Alberto Fernández enfoca la campaña en Mauricio Macri. El expresidente del PRO es el objetivo político del Frente de Todos y esa estrategia se desplegó ayer en La Rioja donde el compañero de fórmula de Cristina Fernández de Kirchner destacó que su Gobierno apostó "mucho a la salud pública" y reseñó que cuando inició su gestión encontraron "miles de vacunas contra el sarampión vencidas en un galpón de Aduana y el sarampión volvió a ser una enfermedad presente en Argentina, porque esas vacunas no se dieron".
Alberto Fernández no sólo acusó así a Mauricio Macri de incumplir una campaña de vacunación sino que también le reprochó que supuestamente se dejaron quemar cunas para bebés recién nacidos durante su gestión. En un gesto de presunto acercamiento a Cristina Fernández de Kirchner, el presidente destacó la importancia del Plan Qunitas que "lo puso en marcha Cristina (Fernández de Kirchner, cuando era presidenta), pero miles de esas cunas terminaron quemadas por los tribunales", durante el Gobierno de Mauricio Macri.
"Esa es la diferencia, cuando gobiernan ellos esas cunas se queman. Cuando gobernamos nosotros, las hacemos. Esas cunas significan seguir con un programa de Gobierno, atender a los bebés, la niñez", señaló. Además enfatizó que "estas cunas están hechas en cárceles argentinas por personas que cumplen condena y que están redimiendo sus culpas", y manifestó que "es una casi una historia perfecta, la de proteger la vida en la niñez en los primeros tres años de vida del infante".
Rememoró que "en el siglo XIX, la generación del '80 creyó que en una Argentina agrícola-ganadera y construyó un país con eso, que estaba en el centro del país" y "en el siglo 21 es una Argentina muy desigual, con un centro muy rico, el norte olvidado y la Patagonia postergada", y bregó que "esa igualdad llegue cuanto antes, porque es necesario". Informó además que la semana que viene hará "un raid por el país para entregar edificios de universidades públicas para que pueda estudiar".