Una avioneta robada durante la madrugada de este miércoles de un hangar del Aeroclub de Villa Ángela, en Chaco, se estrelló y murieron sus cinco tripulantes. Según los investigadores, se trataría de un grupo de narcotraficantes.
La aeronave monomotor se precipitó a tierra a solo siete kilómetros del lugar de despegue en medio de un campo despoblado.
El fiscal Sergio Ríos, en diálogo con Clarín, sostuvo que la aeronave Cessna 206 está cotizada en poco más de un millón y medio de dólares y pertenecía al empresario Roger Martin, que se dedica al agrocultivo y la ganadería.
Entre los restos de la avioneta se encontraron una pistola calibre. 9 milímetros, un teléfono satelital, guaraníes y una gorra del Club Cerro Porteño, por lo que se presume que las personas eran de nacionalidad paraguaya.
Sin embargo, el fiscal no pudo aportar mayores datos respecto a los tripulantes, debido a que los cuerpos quedaron completamente calcinados.
Dos peones presenciaron el momento en que la avioneta iba perdiendo altura, debido a que se fue quedando sin combustible por un sistema escondido que tiene la aeronave.
Además de las pruebas encontradas en el lugar, el fiscal Ríos contará para la investigación con las imágenes de una de las cámaras de seguridad.
La modalidad de robar costosas aeronaves por parte de los delincuentes parece multiplicarse en la zona del norte argentino.
Durante la madrugada de Navidad, una avioneta del aeroclub de Chaco, valuada en 118 millones de pesos, fue robada y la investigación también apunta a que detrás del delito hay una banda de narcotraficantes.
El GPS interno de la aeronave mostró que el rumbo fijado era Bolivia. Según reflejó el sitio Norte, el hecho quedó registrado en las cámaras de seguridad ubicadas en el predio del Aeroclub Chaco en el Campo los Palmares, y los investigadores creen que la aeronave traspasó la frontera vía Paraguay.
La avioneta robada es de marca Cessna, modelo 206, matrícula LVKEY; y tiene poco más de 50 años de antigüedad: “Me dicen los investigadores que este tipo de aviones son muy cotizados por el narcotráfico porque son livianos, tienen mucha autonomía y una capacidad de carga bastante grande”, especuló Jorge Canteros, Procurador General de la provincia de Chaco.
Según medios locales, la máquina robada pertenece al empresario foresto industrial Roberto Nardelli, de Tres Isletas, y está valuada en poco más de 350 mil dólares, unos 118 millones de pesos.