Un excomisario juzgado por abusar de tres hermanitos intentó justificar sus actos: “Sufrí violencia de chico”
Las víctimas tenían 4 y 5 años cuando sucedieron los abusos, por los cuales también están acusados la madre y los abuelos maternos de los menores.
El excomisario Mario René Wolff Furlong, uno de los 11 imputados por las violaciones que sufrieron tres hermanos de 4 y 5 años de la localidad entrerriana de Oro Verde, se defendió de las acusaciones con un polémico argumento. “Fui víctima de violencia por parte de mi padrastro”, expresó, intentando justificar sus aberrantes actos.
“Al haber sido puesto como un actor principal de todo esto, quiero buscar la verdad porque estoy del lado de los niños, de la verdad y la justicia. Fui policía 32 años y, por lo tanto, auxiliar de la justicia”, sostuvo Wolff Furlong, en diálogo con Elonce.
La causa, que llegó a juicio después de 9 años, investiga entre otros a la madre y los abuelos maternos de las víctimas bajo los cargos de “promoción de la corrupción de menores triplemente agravada por la edad de la víctima, por el medio de comisión y por el vínculo, reiterada (hechos primero y tercero) en concurso ideal con abuso sexual simple reiterado y abuso sexual con acceso carnal reiterado (hecho segundo)”.
De acuerdo a la acusación, los imputados abusaban sexualmente y vendían a los menores para rituales sexuales. Mientras espera la definición de la Justicia, Wolff Furlong consideró que el caso “es un castillo de naipes que tiene que caer”. “Es un armado de mentiras”, subrayó.
“Contudente y crudo”
La causa se inició en julio de 2013 y la Cámara Gesell de las víctimas es el eje de la acusación contra la madre, los abuelos maternos, el tío y la pareja de este, el excomisario Wolff Furlong y hasta un locutor de Gualeguaychú, por los abusos sexuales y las amenazas que sufrieron los hermanitos.
El varón, según precisaron fuentes judiciales, habría sido abusado durante el período comprendido entre 2005 y 2011; su hermana menor, en el período 2006-2011; y la más chica, en el período comprendido entre 2009 y 2011.
El martes pasado fue el turno de las víctimas de declarar en el juicio y su relato, según publicaron los medios locales, fue “contundente, crudo y muy claro”.
La estrategia del excomisario
Para el excomisario acusado Wolff Furlong, un divorcio conflictivo fue el disparador de la causa en la que se encuentra implicado. “El padre de los chicos hizo una primera denuncia en 2013 y solo apuntaba a la familia materna, pero por el solo hecho de embarrarle la cancha a su exmujer”, explicó.
“Hay muchas mentiras e inconsistencias permanentes que vamos a señalar para buscar la verdad” , afirmó el imputado, cuyo testimonio está previsto en el debate para el próximo jueves.
Por otra parte, habló de la supuesta manipulación que habría ejercido el padre sobre los menores, en medio del conflicto con su exmujer. “Está demostrado a lo largo del expediente que hubo golpes y violencia; el padre de los chicos dejaba carteles en la casa en la que indicaba tareas; hay una alta homofobia; y él, como militar, siempre ejerció la violencia, la presión psicológica y física”, apuntó Wolff Furlong.
Y cuestionó: “Hasta qué punto es creíble el relato del padre, él presionó todo el tiempo a sus hijos”. Pero además, Wolff Furlong sostuvo que fue víctima de violencia por parte de su padrastro, que sería el padre del denunciante en la causa.
“En esa casa, a la violencia la ejercía mi padrastro, o sea, el padre de él”, contó Wolff Furlong, y añadió: “Cuando tenía tres años, mi madre y mi padrastro se juntaron, y sufrí violencia desde muy chico. Me fui tres veces de mi casa, la última fue a mis 14 años, y arranqué a hacerme cargo de mí mismo desde muy temprano”.