El kirchnerismo dejó en off side a Alberto Fernández y lanzó una campaña de pintadas en vía pública en contra de la posibilidad de que el Presidente dicte un indulto en favor de Cristina Fernández de Kirchner.
El primero en rechazar un indulto presidencial fue el senador del Frente de Todos (FdT), Oscar Parrilli, tras del pedido de la fiscalía de una pena de 12 años de prisión en la causa de Vialidad, y solicitó que, en cambio, se haga "justicia" en esa causa. En un breve mensaje publicado en Twitter, y que fue replicado por la propia vicepresidenta, Parrilli expresó: "Para CFK ni indulto ni amnistía: justicia".
El legislador había afirmado en los últimos días que el pedido de condena para Fernández de Kirchner en la causa por presuntos direccionamientos en la obra pública es una "proscripción clarita", planteó que con la solicitud los fiscales "se sacaron la careta" y agregó que "el lawfare persigue a Cristina y bloquea al macrismo".
Cristina Fernández de Kirchner volvió a cuestionar el accionar de los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola en la causa Vialidad y los exhortó a leer la Constitución y los libros de derecho penal y proceso, que "no muerden", mientras todos los sectores del FdT se abroquelaron en defensa de la expresidenta y piensan en organizar una "gran marcha" de apoyo.
En ese contexto, La Cámpora y otros sectores del kirchnerismo realizaron una campaña de pintadas en la calle contra la posibilidad de indultar a Cristina Fernández de Kirchner.