En medio de la tensión por el veredicto de la causa Vialidad, que podría condenar a la vicepresidenta Cristina Kirchner, el jefe de Estado, Alberto Fernández, viajará a Uruguay el martes. El mandatario irá a Montevideo para asumir la presidencia pro-témpore del Mercosur.
El mandatario intentará fortalecer la alianza entre los cuatro países de América del Sur, apoyándose en el respaldo que tiene de su par paraguayo, Mario Abdo Benítez y, en pocas semanas más, del brasileño Luis Inácio Lula Da Silva.
La cumbre comenzará este lunes con el encuentro de cancilleres, el argentino Santiago Cafiero se reunirá con sus pares Francisco Bustillo (Uruguay), Carlos França (Brasil) y Julio César Arriola Ramírez (Paraguay).
Ese mismo martes, el Tribunal Oral Federal 2 dará a conocer el veredicto en la causa Vialidad, donde podrían condenar a Cristina Fernández de Kirchner y a otros 12 imputados por la obra pública vial en Santa Cruz entre 2003 y 2015.
Para la ex mandataria, la Fiscalía pidió 12 años de cárcel y la inhabilitación perpetua para el ejercicio de cargos públicos para la dos veces presidenta de la Nación, al acusarla por asociación ilícita y administración fraudulenta.
A su vez, antes de viajar, el presidente tendrá la confirmación de si, finalmente, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), integrada por el Movimiento Evita, Barrios de Pie, la CCC y el MTE, realizarán una masiva movilización contra el Gobierno el próximo miércoles en todo el país.
Para evitar una protesta, el mandatario se reunió con los dirigentes sociales y prometió que no realizaría un recorte masivo de planes, como también pagar el Potenciar Trabajo esta semana.
Mercosur
En los hechos, esta es la última reunión de la era de Jair Bolsonaro -quien probablemente no asista al encuentro- y la antesala de un nuevo Mercosur: el de un Brasil que acompañará el relanzamiento interno del bloque que pretende la Argentina y que, en la misma línea que propone la Casa Rosada, buscará relaciones comerciales “inteligentes” con terceros.
En ese contexto, el Gobierno uruguayo anunció esta semana su intención de sumarse al Acuerdo Transpacífico (que integran países como Perú, Nueva Zelanda y Australia); un gesto que valió una queja formal de sus tres socios comerciales, Argentina, Brasil y Paraguay, quienes lo calificaron de “unilateral” y contradictorio con los estatutos que rigen las relaciones dentro del bloque regional.
No es la primera vez que Montevideo realiza ese tipo de movimientos: en 2021, durante una cumbre virtual a causa de la pandemia de coronavirus, el presidente Luis Lacalle Pou acusó al Mercosur de ser un “lastre” para los intereses de su país; mientras que días antes de la última reunión celebrada en Asunción confirmó su interés de firmar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China.
Al respecto, la llegada de Lula al Palacio do Planalto vendrá a revitalizar un espacio que Bolsonaro había menospreciado y a darle una nueva impronta, en la que se pueden esperar negociaciones con países como China, pero siempre dentro del Mercosur y por fuera de la figura del TLC.