Una inmensa mayoría de suarenses no están de acuerdo con las obras que está realizando esta administración ya que entienden, con absoluta razonabilidad, que la ciudad necesita otras obras para mejorar la calidad de vida de los vecinos.
Esto viene a cuento porque ayer domingo, a las 20:20 pasamos por la esquina de Mitre y Sarmiento y observamos que por la peatonal que tantos millones nos costó a los suarenses no andaba casi nadie. Apenas cuatro o cinco vecinos mirando vidrieras, lo que cual no justifica semejante inversión.
Y mucho menos cuando necesidades tan básicas como el agua potable viene siendo poco atendida por este gobierno, que ha gobernado 25 de los últimos 29 años.
Es que conversando con los vecinos de San José, Santa Trinidad, y de los barrios cercanos a la ruta 85, entre otros, se sabe que especialmente a las tardecitas y primeras horas de las noches de los días muy calurosos el agua no sale de las canillas, impidiendo el aseo diario, el lavado de ropas y utensilios y hasta la posibilidad de cocinar.
¿Quién decide gastar millones en obras estéticas (alguna plantita, cambio de veredas, uno que otro macetero) que no sirven para mucho mientras algo tan elemental como el agua no llega a las casas?
Solo una persona que vive alejada de la realidad, más preocupado en su futuro político personal que en la vida cotidiana de sus vecinos.
Ahora anuncian más peatonales y es hora de decir que no, que no queremos más peatonales, que necesitamos agua, que se haga otro tanque. Y de paso saber qué pasó con la cisterna de calle Los Patos, iniciada durante el gobierno de Moccero y abandonada por una presunta flojedad de papeles.
Basta de peatonales y bicisendas que arruinan la normalidad cotidiana y más agua, más tanques de agua, que de los ocho pozos de extracción de agua funcionen los ocho y no tres como sucede hoy y que, de paso, arreglen las intransitables calles de tierra.
