La nueva Zona Roja marplatense: las trabajadoras sexuales no la aceptan y sigue el conflicto con los vecinos
Una nueva ordenanza prohíbe la oferta de servicios sexuales en zonas con residencia domiciliaria. TN recorrió la ciudad para conocer el origen del problema y entender por qué ninguna de ellas quiere ir al lugar asignado por el municipio.
En Mar del Plata, precisamente en la esquina de Avenida Luro y Teodoro Bronzini, ayer por la noche más de 30 vecinos se agruparon para ser testigos de un suceso que generará un antes y después en la sociedad marplatense.
A partir de un reclamo en conjunto, el cual aseguraron lleva más de 25 años, comenzó a regir en el municipio de General Pueyrredón la ordenanza 25.590, aprobada por el Concejo Deliberante, en la cual se prohíbe la oferta y demanda de sexo en zonas con residencia domiciliaria. Es decir, frente a las casas de los vecinos.
La medida también promueve la reubicación del trabajo sexual, trasladándolo de los distintos barrios céntricos al sur de la ciudad, en una traza de 200 metros con poca iluminación, lindera a un cementerio, sin servicios cercanos y en donde la circulación vehicular es escasa.
Para los vecinos, la promulgación de la ordenanza significa el premio a los constantes pedidos que efectuaron a lo largo de estos años. Para las trabajadoras sexuales, una medida que atenta directamente contra sus bolsillos.
El concejal Agustín Neme, presidente del bloque oficialista, precisó que “la ordenanza es la respuesta a 30 años de sufrimiento a vecinos de muchos barrios, que viven situaciones lamentables, como abuelos que no pueden recibir a sus nietos, chicos que no pueden jugar en la vereda. Es ponerse del lado de los vecinos y que puedan vivir en paz de una vez en todas”.
“El barrio está inseguro y no se puede salir de noche”
Los vecinos celebraron la promulgación de la ordenanza municipal
“No podemos dormir a la noche, encontramos suciedad en nuestras casas. Disturbios, peleas. Los adictos buscando comprarles, porque su segundo trabajo es vender drogas. La Justicia no hizo lugar a todo esto y nosotros seguimos insistiendo. El barrio está muy inseguro y no se puede salir de noche”, sostuvo Néstor, vecino marplatense, en diálogo con TN.
“Hace 36 años que vivo acá y esta problemática la tenemos, por lo menos, desde hace 25 años. Abrir la persiana y decirles que nos dejen dormir. Si están contentos gritan porque están contentas. Si están enojadas se pelean. Que te sacudan con una piedra o una botella. Las hemos visto teniendo sexo en la calle, a media cuadra de la Escuela Nº15″, agregó.
“Estamos muy cerca de recuperar nuestras vidas, la tranquilidad del barrio y la seguridad. Apoyamos el traslado de la Zona Roja. No decimos que es la única, pero sí el principio de una solución. Nunca en la historia de este conflicto tuvimos una oportunidad de que se discutiera en el Concejo Deliberante, mucho menos de que saliera una ordenanza”, declaró Soledad, también vecina de la ciudad, a TN.
La mujer continuó: “Acá hay venta de estupefacientes y narcomenudeo; en algunos casos se actuó y en otros no. Empezamos a caminar las calles y vimos lo que pasaba en primera persona: las chicas trans se reían de nosotros, nos decían que ganaban en una noche lo que nosotros ganábamos en un mes”.
Y completó: “Una vez les pedí que se corrieran de la puerta de mi casa y me tiraron una botella. Con mi familia vimos a una chica trans teniendo sexo con un cliente en nuestra cuadra. Situaciones lamentables que ocurrían a cualquier hora del día”.
Como contrapunto, las trabajadoras sexuales decidieron no acatar lo dispuesto en la ordenanza y salieron durante la primera noche de control a “patrullar” las calles para defenderse entre ellas y evitar sufrir multas o detenciones.
Sucede que la normativa establece que las personas que ofrezcan servicios sexuales en sectores no permitidos podrán ser multadas con valores que oscilan entre los $170 mil y $861 mil. Los arrestos van de 5 a 30 días.
“Los vecinos salían con hondas, palos y cadenas a sacar a las compañeras de las esquinas. Estamos en la calle, las calles son libres. Yo puedo estar en la vía pública haciendo uso responsable de la misma”, manifestó Preta, trabajadora sexual trans, a TN.
También aseguró que le brindaron a las autoridades otro sitio de reubicación: “Desde Juan B. Justo y Champagnat hasta Juan B. Justo y 180. Allí no hay frentistas, hay negocios, pero a esa hora están cerrados. Nos dicen en la nueva zona habrá cámaras y patrulleros, pero si hay patrulleros los clientes no nos levantan. ¿Por qué nos quieren invisibilizar?”.
En relación a las denuncias de los vecinos, fue Juana quien negó mantener relaciones sexuales en la vía pública: “Muchas trabajamos y nos vamos a albergues transitorios. La mayoría de nosotras no somos así. Se quiere ver a la trabajadora sexual como burdas, poco dignas y nada que ver. Sólo queremos trabajar”.
“Imagínense ser trans. Muchas vivimos con VIH, no estamos en igualdad de condiciones. Pagamos hoteles por día, hasta $4000 solo para dormir. Eso nos pone en una situación de vulnerabilidad”, reclamó Victoria, otra trabajadora sexual.
Por qué las trabajadoras sexuales no aceptan la nueva Zona Roja
La principal razón por la cual no aceptan la nueva Zona Roja es la distancia. La Avenida 10 de Febrero está ubicada a casi 20 minutos del centro marplatense, lo que implicaría un gasto mayor en traslados por parte de las trabajadoras sexuales.
TN recorrió el lugar para comprobar una serie de cuestiones planteadas por este grupo: hay sectores con poca luz, transitan pocos vehículos y ese sector carece de sitios que puedan brindar servicios básicos como alimentos o sanitarios para ellas.
“No nos gusta estar peleadas con la gente. Somos las que estamos en la calle, ellos están en sus casas. ¿No somos parte de la actividad cultural de Mar del Plata?”, relató Victoria.
“Hay cinco zonas de trabajo sexual, más de 200 prostitutas. El gobierno marplatense quiere poner a 200 prostitutas en 200 metros. Ofrecimos zonas, respetando el espíritu de la ordenanza”, indicó la mujer trans. Los vecinos manifestaron que las trabajadoras sexuales no son más de 70.
Desde el municipio detallaron que ayer por la noche y durante la madrugada del domingo no se registró oferta sexual frente a las casas ni tampoco en la Avenida 10 de Febrero. También detallaron la distancia que separa este lugar de los barrios más cercanos: Las Canteras a 750 metros, Santa Celina a 500 metros, Florencio Sánchez a 1,5 kilómetros y Don Diego a 1,2 kilómetros.
Cómo se controlará que no haya oferta sexual en lugares no permitidos
“Lo primero que dispusimos fue un operativo de prevención en las zonas en las que suele ofertar y demandar sexo. También abrimos una línea de WhatsApp para que los vecinos denuncien de forma anónima si alguien oferta sexo en la puerta de su casa”, sostuvo Martín Ferlauto, secretario de Seguridad de Mar del Plata, a TN.
Ferlauto concluyó: “Estamos convencidos de que el perjuicio que se genera en los vecinos es grave, por eso las sanciones son graves. Vamos a seguir con los operativos como los venimos planificando. Evidentemente haremos lo posible para que la ordenanza se cumpla”.