El día que debió ser el más hermoso de su vida se convirtió en una pesadilla para una pareja de la ciudad de Caborca, en México, cuando un sicario apareció en la puerta de la iglesia y asesinó de cinco tiros a quemarropa al novio.
El brutal ataque ocurrió el sábado alrededor de las 17 y la víctima fue identificada como Marco Antonio Rosales Contreras, un ingeniero informático de 32 con residencia en Guadalajara.
Antes de huir, el atacante gatilló contra alguno de los invitados. No hubo más muertes, pero varios resultaron heridos, entre ellos la hermana del hombre asesinado, Michelle Adriana, de 23 años, que recibió un disparo en la espalda.
La novia, identificada como Aracely, resultó ilesa, pero sufrió una profunda crisis nerviosa ante la brutal ejecución de su pareja y fue retirada del lugar por familiares. Imágenes de la mujer con su vestido blanco manchado de sangre se hicieron virales.
Según medios locales, familiares e invitados de la boda en forma desesperada intentaron hacerle reanimación cardiopulmonar (RCP) al novio, que murió camino al hospital en una ambulancia de la Cruz Roja.
La principal hipótesis de la Fiscalía: un asesinato por error
Tras la ejecución, la Fiscalía General del Estado de Sonora confirmó en base a los peritajes de balística que se trató de “un ataque directo” pero hizo una llamativa aclaración.
Según dijeron, “cobra relevancia” una línea de investigación que indica que “el ataque directo a Marco Antonio iba dirigido a otra persona quien el mismo día contrajo nupcias en otra ciudad y que podría ser el móvil de la agresión”. En otras palabras: los sicarios se habrían confundido de boda y de blanco.
El dolor de los familiares
En las redes sociales, familiares de Marco Antonio Rosales Contreras expresaron su dolor por la “la irreparable pérdida de un ser humano maravilloso, la persona más noble y amorosa en este mundo”. “No merecía este desenlace. Mi corazón está destrozado”, escribió su tía Minerva Contreras.
“Dios lo tenga en su santa gloria, dejas un gran vacío en nuestros corazones, fuiste un gran ser humano, no merecía lo que le pasó, tenía mucha vida por delante”, lo despidió Marilú Contreras.
Tras el crimen, el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño pidió “no caer en la psicosis”. Según cifras oficiales del Sistema Nacional de Seguridad Pública de México, en el primer semestre se registraron 1018 homicidios dolosos en el estado de Sonora.
