Silvino Báez (49) y Graciela Sosa (54), los padres de Fernando Báez Sosa (18) reciben a Infobae en su casa por segunda vez. No hay cambios desde aquella primera visita en julio de 2020: para ellos, el tiempo quedó suspendido.
La habitación de Fernando es un testimonio de ello. La cama prolijamente tendida, un muñeco del Hombre Araña, una foto con su novia, Julieta Rossi, una cantimplora, un par de zapatillas y el envase de su perfume favorito: todo permanece en el mismo lugar.
Esa indefinición tal vez termine pronto. El próximo lunes 2 de enero de 2023, Silvino y Graciela verán a los ocho acusados de matar a su hijo Fernando sentarse frente al Tribunal en lo Criminal N° 1 de Dolores, para someterse al juicio oral y público por el crimen, en el que podrían recibir prisión perpetua.
El delito que se les imputa es el de homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas. También por las lesiones leves sufridas por los amigos de Fernando, que estaban junto a él la madrugada del crimen y que intentaron defenderlo.
“Estamos pensando día y noche en eso. Esperamos una condena ejemplar porque nosotros ya estamos condenados a ser infelices para siempre”, coinciden.
Los Báez Sosa son querellantes en la causa desde el comienzo del expediente. En el juicio, tal como ocurrió durante la investigación del expediente, el matrimonio será representado por un equipo de abogados que encabezan Fernando Burlando y Fabián Améndola. Para eso, los abogados tienen previsto instalarse en un hotel en la ciudad de Dolores durante todo el mes de enero. Silvino y Graciela fueron citados a declarar en la primera jornada del juicio, donde se esperan más de 130 testigos.
“No va a ser un juicio fácil porque desde que pasó lo que pasó, nosotros seguimos como el primer día. Todo nos cuesta. Todo es difícil. Todo es doloroso. A medida que se acerca la fecha crece la expectativa, pero también los nervios”, dice Silvino.
Graciela lo escucha atenta mientras desliza sus manos por las cuentas del rosario que lleva puesto. Meses atrás comenzó a asistir a RENACER, un grupo de apoyo integrado por padres que perdieron a sus hijos. “Se aproxima el juicio y voy decayendo anímicamente. Tuve que buscar asistencia. Ahora estoy yendo a un grupo de padres que también perdió a sus hijos, a ver si encuentro un poco de calma”, cuenta.
Oriundos de la ciudad de Carapeguá, en Paraguay, los padres de Fernando esperan la llegada de algunos de sus familiares, que tienen previsto viajar para hacerles compañía en el transcurso del debate oral. Al cierre de esta nota, el matrimonio todavía no tenía claro si se iba a quedar en Dolores para presenciar el juicio en toda su duración o si solo asistirían a algunas audiencias.
Al finalizar la entrevista, Silvino y Graciela caminan hacia la puerta del departamento para tomar la foto que encabeza esta nota. A sus espaldas, hay dos cuadros pintados a mano con el rostro de su hijo. Son, explican, uno de los tantos regalos y muestras de afecto que recibieron en su domicilio.
“Esperemos que la resolución de los jueces nos dé un poco de paz”, se despiden.
El debate por el crimen cometido el 18 de enero de 2020 a la salida de la disco Le Brique en Villa Gesell se desarrollará entre el 2 y el 31 de enero de 2023 en el Tribunal en lo Criminal N°1 de Dolores, integrado por los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, precisamente en la Sala de Audiencias del Palacio de Tribunales de esa localidad. Por allí pasarán, según está previsto, más de 130 testigos, en un caso fuertemente nutrido por la instrucción de la fiscal gesselina Verónica Zamboni.
Todavía se desconoce si Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli, Luciano, Lucas y Ciro Pertossi, los acusados de asesinar a golpes a Fernando, estarán presentes en la sala o enfrentarán el proceso vía Zoom desde la Alcaldía N°3 de Melchor Romero.