Hipótesis de simulación: la teoría que afirma que vivimos en una realidad simulada
¿Somos producto de una simulación creada por una civilización más avanzada? ¿Estamos conectados a una interfaz cerebro-ordenador? La hipótesis de simulación es materia de debate académico serio hoy en día dentro de la corriente de filosofía transhumanista.
En marzo de 1999 se estrenaba The Matrix, la primera película de esta saga que propone un mundo simulado en donde casi todos los seres humanos han sido esclavizados por las máquinas e inteligencias artificiales. Estas los tienen en suspensión y con sus mentes conectadas a una realidad llamada "Matrix".
Los principios de los 2000 estuvieron marcados por un gran salto tecnológico con las primeras computadoras para el hogar, la burbuja de las puntocom, las primeras redes sociales y la filosofía posthumanista o transhumanista que comenzaba a preguntarse sobre la relación de los humanos con las máquinas.
Hipótesis de simulación
La Hipótesis de simulación se hizo más fuerte dentro de la comunidad académica de la corriente transhumanista luego del trabajo del filósofo sueco Nick Bostrom, quien en 2003 publicó un artículo concluyendo que las posibilidades de vivir en una realidad simulada no son tan remotas.
Según este filósofo, cualquier civilización con tecnología suficientemente avanzada (tal vez la nuestra dentro de unos años), tendrá el potencial de generar experiencia virtuales indistinguibles de la realidad física.
Para argumentar esto, Bostrom formula un trilema con lógica temporal donde al menos una de las siguientes tres proposiciones es casi seguramente cierta. En el artículo escribió: "Una civilización posthumana madura tendría una capacidad de computación enorme. Basado en este hecho empírico, el argumento de simulación muestra que al menos una de las siguientes proposiciones es verdad":
La fracción de civilizaciones de nivel humano que alcancen un estado posthumano (es decir, capaz de ejecutar simulaciones de antepasados de alta fidelidad) es muy cercana a cero; o
La fracción de civilizaciones posthumanas que están interesadas en ejecutar simulaciones de ancestros es muy cercana a cero; o
La fracción de todas las personas con nuestra clase de experiencias que están viviendo en una simulación es muy cercana a uno.
Siguiendo con su pensamiento, muchos escritores están de acuerdo con Bostrom y sostienen que podría haber razones empíricas para la hipótesis de simulación. Por lo tanto, la hipótesis de simulación no es una hipótesis escéptica sino más bien una hipótesis metafísica. Bostrom declara que personalmente no ve un argumento sólido para cuál de las tres proposiciones del trilema es la verdadera:
"Si (1) es verdadera, entonces es casi seguro que nos extinguiremos antes de alcanzar la posthumanidad. Si (2) es verdadera, entonces debe existir una fuerte convergencia en los destinos de civilizaciones avanzadas de tal manera que virtualmente ninguna contenga ningunos individuos relativamente adinerados que deseen ejecutar simulaciones de ancestros y que sean libres de hacerlo. Si (3) es verdadera, entonces es casi seguro que vivimos en una simulación. En el bosque oscuro de nuestra ignorancia actual, parece sensato distribuir el crédito igualmente entre (1), (2) y (3). A menos que realmente vivamos en una simulación, nuestros descendientes casi seguramente nunca ejecutarán una simulación de ancestros", menciona Nick Bostrom en su trabajo.
El concepto de la realidad simulada se distingue la realidad virtual que está construyendo "el futuro de internet". La realidad virtual es fácilmente distinguible de la experiencia de verdadera realidad. Quienes usan realidad virtual nunca dudan de que lo que están experimentando no es real.
En cambio quienes proponen de que es posible que vivamos en una realidad simulada, sería muy difícil o imposible para la persona distinguir de la verdadera realidad.
Orígenes de la hipótesis de simulación
La teoría de la realidad simulada o hipótesis de simulación encuentra su origen en una extensa tesis científica y filosófica que plantea que la realidad es una ilusión. En el pensamiento occidental se apoya sobre el escepticismo, es decir, que el ser humano es incapaz de conocer la verdad. Podemos ver una influencia de la hipótesis de la simulación en la alegoría de la caverna de Platón. En donde a través de una explicación metafórica el filósofo griego plantea que el humano debe salir de la cueva donde se proyectan las sombras de la cultura y seguir la ascensión al exterior de la cueva en donde se encuentra el mundo inteligible y la idea de Bien representada por el sol.
En el pensamiento oriental se encuentra el concepto de Maya (ilusión). Se trata de una concepción del hinduismo en donde lo que vemos es solo una ilusión representada por nuestro estado mental. En el hinduismo se suele considerar que la realidad que se nos aparece como existente son realmente cosas ilusorias que hacen al tejido Maya. Este concepto ha ido cambiando a través de toda la larga historia del pensamiento oriental, según las varias doctrinas el hinduismo y budismo.
Hoy el hecho de que vivamos en una realidad simulada, con todo el progreso tecnológico que generamos hasta el momentos, se ha convertido en un atractivo de la ciencia ficción y para la futurología. La hipótesis de simulación planteada por Nick Bostrom es materia de debate académico serio dentro del campo del transhumanismo, una corriente filosófica relativamente joven.
Si bien es poco probable que vivamos en una realidad simulada, aunque muchos filósofos contemporáneos estén trabajando en la hipótesis de simulación, parecería que esta teoría es una moderna hipótesis alimentada por el gran avance tecnológico que se nutre de la idea de ilusión tanto del pensamiento griego antiguo como del milenario pensamiento hinduista. Tal vez la hipótesis de simulación sea un síntoma del desmedido e irracional avance tecnológico y creciente angustia social frente a lo mundano y sin sentido de muchas de nuestras creaciones modernas.
