“Todo el mundo lo sabía”: la declaración de la enfermera detenida por la muerte de los bebés en Córdoba
Brenda Agüero es la principal sospechosa de inocular intencionalmente sustancias tóxicas a los recién nacidos. En una indagatoria de más de dos horas, reveló datos escalofriantes.
Este miércoles la Justicia indagó a la única detenida en el marco de la causa que investiga la muerte de bebés en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de Córdoba. Se trata de la enfermera Brenda Agüero, de 27 años, sospechosa de inocular intencionalmente sustancias tóxicas a los recién nacidos.
Con un gran operativo policial, Agüero fue trasladada desde el penal de mujeres de Bouwer y declaró durante más de dos horas ante el fiscal de instrucción Raúl Garzón en la sala de audiencias especial en Tribunales II. Allí, la joven aseguró ser inocente y dijo que en el hospital había un “sistema de ocultamiento”.
El abogado de la imputada, Luis Pareja, indicó al medio local La Voz que declaró “en forma extensa y detallada” y señaló que “la prueba presentada por la fiscalía es débil, no llega ni al nivel de indicio”.
“El primer hecho no es sólido y el segundo hecho es aún más indeterminado, impreciso. Todo está basado en el registro laboral, la coincidencia de los días de trabajo de mi defendida con los días en que hubo muertes o problemas más algún señalamiento no individualizado de un testigo, algo muy endeble”, sostuvo Pareja.
Agüero está acusada de “homicidio calificado por procedimiento insidioso” en dos hechos: las muertes de Angeline Rojas y Melody Molina, ocurridas en la guardia el 6 de junio. Estos son los únicos dos casos en la investigación que tienen autopsias, ya que fueron denunciados por médicas de guardia del Neonatal.
En la declaración, la enfermera no se limitó a negar los hechos, pero sí “desbarató las dos acusaciones”. Según precisó el letrado, Agüero contó que lo que estaba ocurriendo con los bebés “lo sabía todo el mundo en el hospital” y que “había un sistema de ocultamiento y encubrimiento”.
En ese sentido, señaló que ella fue quien “puso en conocimiento a la jefa de enfermería y a la delegada del Sindicato de Empleados Públicos (SEP) y no hicieron nada”. Entre otras cosas, dijo que había pedido el cambio de área a su jefa en abril y mayo y no se lo dieron; incluso agregó que intentó volver a trabajar en el Sanatorio Allende.
Otro dato fundamental para la investigación es que una compañera de trabajo de Agüero -cuyo nombre no trascendió- le habría enviado en abril de 2021 una foto de un bebé internado en el Neonatal con un pinchazo extraño en forma de V en la mano. Además relató otras irregularidades como la faltante de medicamentos, entre ellos, adrenalina.
Asimismo, reveló que en las reanimaciones cardíacas participaba una enfermera que había regresado de una larga licencia psiquiátrica y que no tenía que tener a cargo procedimientos técnicos.
Tras dos horas, Agüero ofreció al fiscal carearse con todas las personas que mencionó en su relato e insistió varias veces con su inocencia.
Para que se levante el secreto de sumario y la defensa pueda acceder a los ocho cuerpos del expediente, falta que declaren las otras imputadas: la exdirectora del Neonatal, Liliana Asís, la jefa de Neonatología, Martha Gómez Florez, y la médica Adriana Morales; que se llevarán adelante la próxima semana.
El perfil de la enfermera detenida
Agüero no tiene hijos y sus estudios profesionales fueron en el Instituto SEP San Nicolás, perteneciente al gremio de empleados estatales.
En 2020 entró a trabajar en el centro obstétrico, donde se desempeñaba en el turno noche, y contaba con buenos antecedentes.
El 15 de agosto pasado cerró su cuenta en las redes sociales, donde hasta ese momento mostraba actividad frecuente. El 16 de noviembre compartió la ilustración de un bebé con las vías endovenosas de acceso pediátrico.
