Luego del escandaloso trámite por el que la mayoría oficialista que conforma la Auditoría General de la Nación (AGN) aprobó sin una discusión profunda los 10 contratos de compra de vacunas contra el coronavirus por parte del Estado argentino y dispuso que se mantuviera bajo secreto, desde el Gobierno salieron a defender la maniobra apuntando que “fue por pedido de las farmaceúticas”.
Este jueves, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, explicó que “en un marco extraordinario y con una negociación que requirió tener una ley que cambiara la modalidad de contratación, con todos los pasos seguidos, la Argentina cumplió y lo hizo con un pedido de confidencialidad de la industria farmacéutica”.
“Si nosotros pudiéramos, sería lo mejor que nos podría pasar poder explicar y contar exactamente la negociación. No podemos por pedido de la industria farmacéutica. No es que queramos ocultar nada”, añadió la titular de la cartera sanitaria nacional en declaraciones a radio La Red.
En la misma línea, agregó que “no es el oficialismo de la AGN el que lo quiere mantener en confidencialidad, sino que es lo que dicen los contratos por pedido de los laboratorios. Todos los países que firmaron contratos para comprar vacunas Covid en una situación de emergencia sanitaria inédita en el mundo firmaron confidencialidad. Entonces, entiendo que es por eso que el informe tiene que ser confidencial, porque el país se comprometió a eso”.
Por otra parte, Vizzotti confirmó que el Gobierno gastó US$ 1700 millones en vacunas para combatir la pandemia que significaron más de 120 millones de dosis, de las cuales más de 118 millones fueron distribuidas y más 110 millones aplicadas; pero aquellas que se pidieron y aún no llegaron, no se pagaron.
“Todas las Sputnik V y Cansino que todavía no llegaron no están pagas y los contratos de Sinopharm, Astrazeneca y Covax están cumpliéndose en un 100% cancelado el pago; y las de Pfizer y Moderna tienen otra modalidad en la que se paga un adelanto y luego, por embarque, se va pagando y hasta que no llegan no se paga. La situación de que la Argentina pagó por vacunas Sputnik que no llegaron es mentira”, desarrolló.
El oficialismo en la AGN ocultó la letra chica de los contratos y la oposición denunció falta de controles
“La decisión de declarar o transformar en reservada es, a mi juicio, infundada y perjudicial y yo podría citar a un destacadísimo cientista político italiano, Giovanni Sartori, que llama la atención sobre una de las principales promesas de la democracia es la transparencia que está siendo afectada por esta circunstancia”, manifestó el auditor de la oposición Jesús Rodríguez.
Para la oposición, compuesta por Miguel Ángel Pichetto, Alejandro Nieva y Jesús Rodríguez, el documento que suscribió el oficialismo “autolimita” el accionar de la AGN ya que no le permitió realizar un control exhaustivo de los convenios por vacunas.
Fuentes de la oposición en este organismo de control le dijeron a TN que, a modo de ejemplo, el documento reservado que firmó el oficialismo no permite saber cuáles fueron los motivos por los que se tardó en firmar el contrato con Pfizer o cuál es el contenido de las cláusulas confidenciales que se firmaron.
En particular la oposición quería conocer la letra chica del convenio con AstraZeneca, el que tuvo diversos incumplimientos que afectaron la campaña de vacunación en la Argentina.
Por el contrario, el oficialismo utiliza como argumento las cláusulas de confidencialidad para justificar que el informe se mantenga en reserva. Aseguraron que esto podría generar demandas por parte de las farmacéuticas. Los representantes del Gobierno eran Javier Fernández; Juan Ignacio Forlón; María Graciela de la Rosa y Gabriel Mihura Strada.