La escalada de violencia de Rosario sigue sin pausa. Este lunes por la noche, sicarios mataron a tiros a un hombre de 72 años e hirieron a un bebé de 1 año y 9 meses que jugaba en la calle, en la zona oeste de la ciudad. A pocas cuadras, otra joven de 27 años fue asesinada de siete tiros en un domicilio que sería un punto de venta de droga. Además, otro sicario en bicicleta baleó el frente de la Comisaría 32ª y huyó sin ser detenido.
Los dos crímenes ocurrieron con pocos minutos de diferencia y a pocas cuadras de distancia. No obstante, el fiscal de Homicidios Dolosos, Gastón Ávila, aún no tiene indicios de que estén conectados entre sí.
El primer hecho tuvo lugar en las vías del ferrocarril y Río de Janeiro, en una casa de construcción precaria que funcionaba como punto de venta de droga, según testimonios de vecinos brindados ante la Policía de Santa Fe. En el interior fue encontrado el cuerpo de Tamara Ailén Benítez, de 27 años, que aparentemente atendía el búnker.
De acuerdo a la reconstrucción hecha por la División de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal, dos sicarios en moto frenaron frente a la casa y realizaron siete disparos. Peritos forenses incautaron en la escena del crimen siete vainas servidas calibre 9 milímetros.
A los pocos minutos, en Riobamba al 4500 –a 8 cuadras de diferencia del otro homicidio–, otros pistoleros a bordo de una moto mataron de un tiro en la espalda a Ramón Alegre, de 72 años, y en el mismo ataque hirieron de un disparo al bebé de 1 año y 9 meses.
El chico fue trasladado hasta el Hospital de Niños Víctor J. Vilela con una herida de arma de fuego en la pierna izquierda que le provocó una fractura de fémur. La directora del centro de salud, Viviana Esquivel, informó este martes en conferencia de prensa que, de mejorar el estado del menor, será dado de alta en las próximas horas.
“Lo único que sabemos es que (el nene) estaba jugando en la calle y quedó en medio de una balacera. El caso lo atiende el Ministerio Público de la Acusación”, afirmó Esquivel.
Peritos forenses encontraron solo una vaina servida calibre 9 milímetros en Riobamba al 4500. Como es el mismo calibre que se usó en el otro crimen, fue a pocas cuadras y se sospecha que los sicarios también se desplazaban en moto, investigadores policiales no descartan que se trate de los mismos sospechosos.
Aproximadamente dos horas después de los dos homicidios, un sicario en bicicleta realizó cuatro disparos contra el frente de la Comisaría 32ª, situada en Julio Vanzo y calle 1.740, en el barrio Godoy, también en la zona oeste de la ciudad. Luego, huyó hacia un asentamiento.
Un tiro impactó en una ventanilla del edificio policial y otro llegó a la ventanilla del conductor de un Suzuki Fun negro que estaba en la puerta de la seccional por haber sido secuestrado en un procedimiento.
No es el primer atentado reciente contra las fuerzas de seguridad. El 26 de enero pasado fueron incendiados tres autos en la puerta de la Comisaría 12ª de barrio Ludueña, el 1º de febrero balearon la puerta de la subcomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez, el 2 de febrero dispararon contra la cárcel ubicada en 27 de Febrero al 7800 y el 3 de febrero se realizaron siete tiros contra la sede de la Agencia de Investigación Criminal.