Con el caudal del río Iguazú estacionado en torno de los mil metros cúbicos por segundo, la empresa Iguazú Argentina avanza en la recuperación de los 51 tramos de la pasarela a Garganta del Diablo, en Cataratas, que se desprendieron con la última creciente, en octubre pasado.
El grupo de operarios que trabaja en el lecho del río ya logró recuperar casi la mitad del material que quedó depositado allí, pero estiman que el paseo recién se volverá a abrir en febrero.
La empresa Iguazú Argentina debe volver a colocar más de 600 metros de pasarelas para que los turistas puedan volver a disfrutar del más espectacular de los 275 saltos. Es por eso que ya encargó la fabricación de tramos nuevos a una metalúrgica y también avanza con los trabajos en el lecho del río, cuando el nivel del agua lo permite.
Por medidas de seguridad, los 25 operarios afectados al operativo pueden ingresar al río cuando el caudal no supera los 2.200 metros cúbicos por segundo. Tampoco pueden hacerlo si el nivel del agua baja demasiado, ya que se vuelve imposible operar con las embarcaciones.
Además de volver a montar las pasarelas, la empresa deberá trabajar en el balcón de Garganta del Diablo, ya que la fuerte correntada del río Iguazú desprendió parte del piso, los que deberán ser repuestos, ya que cayeron al cañón.
El 13 de octubre pasado, el río Iguazú elevó su caudal hasta los 16.500 metros cúbicos por segundo, casi doce veces su promedio. La empresa cerró los paseos y sus operarios rebatieron las barandas de la pasarela que va a Garganta del Diablo y quitaron las tuercas de los bulones que aseguran el piso a las columnas. Este procedimiento está previsto para que los tramos de pasarelas se suelten en caso de ser impactados por un árbol que es arrastrado por la corriente, o por la misma fuerza del agua.
El mecanismo hace que las columnas no sufran daños y el procedimiento de reconstrucción del paseo sea mucho más rápido.
La repentina inundación, provocada por intensas lluvias en las altas cuencas del río, en Brasil, hizo que se desprendieran 51 de los 99 tramos que componen la pasarela a Garganta del Diablo. En las semanas posteriores sólo se pudo evaluar el daño mediante imágenes que se tomaron con drones, pero el operativo de reconstrucción empezó hace un mes.
Apenas bajaron al río, los operarios advirtieron que algunos de los cables de acero se cortaron y las estructuras metálicas que pesan más de cuatro toneladas fueron arrastradas más de 50 metros hasta depositarse en el lecho rocoso del río. Es por eso que su recuperación y traslado demandará más tiempo.
Otros tramos también sufrieron daños de importancia, lo cual impedirá su reutilización. Sin embargo, deberán ser sacadas del agua y llevadas al depósito, donde los responsables del área técnica evaluarán si son recuperables.
Pese al cierre del circuito Garganta del Diablo, este fin de semana extra largo visitaron las Cataratas más de 13.400 turistas y la ocupación hotelera en la ciudad orilló el 90%.