Festival del empleo público bonaerense: los cargos políticos crecieron un 140% durante la gestión de Axel Kicillof
En tres años amplió la estructura burocrática a 20 organismos con rango ministerial y nombró 1852 funcionarios jerárquicos; su antecesora, María Eugenia Vidal, contaba con un gabinete de 14 ministerios y 769 cargos políticos.
Desde que asumió la gobernación, Axel Kicillof convirtió a la provincia de Buenos Aires –bastión electoral del kirchnerismo– en el escenario de un festival del empleo público. Además de incorporar a 45.755 nuevos empleados públicos, como reveló LA NACION, en solo tres años la estructura de cargos políticos creció más del doble respecto de diciembre de 2019, generando una maraña burocrática compuesta de ministerios, secretarías, subsecretarías y direcciones que insumen miles de millones de pesos en una provincia donde el 42% de su población se ubica bajo la línea de la pobreza.
Los datos son elocuentes. A lo largo de su gestión, Kicillof nombró 1852 funcionarios en cargos jerárquicos en los 20 organismos con rango de ministerio que componen su gabinete, a los que se suman la Unidad Observatorio Político Electoral y el Instituto de Obra Médica Asistencial (IOMA). Su antecesora en el cargo, la exgobernadora María Eugenia Vidal, había dejado un plantel de 769 funcionarios políticos en un organigrama compuesto por 14 ministerios y la Dirección General de Cultura y Educación. El incremento en tan solo tres años fue del 140%.
Desde el gobierno bonaerense advirtieron que la Ley de Ministerios, que ordena el organigrama bonaerense, fue aprobada en la Legislatura. “Son las necesidades que surgen a partir de las transformaciones que se están haciendo. Para tener un gobierno que gestione necesitás trabajadores y trabajadoras. No hay nuevas escuelas, centros de salud, plazas penitenciarias, viviendas, más seguridad, más atención integral a mujeres y diversidades, más obras de infraestructura en los 135 municipios, más trabajo de concientización para cuidar el ambiente, más urbanización de barrios populares, etcétera, sin equipos de trabajo”, indicaron desde La Plata.
“Nuestra principal diferencia con el gobierno anterior es la productividad. Para tener resultados necesita gente que los haga posible. No vinimos a la provincia a hacer la plancha, ni a usarla de trampolín, vinimos a dar respuestas a las necesidades de las y los bonaerenses. Y falta un montón aún”, agregaron ante la consulta de LA NACION.
La oposición está lejos de ese diagnóstico. “Kicillof ha quebrado todos los récords de la historia en cantidad de funcionarios –advirtió el diputado provincial Claudio Frangul, de Juntos por el Cambio–. En estos casi tres años más que duplicó la estructura estatal provincial sin traducirse esto en una mejora en la gestión”.
Frangul, quien analiza al detalle la seguidilla de nombramientos políticos que viene realizando el gobernador, explicó que semejante explosión de cargos responde a que Kicillof debió “lotear” su gabinete para cumplir con los distintos socios del Frente de Todos. “Su administración tuvo como norte el nombramiento de funcionarios; para ello fue necesaria la creación y hasta superposición de áreas”, enfatizó.
Para muestra vale un botón. Tras la derrota electoral en 2021, Kicillof, por orden de Cristina Kirchner, se vio obligado a modificar su estructura de gobierno y desplazar a su amigo personal, Carlos Bianco, de la Jefatura de Gabinete de Ministros para incorporar al intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde. Sin embargo, Kicillof no dejó a su amigo a la intemperie y le creó un organismo adhoc, la Jefatura de Asesores de Ministros, una suerte de ministerio paralelo que tiene 4 subsecretarías y 21 direcciones. Allí se desempeñan 102 empleados, de los cuales 25 son cargos políticos.
Como publicó este domingo LA NACION, Bianco se beneficiará, además, con un suculento aumento presupuestario el año próximo. En efecto, el presupuesto 2023 le asignó una partida de casi 1000 millones de pesos, un 471% de aumento respecto de este año.
Para no herir susceptibilidades, Kicillof también dotó de una superestructura a Insaurralde, aunque en los hechos se trata de una cartera casi idéntica a la de Bianco. Tiene 1407 empleados con 126 cargos políticos y un presupuesto que el año próximo rondará los $30.000 millones. Un 212% más que este año.
Un caso espejo es el de Leandro Nardini, intendente de Malvinas Argentinas convocado por Kicillof tras la derrota en las primarias para encabezar el Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos. Agustín Simone, su antecesor en el cargo, continuó en funciones pero al frente del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Urbano. Dos carteras casi idénticas que suman 210 cargos jerárquicos entre subsecretarios y directores varios.
Desdoblar ministerios para cumplir con los compromisos políticos ha sido el modus operandi del gobernador para ampliar su estructura de gobierno. Por caso, la cartera de Infraestructura que durante los primeros 2 años de gobierno de Kicillof era un ministerio con 55 funcionarios políticos, se convirtió en tres ministerios con más de 120 subsecretarias y direcciones provinciales.
Uno de los tres ministerios creados, el de Transporte, fue para un hombre de Sergio Massa, el exsenador Jorge D’Onofrio. Una cartera compuesta por 5 subsecretarias y nada menos que 74 direcciones provinciales, muchas de ellas con funciones superpuestas. A este ministerio se lo dotó con 93 cargos políticos.
“Este es un gobierno ausente que desoye los problemas de los vecinos, parece no tener en cuenta que los recursos de la provincia se obtienen de impuestos a la producción y al consumo que éstos mismos aportan”, critica Frangul.
La reacción de Kicillof
Poco después de la publicación de esta nota, Kicillof reaccionó en las redes sociales y apuntó contra el artículo publicado este domingo por LA NACION, que señalaba desde el título que “Axel Kicillof incorporará durante su gestión 45.755 nuevos empleados públicos”.
“Nuevamente degradan la democracia difundiendo mentiras, evitando cualquier debate serio, con cifras y argumentos”, acusó el gobernador, para agregar: “Primero los datos: 38.000 es la suma de los nuevos trabajadores autorizados por los presupuestos de 2021 y 2022, votados por oficialismo y oposición”. La nota criticada incluye esos ingresos pasados con los que prevé para 2023 el presupuesto que Kicillof envió a la Legislatura bonaerense, que llegan así a 45.755 nuevos empleados públicos.
Acto seguido, Kicillof apuntó en la misma dirección que la explicación ofrecida por su gobierno ante la consulta de LA NACION: que la incorporación de empleados se debe que se hacen más viviendas, escuelas y hospitales o se compran más patrulleros.
“Cuando asumimos encontramos un estado atrasado, desmantelado, ausente e incapaz de brindar servicios y garantizar derechos. 114 edificios educativos nuevos, triplicar las camas de terapia intensiva, 12.000 plazas penitencias en construcción, más de 10 mil viviendas necesitan nuevos trabajadoras y trabajadores. Estamos gestionando para asegurarle a millones de bonaerense su derecho al futuro”, escribió en Twitter.