El cementerio municipal tiene cuatro empleados fijos, y el municipio más de 20 albañiles entre su personal estable, pero ha contratado una empresa particular para hacer los pozos de 20 tumbas, trabajo por el que se abonará, sólo de mano de obra, 206.000 pesos.
La contratación directa – sin licitación – fue adjudicada Alfredo Crunger, primo y homónimo del funcionario que es secretario de Servicios Públicos, según consta en la orden de pago N° 7563.
Es cierto que Freddy Crunger, el albañil contratado, tiene todo el derecho del mundo a trabajar y cobrar, nada que objetarle, pero es medio desprolijo que un funcionario contrate a su propio primo para una obra que habrá que averiguar si es necesario que la haga un particular, ya que quizás lo podía hacer el mismo municipio y ahorrar una buena cifra de dinero.
Cosas que pasan…