Mirtha Legrand despidió a la Reina Isabel II: “No me olvido de que en la Guerra de Malvinas ella estaba reinando"
La diva dio sus impresiones tras enterarse de la noticia que conmueve al mundo.
Este jueves 8 de septiembre falleció la reina Isabel II a los 96 años y toda la atención del mundo está en el Reino Unido. Argentina no es ajeno a esto y fueron muchos los famosos que opinaron sobre la noticia. Entre ellos, Mirtha Legrand, quien se mostró muy conmovida por el hecho.
“Estoy muy dolida. Me sorprendió mal. Yo sabía que no estaba muy bien de salud, pero me dio muchísima pena. Yo la sigo desde que asumió el reinado. Ella tenía 25 años… Fueron 70 años de reinado. Toda una vida”, dijo la diva.
“Ella siempre estaba con sus mocasines y su carterita. El famoso sombrero”, dijo sobre los emblemáticos looks de la difunta reina británica. “Fue una gran reina, pero no me puedo olvidar que en la Guerra de Malvinas ella estaba reinando. No lo puedo olvidar. Un momento muy triste para todos”, cerró en diálogo con Gente, el cual también fue difundido por el noticiero América Noticias.
El Palacio de Buckingham anunció la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra. La monarca de 96 años falleció en el castillo de Balmoral, en los Highlands de Escocia, rodeada de sus familiares más cercanos. En las últimas horas habían viajado de urgencia hacia allí su hijo Carlos, y sus nietos William y Harry. “La Reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana”, publicó la familia real en Twitter.
Isabel Alejandra María fue la primogénita del entonces príncipe Alberto y su esposa Isabel. La beba nació por cesárea en 1926 y creció tranquila en la residencia de White Lodge. Muchos años después como reina habitaría en el Palacio de Buckingham con sus 775 habitaciones y pasaría los fines de semana entre el castillo de Windsor, el de Balmoral, el de Holyroodhouse en Escocia o su casa en Irlanda, el castillo de Hillsborough.
La hija primogénita del príncipe Alberto creció feliz y sin presiones. Sus padres se querían y la querían. Su abuelo, el rey Jorge V, ocupaba el trono británico y su tío Eduardo príncipe de Gales, era el heredero natural de la corona. En 1930, nació Margarita, quien se convirtió en su compañera incondicional. Su mamá y una institutriz impuesta por la reina Mary, se encargaban de su formación. Nada de matemática o Letras solo etiqueta y modales, pero al menos no un clásico de la época: economía doméstica. Apenas recibía una hora y media de clases por día.
En 1936, el rey Jorge V murió y el príncipe David ascendió al trono con el nombre de Edward VIII. Pero Eduardo estaba enamorado de la norteamericana (y divorciada) Wallis Simpson y renunció a la corona por ella.
Con apenas 10 años, la princesa, que a la tarde jugaba con su perrito Dookie y montaba a caballo, supo el significado de la palabra crisis. Fue un empleado del palacio el que le comunicó que su padre se acababa de convertir en el rey Jorge VI.
“¿Quiere eso decir que serás la próxima reina?” le preguntó la princesa Margarita. “Sí, algún día”, respondió Isabel. “Pobrecita”, se solidarizó su hermana menor. De princesa sin responsabilidades pasaba a ser princesa heredera; a su formación se le agregaron lecciones de caligrafía e historia de la monarquía y de la constitución británica. Para esa época comenzó a desarrollar una manía: colocaba sus lápices en líneas perfectamente rectas e igualmente espaciadas. Y hacia algo similar con sus platos de almuerzo.