El fiscal Gustavo García, uno de los que interviene en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, dijo en la mañana de este miércoles al iniciar su alegato que los ocho acusados atacaron “por sorpresa, a traición, sin que tuviera ninguna posibilidad de defenderse” a la víctima y encuadró el delito en la figura de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones”.
El representante del Ministerio Público Fiscal inició el alegato con la exposición de unas filminas, con las que repasó la prueba presentada a partir de los testimonios de cuatro amigos de Fernando y tres empleados del boliche “Le Brique” de Villa Gesell, para referirse al incidente en el interior del lugar, que consideró “el móvil” que generó que lo mataran afuera.
La fiscalía exhibió las imágenes captadas adentro del boliche y analizadas por la Policía Federal Argentina, donde, según dijo García, “se observa a Máximo Thomsen señalando a alguien”.
“Estamos convencidos de que era a Fernando y luego hace un gesto amenazante”, expuso el fiscal.
Luego se reprodujeron en la sala de audiencias los videos sincronizados del momento en que son expulsados del boliche tanto el grupo de acusados como el de Fernando.
García dijo que tras la expulsión de “Le Brique”, los acusados permanecieron “alrededor de siete minutos cerca de Fernando y sus amigos, acordando durante ese período de tiempo matar a Fernando Báez Sosa esperando el momento adecuado para hacerlo”.
El abogado defensor, Hugo Tomei, cuestionó técnicamente la reproducción del video analizado por García porque entendió que “se asemeja más a una prueba que a un alegato” y consideró que es “un montaje” y “una prueba nueva” no adecuada para esta instancia.
La presidenta del Tribunal, María Claudia Castro, dijo que el apoyo fílmico del alegato “es una metodología aprobada” y permitió que el Ministerio Público siguiera adelante.
García continuó con su alegato e hizo referencia a que “la alevosía agrava la menor posibilidad de defensa de la víctima” por una “situación de indefensión” y que “esta indefensión puede provenir por la inadvertencia de la víctima y también ser provocada por el agente”.
“Consideramos de acuerdo a la prueba que se dieron las dos situaciones”, sostuvo.
En cuanto al concurso premeditado de dos o más personas, señaló que puede “ser instantáneo”, “no requiere mucha deliberación” y que en este caso los imputados “siete minutos antes de iniciar el ataque se encontraron en la misma vereda a pocos metros de Fernando”.
“De alguna manera en este hecho hubo una estrategia o una planificación de cómo iniciar el ataque”, dijo.
Al igual que en las audiencias anteriores, los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, están presentes en la sala al igual que los ocho imputados Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23).
También están presentes los padres de los acusados, quienes ingresaron esta mañana a la sede judicial a bordo de una combi.
Luego de los alegatos de las partes acusadoras, mañana será el turno de la defensa técnica, cuya estrategia esbozada durante el debate oral se basó en demostrar que el crimen del joven estudiante de abogacía fue en el contexto de un “homicidio en riña o agresión”, que según el artículo 95 del Código Penal prevé una pena de entre 2 a 6 años.
En tanto, se espera que los ocho imputados utilicen su derecho a las últimas palabras frente a los jueces Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lazzari.
Como familiares de la víctima, también estarán en condiciones de decir unas últimas palabras los padres de Fernando, Silvino Báez y Graciela Sosa, aunque en su caso deberán solicitarlo sus representantes en calidad de particular damnificado, Burlando y Fabián Améndola.
Una vez que finalicen los alegatos y las últimas palabras de los acusados, los jueces del TOC 1 darán a conocer la fecha de la sentencia, que se prevé que será el 30 o 31 de enero.
El debate oral se extendió a través de 13 jornadas de presentación de pruebas y el testimonio de 87 personas, entre ellos familiares de la víctima y de los imputados, amigos de Fernando, testigos del ataque, policías, médicos, bomberos y profesionales de la salud.