Claudio Cuesta, director de tránsito e inspección general en Tres Arroyos, informó sobre una línea de trabajo que se viene implementando desde hace varios años en esa ciudad, y que busca poner fin a los ruidos molestos que generan las motos con caños de escape libre.
“Trabajamos en forma permanente con eso. Es una moda que se impuso en muchísimas ciudades, las motos con caño de escape libre o el famoso tirabombas, que son explosiones y ruidos que molestan a la gente. Desde hace unos cuantos años venimos con esto, venimos desde hace años y se busca perfeccionar la tarea”, expresó.
Indicó que esta política de Estado comenzó con la aprobación de una ordenanza en el año 2013.
“Luego se acopló a otra ordenanza, la de ruidos molestos, donde tenemos fijados la cantidad de decibeles que puede tener como máximo una moto de acuerdo con su cilindrada. También regula el tema de ruidos molestos para otros vehículos”, explicó Cuesta.
“Lo máximo permitido en una moto son 64 decibeles y en un vehículo, 76. Una vez que superás eso estás haciendo contaminación sonora. Cuando las motos salen de fábrica no superan esa cantidad de decibeles. Ocurre que les sacan los caños de escape originales y lo reemplazan por otro”, agregó.
Mencionó que en los operativos de tránsito, cuando le toman los decibeles, si la moto supera el tope, se secuestra el rodado por un plazo de diez días y se le exige –además del pago de la multa- el reemplazo del caño de escape.
“El caño de escape que se retira lo retenemos, se juntan y hacemos la destrucción. En algunos casos hemos hecho hasta compactación de motos”, finalizó.
