El policía mendocino Franco Nicolás Cuello quedó en la mira de la Justicia el 25 de noviembre, cuando acusó a su hijo de cuatro años de sacarle el arma reglamentaria y asesinar accidentalmente a su mamá. Sin embargo, en las últimas horas, la declaración del menor en Cámara Gesell confirmó las sospechas: “Mi papá le disparó a mi mamá”.
El nene fue el único testigo del hecho, por lo que su testimonio fue determinante para que la fiscal a cargo de la investigación, Claudia Ríos, imputara a Cuello por el femicidio, delito cuya única pena posible es la prisión perpetua.
La víctima se llamaba Valeria Ramírez y tenía 26 años. Según reflejaron los medios locales, recibió un balazo calibre 9 milímetros que ingresó por el sector derecho de la nariz, le destrozó el maxilar, salió por el pómulo y le atravesó la zona izquierda del tórax. Horas después, murió en el Hospital Central.
El femicidio de Valeria Ramírez
El crimen salió a la luz tras un llamado al 911 que advertía sobre una mujer baleada en una casa del barrio La Gloria, de Godoy Cruz. Ante los efectivos que se acercaron al lugar y después ante la Justicia, la pareja de la víctima, Cuello, sostuvo que estaba limpiando su arma reglamentaria y en un descuido su hijo de 4 años la tomó y la accionó hiriendo a su mamá de un disparo.
Pero la coartada del sospechoso empezó a desdibujase a las pocas horas, cuando se conoció el resultado del barrido electrónico en las manos de la criatura y de su padre. De acuerdo a las pericias, el pequeño no había disparado un arma. En cambio, a Cuello le detectaron restos de la mezcla inflamable en manos, brazos y cuello.
Acorralado, el esposo de la víctima terminó por confesar que había sido el autor material del disparo pero remarcó que se había tratado de un accidente. Entonces, los investigadores decidieron escuchar la versión del único testigo presencial del hecho: el hijo mayor de la pareja, de cuatro años.
Así, en una habitación acondicionada especialmente para el trabajo de psicólogos, el chico declaró y le puso fin a la confusión: “Mi papá le disparó a mi mamá”.
Con los elementos reunidos hasta el momento, la fiscal a cargo de la investigación ordenó la prisión preventiva del auxiliar policial del Grupo Especial de Seguridad (GES). Para Ríos, la principal hipóteis sostiene que hubo una discusión entre la pareja y que Cuello disparó con intención de matar a su mujer.