El escándalo Tuzzio-Ameli: un exjugador contó cómo se enteraron en el plantel y qué rol cumplió Gallardo
Federico Domínguez relató que estaban en medio de una práctica cuando explotó la noticia. “Fue un gran quilombo todo”, rememoró.
Hace 17 años, River vivió uno de sus momentos más dramáticos fuera de una cancha de fútbol, después de que Horacio Ameli y Eduardo Tuzzio, defensores titulares del equipo, se pelearan por una infidelidad.
Según pudo reconstruirse con el correr de los años, Ameli empezó una relación amorosa con la esposa de Tuzzio, lo que generó una explosión en el equipo de Núñez cuando se supo la noticia.
Federico Domínguez, integrante de ese plantel, habló sobre cómo lo tomaron los jugadores y cuál fue el rol de Marcelo Gallardo, capitán del equipo, para tratar de que el problema entre los defensores no incidiera en el rendimiento futbolístico del equipo.
Tuzzio y Ameli, durante un entrenamiento con River. (Foto: NA)
“Yo recién había llegado, era mi primer semestre, tenía toda la ilusión de ganar la Libertadores. Íbamos bien en el campeonato y en la Copa terminamos primeros en el grupo, invictos, habíamos empatado un solo partido”, pone en contexto Domínguez cuando, en diálogo con La Nación, le consultan cómo se habían enterado del escándalo. “Íbamos a empezar la práctica, Astrada nos juntó en el medio del campo, señaló un par de cuestiones futbolísticas, nos felicitó por esa primera fase, nos dijo que estábamos por el buen camino pero que se venía lo más difícil. Y cuando terminó de hablar, apareció Tuzzio y dijo lo de Ameli y su esposa”, relató el exdefensor.
Cuando le repreguntaron por la reacción del plantel, reconoció que “se quedaron helados” y que de la sorpresa pasaron a separarlos, porque se querían pelear. “Se suspendió el entrenamiento y después fue un gran quilombo todo: muy difícil de gestionar para Astrada y muy difícil de llevar para el grupo”, aseguró.
Entonces, recordó también que el DT determinó que entrenaran en horarios diferentes y que los iba a rotar diariamente. Para los partidos en el campeonato local utilizaba a uno y no al otro, y para el encuentro siguiente cambiaba. En la Libertadores jugaban, juntos que no se hablaban.
“Yo concentraba con Diogo, el otro lateral, y nos decíamos: ‘Estos muchachos no se hablan, tenemos que estar más atentos que nunca’. Los laterales siempre se hablan con los centrales, pero acá teníamos que hacerlo entre nosotros y en el Monumental, con todo el griterío, era imposible. Era muy, muy jodido”, afirmó.
El rol clave de Marcelo Gallardo en la pelea entre Ameli y Tuzzio
El exlateral reconoció que lo más difícil era la convivencia en las concentraciones y que no se podía escuchar ni ver los programas de radio o tele para evitar escuchar hablar del tema. “Ahí apareció Gallardo, como capitán, y dejó las cosas bien claras, y el grupo lo siguió. De algún modo, mostró lo que se ve hoy como conductor. Nos reunió a todos, sin Ameli ni Tuzzio, y tomó la voz cantante: dijo que no había que tomar postura por ninguno, que teníamos que ser inteligentes y fuertes, y tratar de gestionar ese quilombo”, reveló.
El Muñeco fue el portavoz del grupo y le transmitió al cuerpo técnico la medida que había sido tomada en forma unánime y, así, Horacio Ameli fue marginado del grupo hasta el final de ese semestre, que ante la debacle deportiva significó el final del ciclo de Astrada como entrenador.
Con la llegada del posterior cuerpo técnico que encabezó Reinaldo Mostaza Merlo, Coco tampoco jugó y se vio confinado a los entrenamientos con los juveniles del club, que al final de la temporada lo dio a préstamo a Colón, el club en el que el exdefensor se había iniciado.
Que es de la vida de Horacio Ameli
Horacio Andrés Ameli se separó en 2008 de Marcia Alejandra Gutiérrez, quien era su mujer hasta el momento del escándalo, y es hoy un importante empresario del ámbito inmobiliario. Está radicado en Rosario, Santa Fe, de donde es oriundo, pero al menos cuatro veces al año visita Villa Pehuenia, Nequén, donde es propietario de Amarras, un hostería y complejo de cabañas que, tal como se indica en su descripción, es “una increíble aldea de montaña sumergida en un entorno natural majestuoso”, al pie del lago Aluminé, que está abrazado por la Cordillera de los Andes.
Coco fue expulsado por el fútbol pero aunque aquello marcó el rumbo de su vida e inoculó en él cierto resentimiento con el ambiente, le dio vida durante un tiempo junto a unos amigos y socios al Santa Fe Fútbol Club, una institución formativa y de esparcimiento que luego se discontinuó para lanzarse al mercado inmobiliario mediante la firma Cash Construcciones S.R.L., creada en sociedad con su exesposa y con domicilio en la calle 1° de Mayo de Rosario.
En Pehuenia, Ameli es una persona valorada y muy reconocida. Carlos Koopmann, el intendente de Zapala, localidad por la que hay que pasar de camino a la Villa, le dijo a Toda Pasión: “Horacio es muy amigable, he compartido con él distintos acontecimientos”. Luego, añadió: “Le ha dado trabajo a mucha gente, construyó la mejor hostería de Villa Pehuenia y para eso contrató a una empresa de acá, Pehuenia Construcciones, con lo cual movilizó muchísimo la zona”.
Que pasó con Eduardo Tuzzio
Fue quien quedó como la víctima de esta historia y, aunque contó con el apoyo absoluto del fútbol argentino, quedó tan afectado por lo ocurrido que decidió irse del país. Su destino fue España, precisamente Mallorca. “En ese momento yo sentía que me tenía que ir del país sí o sí, estaba muy mal, necesitaba salir, cambiar de aire. Mirá que dejaba a mis hijos y todo, eh, porque me fui solo, pero era una decisión que debía tomar, no tenía alternativas”, dijo la única vez que habló al respecto en una entrevista con El Gráfico.
Luego volvió a la Argentina para jugar en Independiente, donde validó su categoría como jugador y encontró la revancha que necesitaba al convertir en 2010 el penal decisivo en la Copa Sudamericana ante Goiás que consagró campeón al Rojo. Más tarde fichó por Ferro, club en el que se retiró del fútbol, en 2013.
¿Con Ameli no volviste a hablar? “Nunca más”, dijo el también exdefensor al ser consultado. ¿Te sorprendió que, salvo unos pocos partidos en Colón, no jugara más al fútbol? Como que el ambiente del fútbol le hizo la cruz. “Es un tema de él, no es un tema mío”, sentenció.