Las 5 claves para entender cómo se viven los embarazos en Rusia y por qué las mujeres eligen emigrar solas
Según la cultura rusa, la familia más próxima conoce al bebé recién a los 40 días de su nacimiento y la licencia por maternidad puede llegar a durar hasta tres años.
En medio de la tensión por las embarazadas rusas que quedaron varadas en Ezeiza, Migraciones confirmó que otras 14 arribaron a la Argentina este viernes por la noche para tener a sus bebés en Buenos Aires. En la mayoría de los casos llegan solas, pero esto no es raro, porque en su país la tradición indica de que antes de parir deben separarse de sus esposo para “no traumarlos” ni poner en riesgo su matrimonio.
Desde la invasión de Rusia a Ucrania llegaron más de 10 mil rusos al Aeropuerto de Ezeiza, y entre ellos muchas mujeres que eligen tener a sus hijos en nuestro país. Es por eso que en hospitales como el Fernández se pegan carteles en su idioma para poder guiarlas durante los últimos días de gestación ya que llegan sin traductor.
Más allá de la comunicación, hay otros conceptos culturales que se deben conocer para entender por qué eligen dejar su país para parir y también de qué manera se viven los embarazos en Rusia.
Las embarazadas rusas y la relación con sus familias
Aunque parezca extraño, en Rusia a las mujeres se las prepara para dar a luz en completa soledad. Los padres conocen a sus hijos recién cuando las mujeres salen de la maternidad: no participan de las cesáreas, ni las visitan en el hospital.
La tradición indica que un padre no debe ver a su mujer en parto, dado que la creencia popular asegura que para el hombre esto sería demasiado traumático y puede destruir “el matrimonio para siempre”.
Durante esos días, el padre aprovecha para comprar las cosas del bebé y se encarga de preparar la casa. La tradición sostiene que equiparse antes de que la mujer de a luz trae mala suerte.
Dentro de estos términos, la tradición indica que la familia, la más próxima, conoce al bebé recién a los 40 días de nacido, tiempo mínimo indicado por la iglesia ortodoxa para habilitar el bautismo.
En ese lapso se contempla el tiempo de “sobrevida”, en donde las costumbres locales de una sociedad, acostumbrada a la muerte y la guerra, manifiestan en este caso su cercanía e inmediatez con la vida.
Ocultar el embarazo hasta que sea inevitable
La mala suerte, el mal de ojos y el acostumbramiento de una sociedad a la muerte prenatal durante el embarazo suele ser un tema que se omite en las conversaciones generales. A las rusas se las invita a ocultar el embarazo hasta que el mismo sea inevitablemente visible.
Por lo general, las fiestas de género y babyshowers se realizan dentro del círculo cercano. Por eso, a las mujeres rusas les resulta violento e impactante que los funcionarios de Migraciones le pregunten por el embarazo, algo extremadamente íntimo.
Las licencias por maternidad y la decisión de parir en la Argentina
En cuanto a la licencia por maternidad, la misma es totalmente generosa en Rusia. En total dura tres años: el primer año y medio se paga el sueldo completo y la segunda mitad al 60%, por lo que las mujeres de clase media poseen cierta versatilidad para poder planificar embarazos en el extranjero.
Al mismo tiempo, se considera un símbolo de status (antes de la invasión de Rusia a Ucrania las mujeres iban a parir a Miami, pero la guerra frenó esa ola de turismo a Estados Unidos) viajar hacia otro país para experimentar el curso de la última etapa del embarazo. Es por eso que muchas de ellas eligieron la Argentina y en su mayoría, se atienden en los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires.