a 51 víctimas fatales -entre ellos una mujer embarazada- de las cuales tres eran niños. Fue entonces cuando Paolo Menghini Rey inició la búsqueda de su hijo, Lucas, quien había subido en la formación que colisionó en la estación terminal, cuando varios testigos aseguraban que el chico se había bajado.
El 24 de febrero de 2012, luego de que se revisaran las imágenes de las cámaras de seguridad en los andenes, los bomberos encontraron el cuerpo de Lucas Menghini Rey, que se encontraba entre el tercer y cuarto vagón. Días después, comenzó la etapa de instrucción que estuvo a cargo del fiscal federal Federico Delgado, bajo el control del juez de instrucción federal Claudio Bonadío.